Vías para el desarrollo socioeconómico

Sistemas y medios de transporte en España. El transporte es la actividad económica del sector terciario dedicada a trasladar viajeros y mercancías entre dos o más lugares. Aportan en torno a un 5% del PIB y de la mano de obra ocupada del País. Un sistema de transporte eficaz permite que los productos viajen de forma rápida y regular desde los lugares en los que han sido elaborados hasta aquellos en los que se van a consumir. También facilita la llegada de materias primas a los centros de producción y el tránsito rápido de viajeros. Se realiza por diferentes medios: – Por tierra. Transporte terrestre por carretera o ferrocarril.
– Por mar. Transporte marítimo, cuando se hace por el curso de los ríos se denomina transporte fluvial. – Por aire. Transporte aéreo. – Por tuberías (gaseoductos, oleoductos …). Solamente para el trasporte de mercancías, fundamentalmente gas natural y petróleo. La intermodalidad, es la combinación de varios medios de transporte en un mismo traslado, con la finalidad de ahorrar energía, disminuir la contaminación y facilitar la rapidez, puntualidad y regularidad, así como disminuir los costos. Intervienen los siguientes elementos: – Las infraestructuras: carreteras, vías, estaciones de ferrocarril, puertos, aeropuertos, oleoductos. – Los medios de transporte: automóvil, camión, barco, avión. – Lo transportado: personas o mercancías. – Las empresas, que intervienen en el servicio a cambio de un beneficio. La red de transporte, es el sistema formado por las infraestructuras por las que circulan los vehículos que trasladan personas y bienes. Desempeñan un papel fundamental en la vertebración del territorio y en el desarrollo regional. Las redes de transporte jerarquizan el territorio, facilitando los flujos económicos y la innovación cuando estas redes son eficientes y quedando al margen aquellos territorios que no disponen de redes de transporte adecuadas. Además facilitan la accesibilidad, llegar a un lugar de forma más rápida y barata y la conectividad, facilidad, medida en tiempo, con el que un lugar puede ponerse en contacto con otro. Dentro de la articulación del territorio, el trazado de las redes de transporte en España depende de las Administraciones del Estado que deben tener en cuenta factores como: la demanda de viajeros y de transporte de mercancías, la rentabilidad de las empresas, la seguridad reduciendo el número de accidentes. En los territorios más desfavorecidos el trazado de infraestructuras es deficiente y su accesibilidad y conectividad bajas. Las Administraciones deben proyectar políticas de ordenación territorial para facilitar el transporte en aquellos territorios donde los factores anteriores son deficientes. El transporte por carretera. Es el más utilizado por las personas para viajes de corta y media distancia. Aproximadamente un 40% de los viajes en vehículos privados se realizan por carretera o vías urbanas. También es muy importante para el transporte de mercancías. La red de carreteras de España está en torno a los 170.000 kilómetros. Las carreteras de la esta Red son administradas por: el Estado (15%), las Comunidades Autónomas (43%) y por las Diputaciones provinciales o Cabildos Insulares (42%), aproximadamente. El reparto de las carreteras no es homogéneo en el territorio, la mitad norte peninsular presenta una mayor densidad que el resto del territorio. Los factores que explican estas diferencias son: el relieve (el coste aumenta en las zonas montañosas), el hábitat (los espacios de hábitat disperso necesitan más vías de comunicación que los de hábitat concentrado), el número de habitantes y el desarrollo económico (a mayor desarrollo económico, mejor red viaria), la densidad de población (las zonas más densamente pobladas disponen de más y mejores carreteras y autovías). La red de carreteras españolas es radial y “mallada”. La actual red de carreteras españolas es el fruto de una larga historia que se remonta a la red de calzadas romanas y se fijan en el reformismo borbónico del Siglo XVIII (Real Decreto de 10 de Junio de 1761), para hacer “caminos rectos y sólidos”. Con esta ordenanza se inició el trazado de los Caminos Reales que partían desde la capital, Madrid, como radios hacia los puntos principales de la periferia del país y que se corresponden en líneas generales con las grandes carreteras radiales que se conservan hoy en día. Desde Madrid parten una serie de autovías y autopistas hacia: – Zaragoza-Barcelona- La Junquera- Francia. – Valencia- Alicante. – Burgos – Bilbao – Irún – Francia. – Tordesillas- León- Oviedo. – Ourense – A Coruña – Pontevedra – Portugal. – Mérida – Badajoz – Portugal. – Bailén – Jaén – Granada. Este conjunto se completa con una red periférica que une los principales puntos de la costa: litoral mediterráneo, litoral cantábrico, costa atlántica gallega, País Vasco y Cataluña (Autopista del Ebro) y de Norte a Sur por el Oeste de la Península (Ruta de la Plata). Para hacer frente a los inconvenientes de esta red radial y centralista, desde finales del Siglo XX se empezó a trazar una red de carreteras con tres niveles: – Red de alta capacidad en forma de malla. De Este a Oeste y de Norte a Sur. – Mejor conectividad con la red de alta capacidad francesa y portuguesa. – Carreteras de circunvalación para descongestionar el tráfico de los principales núcleos urbanos. El transporte por ferrocarril. En España el ferrocarril tiene un uso importante para el traslado de viajeros tanto en distancias cortas como medias y largas. Trenes de cercanías: transportan gran número de pasajeros en horas punta desde los lugares cercanos o próximos a las grandes ciudades. Se caracteriza por la rapidez, intermodalidad y puntualidad para poner en contacto la residencia de los viajeros con su lugar de trabajo. 

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