Relieve del paisaje agrario Mediterráneo

3. Los paisajes agrarios de España


Los paisajes agrarios son la morfología o aspecto del espacio agrario.
Resulta de la combinación del medio natural con la actividad agraria practicada sobre él. La diversidad de estas combinaciones en el territorio español explica la variedad de sus paisajes.

3.1. El paisaje agrario del norte peninsular húmedo

Comprende el norte y noroeste de la Península Ibérica. El medio físico de esta zona muestra un relieve accidentado, con escasas superficies llanas y clima oceánico lluvioso todo el año. La población tradicionalmente muy numerosa, es hoy escasa y envejecida, se vio forzada a emigrar ante la incapacidad del campo para proporcionarles ingresos suficientes. El poblamiento es disperso intercalar a partir de aldeas, parroquias y pueblos. Las explotaciones son minifundistas, lo que disminuye su rentabilidad y dificulta la mecanización. Para corregirlo se ha impulsado la concentración parcelaria. Los usos del suelo son principalmente ganaderos. La agricultura es escasa en superficie, se trata de una agricultura de secano, debido a la regularidad de las precipitaciones. En el pasado se practicaba el policultivo porque los campesinos vivían muy aislados y necesitaban autoabastecerse, se cultivaban productos hortofrutícolas en pequeños huertos, además de maíz, patata, frutales y vid. En las tierras de peor calidad se sembraba cebada o centeno, y la economía familiar se completaba con la cría de ganado.
En la actualidad la agricultura tiende a especializarse en cultivos de huerta y forrajes en consonancia con el desarrollo ganadero. La ganadería es la actividad más importante, se ve favorecida por el clima. En Galicia predominan la pequeña ty mediana explotación familiar, en la fachada cantábrica, las explotaciones se han modernizado más en tamaño y equipamiento aunque también está muy extendida la ganadería a tiempo parcial en las pequeñas explotaciones. Predomina el ganado bovino, el de aptitud cárnica en régimen extensivo o semiextensivo, se orienta a la producción de terneros, y el de aptitud lechera en régimen intensivo, a la producción de leche y sus derivados. La explotación forestal es otra actividad importante se dedica a la industria del mueble o a la obtención de pasta de papel.

3.2. El paisaje agrario del interior peninsular

Comprende ambas mesetas y la depresión del Ebro, el medio físico de esta zona presenta un relieve llano, de elevada altitud media en la Meseta y un clima mediterráneo continental izado, con escasez de precipitaciones estivales y acusados contrastes térmicos estacionales. La población agraria es muy escasa y envejecida, debido a la fuerte emigración sufrida entre 1950-1975. El poblamiento es concentrado en pueblos pequeños próximos a los valles del Fuero y Ebro, y grandes y distanciados. Las explotaciones son de diverso tamaño. El minifundio predomina en el valle del Duero, aunque se ha reducido debido a la emigración t a la concentración parcelaria. Los usos del suelo son agrícolas, ganaderos y forestales. La agricultura presenta claras diferencias entre áreas de secano y de regadío. El secano se practica una agricultura extensiva en campos abiertos, protagonizada por la llamada trilogía mediterráneo. En el pasado los cereales principalmente trigo, rotaban con barbecho o con leguminosas y llevaban asociada una ganadería que pastaban en los rastrojos.


En la actualidad ha sido sustituido en gran parte por la cebada y el barbecho completo se ha reemplazado por el medio barbecho que utiliza el girasol como cultivo de descanso o ha desparecido gracias a los abonos químicos. El regadío permite practicar una agricultura más intensiva. En el pasado el regadío se limitaba a reducidas extensiones en las vegas de los ríos y cerca de los pueblos que producían sobre todo hortalizas para el autoconsumo. En la actualidad la extensión de la superficie regada ha permitido diversificar la producción. La ganadería tiene importancia en los secanos y en las dehesas, Los secanos castellanos de la depresión del Ebro mantienen una importante ganadería ovina que pasta en los rastrojos. Las dehesas occidentales de Extremadura, Salamanca, Zamora y Andalucía son explotaciones aproganaderas, que en las zonas de sierra aprovechan también la madera de la encina y del alcornoque. La dehesa tradicional tenía una orientación principalmente ganadera, sus pastos alimentaban a los rebaños de ovino y porcino y secundariamente de bovino. En la actualidad junto al mantenimiento del sistema tradicional se han introducido cambios. Entre ellos una mayor orientación al ganado vacuno. La explotación forestal es típica de alguna áreas como al Tierra Pinariega soriana.

3.3. El paisaje agrario mediterráneo


Comprende el litoral y prelitoral mediterráneo, el valle del Guadalquivir y las islas Baleares. El medio físico de sta zona posee un relieve accidentado en el litoral mediterráneo, llanioo cerca de la costa y algo montañoso en el área prelitoral, y un relieve de suaves campiñas en el valle del Guadalquivir. El clima es mediterráneo de influencia marítima con precipitaciones muy escasas en verano. La población tradicionalmente numerosa es hoy reducida debido al éxodo rural, el poblamiento disperso carácterístico tiende a la concentración. Las explotaciones son de tamaño variable, en las zonas de regadío predomina el minifundio. En secano las explotaciones son pequeñas y medianas. Los usos del suelo son principalmente agrícolas, los cultivos de secano se extienden por las campiñas del valle del Guadalquivir, las zonas prelitorales montañosas o accidentadas y el interior mallorquín. Están ocupados por cereales, vid, olivo y almendros.

Los cultivos de regadío se ven favorecidos por las temperaturas suaves, la elevada insolación, la protección del relieve , la existencia de suelos apropiados y una importante demanda internacional. Se dedican a la horticultura temprana al aire libre, a la horticultura precoz bajo plástico, a la fruticultura mediterráneo y a los frutos tropicales. La ganadería bovina y porcina predomina en Cataluña estimulada por la demanda urbana, la ovina en los secanos y las reses bravas en las orillas del Guadalquivir.  La explotación forestal tiene escasa significación, excepto en Huelva, donde hay grandes extensiones de eucalipto. 


3.4. El paisaje agrario de montaña


Las montañas poseen un medio físico con condiciones extremas, relieve de elavada altitud yfuertes pendientes, clima frío, con precipitaciones muy abundantes que en invierno caen frecuentemente en forma de nieve. La población tiene densidades muy bajas y una fuerte tendencia emigratoria. El poblamiento era tradicionalmente disperso en pequeños núcleos localizados en los valles. En la actualidad tiende a concentrarse en pueblos más grandes.

Las explotacions son contrastadas, coexisten pequeñas explotaciones privadas, formadas por parcelas cerradas y frecuentemente separadas entre sí, con montes y praderas municipales de aprovechamiento exclusivo para los vecinos. Los usos del sulo son dispersos y complementarios, escalónándose en función de las variaciones cimáticas , agricultura en el fonde de los valles, explotación forestal en los bosques de las vertientes y ganadería en los matorrales y pastos de las cumbres, aunque se observan diferencias según el área climática donde se localizan las montañas. La agricultura se desarrolla en el fondo de los valles y se centra en los cultivos de huerta, en camio en las montañas más térmicas algunas cultivos como los almendros y olivos, ascienden por las vertientes en bancales y terrazas. La ganadería es extensiva, en las montañas del norte peninsular wes bovina u ovina, y pasta en los claros de los bosques y en los matorrales y praderas de las cumbres. En la montaña mediterránea, donde suele faltar el piso supraforestal de pastos, domina la ganadería ovuina, que practica una trashumancia local entre el valle y la cima. La explotación forestal es mayor en las montañas del norte, se centra en el aprovechamiento de la leña y de la madera de especies como el eucalipto, el castaño o el pino.

3.5. El paisaje agrario de Canarias

 El paisaje agrario de Canarias tiene un medio físico caracterizado por un relieve montañoso accidentado y un clima cálido todo el año, con precipitaciones escasas e irregulares en las zonas bajas. La población está en retroceso debido a la atracción que ejercen sobre ellas las actividades del sector terciario , como el turismo. El poblamiento es disperso laxo, construido por pequeñas agrupaciones de casas y aldeas diseminadas. Los pueblos son generalmente pequeños.

Las explotaciones muestran importantes contrastes, son de reducida extensión en las zonas medias y altas y grandes en los regadíos costeros. La agricultura es muy contrastada, en las áreas litorales predomina el monocultivo orientado a la exportación, los cultivos bajo plástico y las nuevas plantaciones tropicales. En las zonas medias altas del interior de las islas destaca la agricultura tradicional de secano, orientada sobre todo al consumo interno, y basada en el cultivo de la vid y de la patata. El trigo que tradicionalmente rotaba con barbecho o patatas ha reducido notablemente su extensión. La ganadería ovina y caprina es escasa y está asociada a la agricultura. La explotación forestal ha aprovechado la madera de los pinares y la del fayal brezal y la laurisilva para el carboneo, la construcción y los soportes de los cultivos.

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