Factores y tendencias de la localización industrial y principales áreas industriales en España entre 1855 y 1975

3. FACTORES DE LA LOCALIZACIÓN DE LA INDUSTRIA EN ESPAÑA.
El mapa de localización espacial de la industria en España es cambiante en
función de las lógicas espaciales que determina el sistema económico capitalista en relación a la industria, pasando de una localización muy determinada geográficamente a una gran independencia.
La industria tiende a localizarse en los espacios que presentan las mayores
ventajas para lograr el máximo beneficio reduciendo costes. No todos los factores tienen el mismo peso en la localización industrial.
Además, la importancia de cada uno varía para los distintos sectores industriales y con el paso del tiempo.
3.1. Factores tradicionales.
Las pautas clásicas que explican la localización de la industria en el
espacio son:
• La proximidad a las materias primas y fuentes de energía.
• La existencia de un mercado de consumo que asegura al
empresario un mínimo de rentabilidad y proporciona las economías de escala.
• La presencia de mano de obra (mercado de trabajo) abundante y
barata o bien preparada.
• La existencia de buenos sistemas de transportes para los
productos.
• La disponibilidad de capital o la capacidad para atraerlo.
• La existencia de sectores de apoyo, es decir, de otras empresas
industriales y de servicios que funcionen de forma eficiente y de
buenas infraestructuras y equipamientos.
• La política industrial del Estado, que puede favorecer la
implantación industrial en determinadas áreas mediante diversas
concesiones.
En la industria tradicional la importancia de cada factor variaba para
cada sector industrial y dio lugar a localizaciones diferentes: regiones de
base extractiva, junto a los recursos naturales; de base portuaria, junto a puertos que aseguren el transporte de los recursos; y aglomeraciones urbanas que aportan mercado laboral y de consumo, servicios y equipamientos.
En estas áreas, la industria tendíó a concentrarse en grandes
aglomeraciones industriales, donde las empresas podían beneficiarse de una acumulación de economías externas:
§ Facilidades para el abastecimiento,el transporte, la obtención de mano de obra y las ventas.
§ La existencia de servicios necesarios para la gestión y el mantenimiento técnico.
§ La abundancia de equipamientos; el acceso a la información y a
la innovación, etc.
Son las ventajas de las llamadas economías de aglomeración, que
tienden a atraer a estos lugares a un número creciente de industrias dependientes o relacionadas con las existentes. En España, la industria se
concentró especialmente en la zona cantábrica, en la catalano-levantina y en Madrid. En ellas se crearon concentraciones urbano-industriales.
3.2. Factores actuales.
Desde la década de 1980 se observan cambios en los factores y en
las tendencias de la localización industrial . La crisis industrial y los cambios
introducidos por el capitalismo informacional y la terciarización de la industria producen los siguientes efectos:
a) Alteración de los factores de localización.
§ Disminuye la importancia de la proximidad a los recursos
naturales. 
§ La mejora de los transportes y comunicaciones resta
importancia a la distancia y revaloriza la accesibilidad.
§ La ampliación de las áreas de venta en relación con la
globalización económica aminora la dependencia de los
mercados locales.
§ La mano de obra barata y abundante sigue siendo un factor
importante de localización industrial, tanto para las industrias
que la requieren en abundancia, como para las que necesitan
profesionales cualificados.
b) Desconcentración industrial y acceso a la innovación y la
información.
§ Como consecuencia de los factores arriba mencionados, se ha
iniciado un claro proceso de desconcentración industrial,consiste en trasladar sectores como el metalúrgico o el textil hacia las áreas
periurbanas y rururbanas de las grandes ciudades. En cambio, otros como el farmacéutico, el informático…Tienden a mantenerse en las áreas centrales o en núcleos urbanos.También la diversidad productiva se considera como importante factor de atracción.No obstante es la proximidad a los centros de innovación y de información, el factor que con mayor intensidad atrae la actividad industrial y empresarial.
4. LA INDUSTRIA ESPAÑOLA. 1855-1975.
Con relación a los países europeos más avanzados, la industrialización
española fue un proceso discontinuo, marchó con retraso y estuvo muy polarizada en torno a los núcleos iniciales.
4.1. Los antecedentes de la industrialización.
Desde finales del Siglo XVIII, ilustrados y reformistas pedían la
industrialización del país. España reunía unas condiciones favorables, pues contaba con una producción artesanal diversa y rica, con las Reales
Fábricas,etc. Como factores negativos, los problemas de la insuficiencia energética,la escasez de recursos tecnológicos y humanos,etc.
Con todo, y pese a que la nacíón vivíó avatares tan perjudiciales para la
naciente industria como la guerra de la Independencia, la emancipación,en la primera mitad del Siglo XIX tuvieron lugar algunos hechos importantes para la industrialización, como la construcción de los altos hornos y fábricas textiles.

4.2. Los inicios del despegue industrial.
En la segunda mitad del Siglo XIX en España la industrialización avanzó,
 pero evidenció un notable retraso con relación a los países europeos y una gran dependencia tecnológica y financiera de los mismos.
Junto a la industria siderúrgica y textil, quizá el logro más importante
fuese el tendido de una amplia red ferroviaria,aunque en su mayor parte eran ferrocarriles construidos por empresas y capital extranjero e, incluso, con material importado.
La red de ferrocarriles estuvo al servicio de la explotación minera de
nuestro subsuelo, también protagonizada por empresas extranjeras,que gozaron de las facilidades de acceso a la explotación minera.
España, que era el paraíso de los minerales metálicos, se convirtió en
país exportador de materias primas minerales, quedando a merced de intereses ajenos y sin capacidad para aprovechar su riqueza mineral en beneficio propio.
España era el primer país productor de hierro, que se exportaba en su
mayor parte a Gran Bretaña desde el puerto de Bilbao.Esta facilidad para el abastecimiento de energía y la proximidad de los yacimientos de
hierro hicieron florecer la industria siderúrgica vasca en detrimento de los núcleos siderúrgicos.
La industrialización española avanzó bajo el signo del proteccionismo y
lentamente. A ello contribuyó el acusado fondo rural del país, la ausencia de una
burguésía emprendedora,etc., así como la
incapacidad tecnológica y la situación de España como país periférico respecto a la
Europa industrial.
4.3.El crecimiento industrial hasta la Guerra Civil.
Durante el primer tercio del Siglo XX, la industria española se afianzó
gracias a la protección arancelaria y se consolidaron sectores industriales como el
metalúrgico, el textil o el químico, impulsados por el crecimiento de la demanda y la
consolidación del mercado interior.
El proceso de industrialización conocíó los efectos positivos de la
repatriación de capitales tras la pérdida de las colonias y de los beneficios comerciales
derivados de la Primera Guerra Mundial.
Se dio un considerable impulso a la construcción de obras públicas
durante la dictadura de Primo de Rivera, particularmente de carreteras, que resultó
fundamental para la conexión de los mercados interiores.
En este periodo, las empresas extranjeras abandonaron la explotación
de las agotadas minas españolas, y pese a los indudables progresos, la industria
española seguía acusando el retraso y la dependencia de Europa. El mapa industrial
se consolidó sobre el germen de los focos anteriores, de modo que empezaron a
manifestarse los desequilibrios territoriales que alcanzarían su plenitud en las décadas
posteriores.

4.4. La reconstrucción industrial de la posguerra.
Tras la Guerra Civil, bajo un contexto de autarquía, en 1941 se creó el
Instituto Nacional de Industria (INI), con una fuerte participación de capital estatal en
los sectores básicos de la industria (siderurgia, naval, petroquímica).
A partir de 1950 la situación fue cambiando y se logró una cierta
recuperación en los niveles de renta y la economía española encontró cierto alivio a
partir de las negociaciones con Estados Unidos y del ingreso en la ONU. Se puso fin al
aislamiento y España se integró gradualmente en la economía internacional, al tiempo
que la falta de capital fue suplida por las inversiones extranjeras que comenzaron a
llegar.

GEOGRAFÍA
DE
ESPAÑA

Departamento de Geografía e Historia
I.E.S. “Maestro Juan Calero”
Profesor: Agustín Sevilla Ortiz

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La nueva estructura industrial se caracterizó por la dualidad, es decir,
por la existencia de un sector dominado por la gran empresa de capital público
(Hunosa, Ensidesa, y demás empresas pertenecientes al INI) y orientado a bienes de
equipo, y otro sector integrado por la pequeña y mediana empresa de capital privado,
dedicado a las industrias de transformación y de bienes de consumo.
Desde un punto de vista espacial, se favorecíó la consolidación de
algunas regiones industriales (Cataluña, País Vasco y Madrid) en perjuicio de otras
que se configuraban como áreas subdesarrolladas, que comenzaban a padecer los
efectos negativos de los desequilibrios y del éxodo rural.
Pero el modelo industrial acusaba graves deficiencias y se mostraba
incapaz de resolver las carencias, de ahí que a partir de 1959 se abordase siguiendo
las directrices del denominado Plan de Estabilización.
4.5.El impulso industrializador de los años 60.
El período entre 1959 y 1975 supuso un crecimiento económico sin
precedentes, al que contribuyeron una serie de factores favorables, como la expansión
generalizada de la economía capitalista, la llegada de capital extranjero, la instalación
de grandes empresas multinacionales, etc. Al mismo tiempo, España recibía las
divisas que aportaban turistas y emigrantes, con las que hizo frente a la compra de
petróleo, a la importación de bienes industriales y a la nivelación de la balanza de
pagos.
El Estado puso en funcionamiento los planes de desarrollo y una
política regional basada en los polos de desarrollo, entre los que destacaron los de
Huelva, Córdoba, Granada, Burgos.
A pesar de que los planes de desarrollo no dieron los resultados
previstos, se consiguieron objetivos muy importantes, el más notorio de los cuales, sin
duda, fue que el PIB alcanzó un índice de crecimiento anual en torno al 7%.
La industria española mejoró notablemente y alcanzó un alto grado de
diversificación, aunque siguió acusando los efectos negativos de la gran dependencia
tecnológica, de las importaciones y de una inadecuada estructura empresarial.
El desarrollo industrial de los años 1960 se localizó en las regiones que
tenían mayor tradición industrial y en sus áreas adyacentes, lo cual generó una
dicotomía entre los tres espacios más industrializados (Cataluña, País Vasco y
Madrid), que concentraron casi las tres cuartas partes de las inversiones
multinacionales y del empleo recién creado, y, por otra parte, la Meseta, Galicia,
Extremadura y Andalucía, lo que hizo que aumentaran las diferencias entre regiones
ricas y pobres e incidíó en los procesos demográficos de emigración y de éxodo rural
que vivíó la población española y que vinieron a incrementar aún más los propios
desequilibrios territoriales.

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ESPAÑA

Departamento de Geografía e Historia
I.E.S. “Maestro Juan Calero”
Profesor: Agustín Sevilla Ortiz

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No obstante, a pesar del evidente crecimiento industrial español, la
excesiva dependencia energética y tecnológica del extranjero, así como el marcado
protagonismo de los sectores básicos y de los bienes de equipo se convertirán en
serios problemas, que se verán seriamente agudizados con la crisis del petróleo de
1.973.

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