El Relieve de la Península Ibérica: Evolución Geológica y Características

Proceso de Formación del Relieve Peninsular

El relieve de la península ibérica es el resultado de una larga evolución geológica en la que se han alternado fases orogénicas, siendo afectada por la orogenia herciniana en el Paleozoico y la alpina en la era Terciaria, con otras de calma durante el Mesozoico en las que predomina la erosión y la sedimentación.

Era Primaria o Paleozoico

De los mares que cubrían la mayor parte de la península surge el Macizo Hespérico. Al finalizar los plegamientos en el periodo Carbonífero, la erosión arrasa estos nuevos relieves convirtiéndolos en penillanuras. Surgen también el Macizo Aquitano, el Catalano-Balear, el del Ebro y el Bético-Rifeño, que serán arrasados por la erosión y cubiertos por los mares paleozoicos.

Era Secundaria o Mesozoico

Fue un periodo tranquilo donde predomina la erosión y la sedimentación de los materiales arrancados a los terrenos paleozoicos erosionados. Las tierras emergidas se organizaban en dos áreas continentales, Laurasia y Gondwana, y entre ambas el mar de Tetis. También se producen transgresiones y regresiones marinas.

Era Terciaria o Cenozoico

Era muy compleja y activa, se produjo la orogenia alpina:

  1. La colisión de la placa africana contra la euroasiática, que da lugar a los Pirineos, Béticas y Costero-Catalana.
  2. Los materiales antiguos y quebradizos del centro y oeste de la península se fragmentan en bloques gigantescos llamados horst y graben, provocando el levantamiento del Sistema Central y Montes de Toledo.
  3. En los bordes se formaron la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y se produce la flexión del zócalo que da lugar a Sierra Morena.
  4. Se bascula la Meseta hacia occidente, jerarquizando la red hidrográfica.
  5. Al pie de los macizos se forman depresiones, antiguos golfos marinos o brazos de mar que se colmatarán desde finales del Terciario en adelante.
  6. Se cierra el estrecho de Gibraltar, aislando el Mediterráneo, que se abrirá un millón de años después separando definitivamente Europa y África.
  7. El alpino rasga el fondo marino del Atlántico, emergiendo rocas volcánicas que originan las Islas Canarias.

Era Cuaternaria

Periodo erosivo por lo que domina el modelado sobre la orogénesis. Los fenómenos más destacados fueron el glaciarismo y la formación de terrazas fluviales. El glaciarismo afectó a las cordilleras más altas dando lugar a glaciares de circo y de valle, y cuando se fundieron los hielos dieron lugar a pequeños lagos. Los glaciares de circo se reducen a la cabecera del valle (circo). El hielo y el deshielo rompen las rocas de las paredes del circo de modo que este se hace cada vez mayor y sus formas se escarpan. Los glaciares de valle se forman cuando el espesor del hielo acumulado en el circo es grande, haciendo que el hielo, por efecto de la gravedad, se deslice y los fragmentos rocosos que portan excavan el valle dándole la típica forma en U. La época posglacial se caracterizó por la formación de terrazas fluviales, producto de las alteraciones climáticas del Cuaternario. En los periodos glaciales, al encontrarse el agua helada en las montañas, los ríos perdieron fuerza erosiva y depositaron aluviones en su cauce. En periodos posglaciales, al aumentar la temperatura y fundirse el hielo, crecieron el caudal y la fuerza erosiva de los ríos. Esta alternancia ahondó el cauce de los ríos y dejaron suspendidos a los lados los aluviones acumulados anteriormente, constituyéndose así las terrazas, las más destacadas, Duero y Tajo.

Las Costas

Las costas españolas son predominantemente rectilíneas y no presentan sinuosidades ni entalladuras, salvo en las rías gallegas, lo que determina una escasa influencia del mar en el interior. Dividimos la costa en los siguientes tramos:

Costa Cantábrica

Desde la desembocadura del río Bidasoa hasta la punta de Estaca de Bares. Rectilínea, con acantilados y pocas playas, pues la cordillera va próxima y paralela al mar. Destacan acantilados, rasas y pequeñas rías, el golfo de Vizcaya y los cabos de Matxitxaco, Ajo y Peñas, y algunas rías como la de Bilbao.

Rías Gallegas

Desde Estaca de Bares hasta la desembocadura del Miño. Muy recortada por la existencia de rías que penetran más de 30 km en el interior. Se denominan Rías Altas al norte de Finisterre y Rías Bajas al sur de Finisterre.

Costa Atlántica Andaluza

Desde la desembocadura del Guadiana hasta la punta de Tarifa. Baja y arenosa, en esta zona se encuentran marismas, dunas y flechas litorales.

Costa Mediterránea

Se extiende desde la punta de Tarifa a Francia, con varios sectores:

  • Bético: rectilíneo desde Gibraltar al cabo de Gata, pues se corresponde con la cordillera Penibética, que va paralela al mar, por lo que abundan los acantilados y las calas.
  • Litoral Valenciano: desde La Nao al delta del Ebro, amplia llanura que desciende hacia el mar desde la cordillera Ibérica y en la que destaca la Albufera de Valencia. En la costa abundan los tómbolos, islotes rocosos unidos al continente por istmos arenosos.
  • Litoral Catalán: desde el delta del Ebro al cabo de Creus, una costa que presenta deltas y va alternando acantilados con pequeñas calas.

Características Generales del Relieve Español

Elevada Altitud Media

Se encuentra a 660 metros de altura sobre el nivel del mar (altitud superada por Suiza con 1300 m). Altitud que se debe a la presencia de un conjunto central elevado, la Meseta, más que a la existencia de altas cordilleras. La península es un espacio de altiplanicies elevadas.

Disposición Periférica de los Relieves Peninsulares

Por el norte, la Cordillera Cantábrica, con altitudes de 1000 a 2500 m a escasa distancia de la costa. Por el este, escalones de la Cordillera Ibérica. Al noreste, las Cordilleras Costero-Catalanas, paralelas, formando una muralla que aísla la llanura interior del Ebro. En el sur, las Béticas, sobrepasando los 3000 m en Sierra Nevada. Esto supone:

  • El aislamiento de la Meseta hace difícil el acceso hacia las altiplanicies centrales.
  • Los ríos que nacen en estos rebordes montañosos se ven obligados a salvar grandes desniveles en corto espacio, adquiriendo gran fuerza erosiva.
  • La forma compacta y maciza de la península ibérica, de estructura trapezoidal y costas escasamente recortadas. En su contorno no hay grandes entalladuras que faciliten la penetración desde la costa de la brisa marina y da lugar a que el clima interior sea continentalizado, con inviernos fríos y veranos calurosos.

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