Biodiversidad de España: Factores, Regiones y Formaciones Vegetales

**Factores de la Diversidad Biológica de España**

La biogeografía estudia los componentes bióticos (flora y fauna) en su estado natural, sin intervención humana. España posee una gran variedad de paisajes vegetales con una rica biodiversidad y numerosos endemismos, a pesar de la deforestación de millones de hectáreas de especies autóctonas.

El principal elemento que caracteriza la vegetación española es su diversidad, debido a varios factores:

  • El clima: La Península Ibérica y los archipiélagos presentan grandes contrastes climáticos, con especies adaptadas al frío, las altas temperaturas y la aridez.
  • La posición de encrucijada: Entre Eurasia y África, ha favorecido el encuentro y desarrollo de especies vegetales muy distintas.
  • Los suelos: Tienen una gran influencia sobre la vegetación. Los distintos tipos de suelo permiten el crecimiento de unas u otras plantas. Por ejemplo, los suelos silíceos son apropiados para el alcornoque, mientras que los calizos no lo son para la encina.
  • La influencia del relieve: La exposición de las vertientes al sol condiciona el desarrollo desigual de la vegetación. Las laderas de solana tienen temperaturas más altas, mientras que las de umbría son más frías y reciben menos radiación solar.
  • La acción antrópica: Las roturaciones relacionadas con la repoblación en la Edad Media y Moderna extendieron los terrenos agrícolas a costa de los bosques. En el siglo XIX, la mayoría de los bosques pasaron a manos privadas, lo que provocó deforestación. En el siglo XX, se repoblaron espacios degradados con especies no autóctonas, lo que afectó negativamente a los bosques por incendios y plagas. La UE promueve la disminución de las actividades agrícolas y el aumento de las especies forestales autóctonas.

**Caracterización de las Regiones Biogeográficas en España**

La biogeografía clasifica los modelos de vegetación natural en rangos de mayor a menor escala: reino, región, provincia y sector. La vegetación española forma parte del reino holártico y se reconocen 2 regiones florísticas:

  • Región eurosiberiana: Corresponde a la franja atlántica u oceánica peninsular de clima oceánico.
  • Región mediterránea: Se extiende por el resto peninsular, archipiélago balear, Ceuta y Melilla.
  • Región macaronésica: Subtropical, en las Islas Canarias.

Los paisajes vegetales naturales no solo cuentan con especies primarias, autóctonas o locales, sino que también desarrollan especies secundarias.

**Formaciones Vegetales en la España Peninsular e Insular**

1. Vegetación de la Región Eurosiberiana

Corresponde al área septentrional peninsular de clima oceánico. Este clima permite el desarrollo de formaciones vegetales características:

  • Bosque caducifolio: Ocupa un espacio reducido, muy modificado por los humanos. Compuesto por árboles altos, con troncos lisos y hojas grandes y blandas. Posee una vegetación muy frondosa. Especies características: roble y haya.
  • La landa: Es una formación arbustiva o de matorral denso, que aparece en zonas de suelos más pobres y sustituye al bosque caducifolio cuando este se degrada.
  • El bosque marescente: Formado por quejigos y rebollos, es una formación típica atlántica pero adaptada a la aridez.

2. Vegetación de la Región Mediterránea

Se extiende por la zona del clima mediterráneo, con especies que se adaptan bien a la aridez estival. Las formaciones vegetales son el bosque perennifolio y las formaciones arbustivas.

  • El bosque perennifolio mediterráneo: Bosque de hojas perennes, pequeñas y gruesas, con una membrana que reduce la evaporación. Tronco con raíces profundas y corteza gruesa. Formaciones primarias:
    • La encina: Formación vegetal más extendida, adaptable a zonas de escasas precipitaciones y cualquier tipo de suelo.
    • La dehesa: Bosque aclarado de encinas y alcornoques que combina el uso forestal con el agrícola y pastoril.
    • El alcornoque: Árbol adaptado a suelos silíceos, con madera dura y corteza utilizada para obtener corcho.
  • Formaciones arbustivas: Matorrales y garrigas, adaptados a la aridez y a los suelos pobres.

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