Ejes de desarrollo geografía

1.- Principales etapas del proceso de urbanización en España

El proceso de urbanización es la progresiva concentración de la población y de las actividades económicas en las ciudades. 
 Se diferencian tres etapas: 

A.- Preindustrial: 
Abarca desde los orígenes de las ciudades hasta el siglo XX.  El tamaño medio de las ciudades se situaba en torno a los 5.000-10.000 habitantes, y eran muy escasas las que se situaban entre los 25.000 y 1.000.000 habitantes. 
Los factores que impulsaron la urbanización fueron: 
I.-Estratégicos-militares. 
II.-Políticos y administrativos. 
III.-Económicos. 
IV.-Religiosos. 
Podemos distinguir tres etapas: 
I.- Desde los orígenes hasta la Edad Media. 
II.- La época Medieval. 
III.-La Edad Moderna. 
I.- Desde los orígenes hasta la Edad Media. 
Origen: Colonización Fenicia y griega, el auge  del proceso se da durante la  Romanización.  A partir de la crisis del siglo III, se inicia un proceso de Desurbanización que se prolonga hasta el siglo IX. 
II.- La época medieval: 
 Con la llegada de los musulmanes, se produce el renacer urbano en Al-Ándalus.  A  partir del Siglo XI, comienza el renacer urbano en los reinos cristianos, sobre todo en los siglos XII y XIII. 
III.- La Edad Moderna: 
 En la Edad Moderna se suceden los vaivenes en el proceso. 
 Siglo XVI…..Auge. 
 Siglo XVII….Estancamiento. 
 Siglo XVIII…crecimiento. 
B.- La urbanización industrial: 
 Abarca todo el Siglo XIX y el XX hasta la crisis de 1975.  Se caracteriza por el enorme aumento de la tasa de urbanización.  Los factores que impulsan éste fenómeno son: Administrativos (división provincial). Económicos y sociales.  
Podemos distinguir cuatro etapas: 
I.- Primera mitad Siglo XIX. 
II.- Segunda mitad Siglo XIX, hasta la Guerra Civil (1936). 
III.- Guerra Civil y posguerra, 1936-1959. 
IV.- El desarrollismo, 1960-1975. 

I.- Primera mitad Siglo XIX: 
 Concentración aún pequeña (25%), debido a la débil industrialización, el factor clave en el crecimiento son las nuevas funciones de las capitales provinciales.
II.- 2/2 Siglo XIX hasta La Guerra Civil (1936). 
Gran crecimiento (40% Tasa de urbanización). El Factor  clave es la industrialización.
III.- La Guerra Civil y la posguerra (1936-1959). 
Estancamiento debido a las consecuencias de la guerra y a la política económica del franquismo. Comienza la consolidación del triángulo Nordeste. 
IV.- El desarrollismo. 1960-1975. 
Enorme auge debido a:
 Industrialización. 
Elevado crecimiento natural. 
Éxodo rural. 
Desarrollo de las actividades terciarias en las áreas metropolitanas  y en el Mediterráneo. 
C.- La Urbanización postindustrial ,1975-actualidad. 
Menor ritmo de crecimiento urbano.
Estabilización. 
Desurbanización. 
Se produce el crecimiento de las ciudades pequeñas y medianas. La industria pierde protagonismo como factor de urbanización. Las actividades terciarias ganan importancia como factor de urbanización, en especial en las áreas metropolitanas, en las regiones turísticas y en el Sur peninsular. 
2.- El sistema interurbano: jerarquía, funciones y zonas de influencia.
 Se entiende por sistema de ciudades la disposición de las ciudades sobre el territorio y las relaciones que mantienen entre sí.
-Las ciudades constituyen un sistema: la red urbana, formada por elementos, las ciudades y las relaciones que se establecen entre ellas en función de su:
*Tamaño.
*Caracteres.
*Funciones.
-Dando como resultado una jerarquía urbana.
Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, pues no todas tienen la misma importancia ni desempeñan las mismas actividades económicas o funciones. Las ciudades mantienen entre sí unas relaciones de interdependencia: las ciudades mayores tienen un área de influencia que prestan servicios especializados a ciudades menores.
La primacía de una ciudad sobre otra puede medirse por diferentes criterios; se suele utilizar como medida el volumen de población, que indica la capacidad de atracción de un núcleo urbano y la importancia de las funciones que desempeña.
En el sistema urbano español se diferencian los siguientes niveles de jerarquía:
1) Metrópolis nacionales. Forman el primer nivel jerárquico; en él se encuentran Madrid y Barcelona, aglomeraciones que superan los tres millones de habitantes. Ejercen su influencia sobre todo el territorio nacional y se relacionan con otras metrópolis internacionales. La dimensión funcional básica de las metrópolis nacionales es la de ser sedes de servicios altamente especializados.
2) Metrópolis regionales de primer orden. Este nivel lo integran ciudades como Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao y Zaragoza. Su población oscila entre 500.000 y 1.500.000 habitantes y su influencia se extiende fundamentalmente al ámbito regional. Estas metrópolis mantienen lazos intensos con las nacionales. Como en el caso anterior, destacan por ser sedes de servicios especializados.
3) Metrópolis regionales de segundo orden. En este nivel se encuentran ciudades como Murcia, Alicante, Granada, Santander, etc. Con una población comprendida entre los 200.000 y los 500.000 habitantes. Conjugan el ser centros de servicios especializados con otras funciones del sector secundario y terciario menos especializadas. Su ámbito de influencia es menor.
4) Ciudades medianas. Engloba capitales de provincia y ciudades que conocen un dinamismo económico: Segovia, Burgos, Castellón, Avilés o Algeciras. Son centros comerciales y de ámbito provincial.
El modelo de sistema urbano español es un modelo concentrado y polarizado, en las que las grandes áreas metropolitanas concentran población y actividad económica, además de centros de decisión, investigación e innovación tecnológica.

La función de la ciudad es la actividad principal que se realiza en ella y que sirve para relacionarla con el territorio circundante. Estas funciones son las que justifican la existencia de una ciudad en dicho emplazamiento y situación. 
 El número de funciones evoluciona en relación al tamaño:
– Ciudades pequeñas: Monofuncionales.
– Ciudades medianas: Plurifuncionales.
-Ciudades grandes: Multifuncionales.
 Según su función dominante podemos distinguir:
– Ciudades primarias.
– Ciudades secundarias.
– Ciudades terciarias.

Los diferentes tipos de funciones son:
a. Función militar: explica el origen de muchas ciudades debido a un emplazamiento en lugares estratégicos para la defensa, Hoy en día esta función militar principal, se puede observar en las localidades próximas a bases militares, en las que mucha población trabaja dando servicios a las instalaciones del ejército.
b. Función comercial: La ubicación de ferias y mercados en tiempos medievales y modernos, favorecíó el surgimiento de ciudades en lugares bien comunicados, como cruces de caminos o puertos de mar. Actualmente las ciudades son el centro comercial de un amplio territorio que se abastecen de ellas. Es por tanto que en las ciudades se concentran las principales empresas comerciales, y todas aquellas que surgen entorno a ellas (seguros, bancos, transportes, etc.).
c. Función industrial: muchas industrias buscan la localización en la ciudad, aunque no tienen por qué estar localizadas en el medio urbano, debido  a la necesidad de mano de obra y a la concentración de clientes y otras empresas de servicios necesarias para la producción en las ciudades.
d. Función cultural: la concentración de actividades culturales y sociales explican la supervivencia de ciudades en entornos económicos hostiles. Ejemplos de ciudades con esta función son Venecia o Toledo. . Otras ciudades viven gracias a la afluencia de peregrinos a sus santuarios o iglesias, Roma, Santiago de Compostela, Lourdes, La Meca, etc. La existencia de universidades u otras instituciones educativas, también favorecíó el crecimiento de las ciudades donde se localizaban, debido a la atracción durante gran parte del año de una gran cantidad de población flotante (estudiantes), por ejemplo  Salamanca.
e. Función de acogida: aquellos lugares cuya principal actividad es ofrecer alojamiento y diversión a los turistas y otros visitantes. Los lugares de recreo veraniego e invernal son los que conforman este tipo de ciudades, ejemplos de las cuales son ciudades como Marbella, Benidorm.
f. Función política y  administrativa: la designación de la capitalidad de un territorio para una ciudad le supone la instalación en ella de múltiples organismos públicos, y la necesidad de muchos funcionarios que los atiendan. Ejemplo es Madrid  y las capitales de la CC.AA.
El área de influencia urbana: entre un núcleo urbano y su territorio circundante se establecen múltiples lazos, que corresponden a las distintas formas de relación. Estos vínculos se superponen y combinan, y el conjunto representa el área de influencia, que se extiende hasta donde penetran las distintas formas de relación con la ciudad. El área de influencia (hinterland.) se puede definir como el territorio organizado por una ciudad y que está  vinculado socio-económicamente a ella. 
En el área de influencia juega un papel decisivo la distancia, de modo que la intensidad de los flujos de relación decae al alejarnos del núcleo urbano hacia la periferia del área. Sus límites son fluidos, ya que, sobre las márgenes, las poblaciones se reparten entre varios centros que compiten entre si.
La teoría de los lugares centrales de Chrystaller explica las diferentes dimensiones que puede tener el área de influencia a través del alcance máximo de los servicios ofrecidos por un centro, que corresponde a un nivel en la jerarquía funcional de los centros.

Evolución del sistema de ciudades en España.
El sistema español ha conocido diferentes etapas en su evolución. A cada una de ellas le corresponde un modelo propio. Los cimientos del actual sistema urbano español se encuentran en la época romana, pero es a mediados del Siglo XX, coincidiendo con los efectos de la industrialización, cuando se  consolida. . A partir de entonces pierde importancia el sistema urbano regional de la época preindustrial, aparece el provincial y se fortalece el sistema urbano estatal. En la consolidación de este último influyó de manera decisiva la creación de carreteras nacionales y el desarrollo de las vías de ferrocarril. Además, el desarrollo industrial, localizado fundamentalmente en el País Vasco y Cataluña, y el desarrollo de Madrid como capital del Estado determinan que el sistema de ciudades esté basado en dos grandes centros urbanos, Madrid y Barcelona. Otras ciudades que aumentan su importancia son Bilbao, Valencia, Murcia, Zaragoza y, en general, las capitales de provincia, que se convierten en centros rectores del sistema urbano de ámbito provincial.
Las carácterísticas del proceso de industrialización implican la aparición de fuertes desequilibrios territoriales; para  corregirlos se diseñaron los Planes y Polos de Desarrollo a partir de los años 1960, que contribuyeron al desarrollo de algunas ciudades y a equilibrar la red urbana.
Sistema de ciudades en la España postindustrial
La etapa postindustrial empezó a manifestarse en España en los últimos años de la década de 1970 y se caracteriza por la desindustrialización de la población activa, la reindustrialización tecnológica, la terciarización social y económica, una mayor especialización en servicios avanzados, el descenso en el ritmo de crecimiento de la población urbana y el aumento de la movilidad personal de la información. Estas nuevas circunstancias obligaron a buscar el sostenimiento de la dinámica urbana en otros factores, dando lugar a la creación de parques o polígonos tecnológicos donde se concentran industrias de alta tecnología; destacan los de Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, País Vasco, etc.
Otro fenómeno que conviene destacar es la terciarización de las ciudades, con el consiguiente desarrollo de las actividades ligadas al sector terciario superior y de apoyo a la producción: innovación tecnológica, informatización, comunicación, comercialización, etc. La desindustrialización y terciarización provocaron cambios significativos en el sistema de ciudades. La desindustrialización motivó el estancamiento y la crisis de las ciudades más industrializadas en la etapa anterior (País Vasco, Cantabria, Asturias), la terciarización consolidó los ejes litorales urbanos y ayudó al sostenimiento de los centros provinciales. El resultado fue una nueva estructura del territorio, más descentralizado y con nuevos centros de difusión,. La forma territorial que sintetiza todo este proceso es el fenómeno de la metropolización.
3.- Principales áreas y ejes urbanos.
 Grandes ejes de desarrollo urbano.
Las grandes ciudades españolas se disponen de forma semianular en la periferia. Las grandes metrópolis se concentran en el Nordeste.
El sistema de ciudades tiende a articularse, formando lo que se conoce como ejes de desarrollo. Las ciudades se articulan en torno a un conjunto de infraestructuras de transportes terrestres, fundamentalmente carreteras, a las que se une la concentración de actividades y de población.
1) Eje mediterráneo o levantino. Se extiende de Girona a Murcia; es uno de los que tiene mayor potencial de desarrollo. Está plenamente consolidado desde el punto de vista de la red urbana, su nivel de urbanización es muy elevado y presenta una estructura económica muy diversificada: industrial, terciaria, agrícola, etc.
2) Eje del Ebro. Discurre desde Bilbao hasta Tarragona y, aunque ofrece un gran potencial, tiene algunos vacíos demográficos en las provincias de Huesca, Zaragoza y Lleida.
3) Eje cantábrico. Se desarrolla desde el País Vasco a Galicia.; es el espacio más debilitado porque, además del declive minero-industrial, carece de recursos sustitutivos. Su alto nivel de urbanización, heredero de las etapas anteriores, convive con un declive urbano, un débil crecimiento económico y una red urbana estancada y poco integrada en las redes vecinas.
4) Eje atlántico gallego. Concentra la mayor parte del sector productivo gallego y forma parte de un eje de mayor envergadura que se prolonga hacia Oporto (Portugal).
5) Madrid. Su situación central dentro del sistema de infraestructuras le confiere una posición de conexión entre varios ejes. Tiene un gran peso dentro del sistema económico español, aunque sufre problemas de congestión; por ello, está extendiendo su área de influencia a las provincias limítrofes.
6) Eje litoral andaluz. El litoral andaluz constituye un gran corredor de gran importancia turística y es, además la continuación natural del eje mediterráneo y enclave de conexión con África.
7) Eje transversal andaluz. Se articula en torno a la Autovía del 92 y pretende el desarrollo  de las ciudades situadas en el llamado surco intrabético y la conexión del territorio andaluz con el  Levante.
8) Eje Madrid-Andalucía. Además de presentar problemas orográficos, hay grandes zonas con potenciales demográficos muy bajos a su paso por Castilla-La Mancha y parte de Andalucía; sin embargo, los ámbitos más meridionales  del eje, como la zona de Sevilla y el área de Jerez de la Frontera y Cádiz, tienen un fuerte crecimiento demográfico.
9) Eje oeste. Ruta de la Plata. Se extiende desde Huelva y Sevilla hasta el Principado de Asturias; mantiene en todo el interior tasas demográficas bajas, aunque comprende dos focos de alto potencial.


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