Canarias: Un Archipiélago Atlántico en el Corazón de la Unión Europea

Canarias: Un Archipiélago Abierto al Mundo

Canarias siempre ha sido una región abierta al exterior. El aislamiento propio de los espacios naturales se ha superado con la integración en la «economía mundo» desde la colonización. El desarrollo económico y social fue posible gracias al papel desempeñado como frontera sur de Europa, como escala en el proceso de colonización de América y de la costa occidental de África. También los grandes avances en los medios de transporte han supuesto cambios en la evolución de la economía, marcada por una gran dependencia del exterior. La navegación a vapor a finales del siglo XIX determinó el desarrollo portuario e impulsó la agricultura de exportación destinada a los mercados europeos. Y sin el desarrollo de la navegación aérea y la generalización de los vuelos chárter no se entendería que nuestras Islas sean un importante destino turístico internacional.

En el mundo global en que vivimos, Canarias se afirma como Archipiélago atlántico, cruce de culturas, de comunicaciones marítimas y aéreas, de personas y mercancías. La posición geográfica de Canarias, por un lado, y la consolidación de un régimen económico de libertad comercial, por otro, no solo han propiciado los vínculos tricontinentales, sino que seamos sociedad abierta y rica, con un importante mestizaje.

Canarias, Región Ultraperiférica de la Unión Europea

Desde sus orígenes, la Comunidad Europea respetó excepciones de algún tipo en la aplicación del derecho comunitario. Se trataba de islas que contaban con algunos derechos históricos y regímenes especiales con respecto al Estado miembro del que formaban parte. A partir de los años noventa, un nuevo concepto, el de Regiones Ultraperiféricas (RUP), ha reforzado el estatuto especial de Canarias en la UE.

Las regiones ultraperiféricas son siete, de las que seis son islas o archipiélagos: los departamentos franceses de ultramar (Martinica, Guadalupe y Reunión), más la Guayana en tierra firme; las regiones autónomas portuguesas de Azores y Madeira, y Canarias. Todas ellas tienen un régimen singular y específico, reconocido desde el Tratado de Maastricht. La entrada en vigor, de 2003, del Tratado de Niza, por el que se proponía una Constitución para Europa, afianzaba la consideración de Canarias y de los otros seis territorios mencionados como Regiones Ultraperiféricas. En el caso francés ya existía desde 1957 un reconocimiento de las especificidades de sus departamentos de ultramar del Tratado de Roma. En el caso portugués, las singularidades están recogidas en su propio Tratado de Adhesión.

De esta manera, las condiciones de adhesión de las islas Canarias estuvieron recogidas en el Tratado de Adhesión de España, en el que se señaló que Canarias no se integra en la PAC ni en la Unión Europea Aduanera, así como tampoco era de aplicación el IVA. Las Regiones Ultraperiféricas representan una realidad geográfica y económica diferente del resto de las regiones europeas debido a su aislamiento. Pero es posible, mediante una acción global y coordinada, reducir los efectos negativos de la ultraperiferia y promover la convergencia económica y social de estas regiones.

Canarias en la Política Exterior de la Unión Europea y España

El actual Gobierno autónomo contempla en su organigrama un Comisionado de Acción Exterior que coordina la acción de la Comunidad fuera del territorio español. La existencia de otros organismos, como la Viceconsejería de Emigración y las Direcciones Generales de Relaciones con la Unión Europea y de Relaciones con África, reafirman la importancia que el Gobierno de Canarias da a las relaciones exteriores.

En el Estatuto de Autonomía se recoge la importancia que tiene la política exterior. Si bien es una materia exclusiva del Estado, la Comunidad Autónoma debe solicitar al Estado la celebración de tratados de interés para las Islas. Por otro lado, la Comunidad ha de ser informada de los procesos de negociación que afecten a Canarias.

En los últimos años se han multiplicado los contactos entre el Gobierno de Canarias y los gobiernos de distintos países africanos. La Unión Europea ha previsto una serie de medidas específicas en favor de las Regiones Ultraperiféricas a través de un Plan de Gran Vecindad. Este ha facilitado el reforzamiento de las relaciones económicas, sociales y culturales de Canarias, estableciendo un espacio de influencia y favoreciendo su inserción en su entorno geográfico.

Otro aspecto donde Canarias adquiere protagonismo es en el ámbito de la inmigración. Por ello, opera en Canarias la Agencia Europea. Se trata de actuaciones de control de la costa de África occidental, para evitar la llegada de pateras y cayucos.

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