La Geografía Económica de España: Sectores Clave y Dinámicas Territoriales
La Agricultura Española: Diversidad y Modernización
En la economía española, la agricultura es el subsector con mayor peso dentro de las actividades del sector primario, superando el 50% del PIB de este sector. La agricultura en España está determinada por la diversidad de los espacios rurales, que a su vez viene definida por factores como el clima, el relieve, el tipo de suelo, el modelo de propiedad, el tipo de riego, la inversión de capital y el tamaño de la explotación. La tendencia en las últimas décadas ha sido hacia una especialización regional, sumada a la diversificación en cuanto a productos de gran calidad y alta demanda. Se ha dado una modernización de las técnicas, con un mayor uso de maquinaria, consumo de pesticidas y fertilizantes químicos, selección de semillas, cultivos transgénicos, creación de microclimas, eliminación del barbecho, entre otros avances.
Modelos Agrarios: Minifundio y Latifundio
En este sentido, cabe destacar el contraste entre dos modelos predominantes:
- El minifundio: Fincas de menos de 5 hectáreas, donde por lo común se practica una agricultura de regadío en explotaciones intensivas de policultivo. Este modelo predomina en algunas zonas del norte de la Península Ibérica, las cuencas de los ríos Guadalquivir y Ebro, así como en el litoral mediterráneo (Comunidad Valenciana y Región de Murcia).
- El latifundio: Fincas que superan las 500 hectáreas, donde se practica una agricultura de secano (mínimo aporte de agua al riego) en explotaciones extensivas (rendimiento bajo por hectárea) de monocultivo. Este modelo, asociado a la producción de cereales, vid y olivos, predomina en Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y zonas de Castilla y León.
Clasificación de los Paisajes Agrarios
Según el tipo de paisaje agrario, los espacios agrícolas en España se clasifican en:
Secanos Herbáceos
Representan el 60% de la tierra cultivada, dedicados a cereales, girasol y leguminosas. En la cuenca del Duero, la depresión del Ebro, Castilla-La Mancha y el interior de la Comunidad Valenciana, presentan suelos sedimentarios, abundante arcilla y relieve llano o abombado. En la depresión del Guadalquivir, ofrecen suelos margoso-arcillosos donde se retiene la humedad, con cortijos donde se da la rotación de trigo y girasol.
Secanos Leñosos o Cultivos Permanentes
Incluyen frutales, olivares y viñedos. Destaca la producción de aceite de oliva, donde España es la primera productora mundial, así como la amplia variedad de uva para la producción vinícola nacional y, en menor medida, la exportación, beneficiada por las inversiones de la Política Agraria Común (PAC) destinadas a la regeneración y selección de cepas.
Otros Secanos (Praderas y Pastos)
Comprenden las dehesas del oeste y el suroeste (forraje acompañado de encinas y alcornoques) y las regiones del Atlántico norte, con alto nivel de precipitaciones, que propician la sustitución del policultivo por el prado, base de una fecunda ganadería.
Regadío
Se presenta de forma intensiva en la costa mediterránea, subtropical atlántica y Canarias, lo que supone la tierra de cultivo más relevante de la economía española por el alto valor de producción y comercialización. También existe regadío extensivo, dedicado al cultivo cerealista, el forraje y los productos industriales (girasol, remolacha azucarera, algodón), y hortofrutícola en los valles interiores.
Espacios Industriales y Tecnológicos
Polígonos Industriales: Concentración y Evolución
Un ejemplo es el polígono industrial en Candina, Santander (Cantabria), una región litoral al norte de España de clima oceánico, caracterizada por las elevadas precipitaciones que influyen en los ríos caudalosos y los paisajes húmedos como los que se aprecian en la parte superior de la imagen. Estos polígonos se desarrollan en la segunda mitad del siglo XX en España durante los procesos de suburbanización, por los que el éxodo rural favorece el crecimiento demográfico en las grandes ciudades, la revalorización del suelo urbano y el traslado de las zonas industriales a la periferia, concentrándose un gran número de naves industriales y logísticas en polígonos o parques industriales. La localización de estos espacios se caracteriza por la proximidad a infraestructuras viales, y en este caso también fluviales, para favorecer la comunicación y el transporte; la cercanía a espacios urbanos que aportan mano de obra; un aporte cuantioso de capital; y políticas que favorecen esta concentración, compartiendo recursos de forma sinérgica. El tipo de paisaje es aglomerado, vertebrándose a través de calles y avenidas anchas, formando un enjambre regular que imita el espacio urbano. Acoge un gran número de trabajadores de distinta cualificación y diversas empresas, desde pymes hasta grandes compañías, dedicadas a la industria de equipamiento y consumo, y en menor medida a la de base, contemplando varias ramas productivas, con un grado de desarrollo tecnológico entre maduro y dinámico. Un problema es la deslocalización y terciarización de la economía española, y en este caso, pertenece a una zona industrial en declive.
Parques Tecnológicos: Innovación y Alta Tecnología
Un ejemplo es el parque tecnológico situado en Zamudio, Bizkaia, en el País Vasco, una región litoral al norte de España de clima oceánico, caracterizada por las elevadas precipitaciones que influyen en los ríos caudalosos y los paisajes húmedos. Tiene una localización privilegiada por la proximidad a núcleos urbanos destacados como Bilbao, a empresas de investigación y universidades que le aportan tecnología y mano de obra altamente cualificada, a infraestructuras como aeropuertos, puertos y redes viales y ferroviarias, así como a un entorno ambiental de calidad. El parque está constituido por edificios de vanguardia arquitectónica, con un cuidado entorno paisajístico, espacios verdes y aparcamiento, todo ello concentrado. Pertenece al sector punta de la alta tecnología (electrónica, telecomunicaciones, TIC, energía, etc.), acogiendo la investigación pública y privada, y llevando a cabo labores de consultoría dentro del ámbito de los bienes de equipo y de consumo. Cuenta con profesionales altamente cualificados y trabajadores y empresas que ofrecen una amplia gama de servicios de apoyo (limpieza, mantenimiento, etc.). Las empresas establecidas aquí son pymes (menos de 250 trabajadores). Este parque tecnológico se encuentra en una zona históricamente industrializada, encuadrado en el Eje Norte, y actúa como vehículo para la transferencia de los resultados de su investigación a las empresas y parques tecnológicos de la zona. El principal problema asociado a estos espacios es la elevada necesidad de financiación a fin de sostener el impulso en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) que, si bien no ofrece un rendimiento productivo inmediato, garantiza a cambio perspectivas muy favorables de crecimiento económico a medio y largo plazo, sobre todo en el ámbito de una economía globalizada.
La Red de Transportes en España: Articulación Territorial
Esta actividad económica es responsable del traslado de personas y mercancías entre lugares geográficos, diferenciando entre terrestre, marítimo o aéreo, cumpliendo funciones políticas, demográficas, económicas, sociales y culturales a la hora de interactuar y articular el territorio.
Desafíos y Políticas de Transporte
Los principales problemas de la red de transportes en España son un relieve accidentado, su carácter radial (impulsado desde el siglo XVIII por el reformismo Borbón y fomentado en el siglo XIX y XX por distintos gobiernos centralistas), la persistencia de tramos en las infraestructuras por modernizar, sobre todo en áreas del interior, los desequilibrios territoriales, el excesivo peso del transporte por carretera, la conexión internacional deficiente y el impacto medioambiental. Por lo que respecta a la política de transportes, las competencias se distribuyen entre el Estado central (Ministerio de Fomento) y las distintas administraciones públicas de rango inferior, de acuerdo con las directrices de la Unión Europea (UE) que ha planificado una Red Transeuropea de Transportes bajo las premisas de eficacia, reequilibrio modal, colaboración entre países y sectores productivos, cohesión territorial y social y movilidad sostenible.
Transporte por Carretera: Estructura y Densidad
La red de carreteras se compone de:
- Autopistas y autovías: Calzadas separadas en ambos sentidos de la circulación, con 2 o más carriles y sin cruces a nivel. Son un instrumento de desarrollo regional para zonas periféricas más cercanas a los centros de mayor peso.
- Carreteras nacionales: Calzada única con doble sentido para la circulación, cuya titularidad ejerce el Estado.
- Carreteras comarcales: Calzadas únicas con dos carriles y doble sentido para la circulación.
- Carreteras locales: Calzada única con dos carriles para la circulación y titularidad provincial o municipal.
El Estado es titular del 10% de la red de carreteras, más del 70% de autovías y más del 90% de autopistas. Las Comunidades Autónomas, diputaciones, cabildos y consells insulares gestionan las demás. El 50% del tráfico global se concentra en redes del Estado y dependen en su mayor parte del Ministerio de Fomento. La red viaria es radiocéntrica, depende de un punto central (Madrid) desde el que se expanden como radios las distintas arterias que vertebran la red viaria. Esto se debe a factores históricos y técnicos. Este fenómeno se palió con el trazado de nuevas autovías y autopistas que comunican los principales ejes de desarrollo, como el Eje Mediterráneo, al margen de la dependencia de Madrid. La red viaria tiene una mayor densidad en los grandes ejes de desarrollo y áreas metropolitanas, la intensidad del tráfico es mayor en las vías de gran capacidad y se ha visto integrada en el marco común europeo de forma notable, si bien aún están por desarrollar iniciativas como el fomento del transporte colectivo, la renovación del parque automovilístico e iniciativas como las «carreteras verdes».
Transporte Marítimo: Eje del Comercio Global
La red de transporte marítimo es responsable del mayor volumen de exportaciones e importaciones en la economía mundial. A través de la red marítima se importa, por ejemplo, la mayor parte de un recurso tan estratégico como es la energía, a la vez que se exportan productos agrarios o manufacturas ya elaboradas. La Unión Europea, a través de la política de las autopistas marítimas o short sea shipping, ha incentivado desde hace varios lustros el uso de este medio de transporte, pues entre otros factores, presenta unas mayores tasas de eficiencia económica y medioambiental, sobre todo si se compara con la carretera.
El sistema portuario del Estado español lo integran 28 autoridades portuarias que gestionan los 46 puertos marítimos de interés general, bajo la coordinación del ente público Puertos del Estado. La mayor dispersión portuaria se localiza en los archipiélagos, donde las tres autoridades portuarias gestionan 15 puertos, si bien habría que añadir otros puertos de titularidad autonómica que, en principio, presentan una menor importancia comercial, aunque no en el movimiento de pasajeros. Los puertos de mayor relevancia se sitúan en la vertiente mediterránea peninsular y en ambos archipiélagos, localizándose aquí, por lo general, las mayores superficies de flotación, así como el mayor movimiento de buques y mercancías. De hecho, más de un tercio del movimiento de mercancías del país se concentra en las autoridades portuarias de la Bahía de Algeciras y Valencia.
Desde el punto de vista del tráfico de viajeros, destacan ambos archipiélagos, donde se registra casi el 50% del movimiento de pasajeros, sin olvidar el 30% que se efectúa en los puertos que sirven de soporte para la Operación Paso del Estrecho (Bahía de Algeciras, Ceuta, Melilla, etc.), poniendo de relieve la importancia que este modo de transporte tiene allí donde no existe continuidad territorial. Respecto al tráfico de mercancías, hay que diferenciar entre las exportadas e importadas, así como entre los graneles (sólidos, como el carbón o el cemento, y líquidos como el petróleo) y las mercancías generales. Destacan sobre todo en el primer caso las autoridades portuarias de la Bahía de Algeciras y de Valencia, con una proyección netamente internacional, seguidas del puerto de Barcelona. También hay que reseñar el equilibrio entre las mercancías exportadas (embarcadas) e importadas (desembarcadas) que se registra en estas infraestructuras portuarias, al contrario de los puertos especializados en refino del crudo, como los de Tarragona, Cartagena y A Coruña, donde predominan las importaciones para así transformar el petróleo en las refinerías cercanas. Igual ocurre en los archipiélagos, donde la carencia de materias primas y grandes industrias convierte a los puertos de estos territorios en las grandes infraestructuras de abastecimiento. En general, el desembarque de mercancías procedentes del exterior es muy importante en toda la red de puertos del Estado, alcanzando casi el 90% en los puertos que más tráfico de mercancías registran (Bahía de Algeciras, Valencia y Barcelona), frente al predominio del desembarque nacional en los puertos insulares, así como en Ceuta, Melilla y Motril, hecho que indica la reiterada función de abastecimiento de estos espacios.
Marco de Análisis del Paisaje Industrial y Desafíos Económicos
Elementos Clave para el Análisis del Paisaje Industrial
Para comprender un paisaje industrial, se deben considerar los siguientes aspectos:
Localización
Se refiere a la localización geográfica aproximada, haciendo hincapié en las zonas antes que en áreas concretas (localidad, provincia, comunidad autónoma y eje), así como en las características físicas (topografía, interior, litoral). Implica el análisis de los factores de localización industrial, tanto clásicos o tradicionales (físicos como acceso a materias primas, fuentes de energía, emplazamiento favorable; y humanos como mercado, mano de obra, transporte, capital, infraestructuras, políticas, etc.), como nuevos (tecnologías, ventajas competitivas, promoción industrial, etc.). También se analiza el tipo de emplazamiento, diferenciando entre concentrado en grandes aglomeraciones y disperso, indicando las posibles ventajas e inconvenientes, y manifestando si el emplazamiento es una herencia del pasado, un polígono o distrito industrial, un espacio espontáneo (complejo industrial, clúster tecnológico) o bien planificado (parque tecnológico). Finalmente, se analizan factores del emplazamiento como el tamaño del espacio y las parcelas, la morfología arquitectónica, las infraestructuras de transporte, la dotación de servicios y la calidad medioambiental.
Características
Comprende el análisis del tipo de industria, según el destino económico de los bienes producidos (base, equipamiento o consumo final), según la actividad productiva (metalurgia, química, agroalimentaria, energía, etc.) y según el grado de desarrollo (maduro, base o punta). Incluye los rasgos de la mano de obra, como el nivel de cualificación, las tareas que realiza y la situación laboral. Y, por último, el tamaño de las empresas (pyme o gran empresa).
Problemática
Se centra en el análisis de los problemas específicos del sector al que pertenece ese paisaje industrial, los problemas estructurales que inciden sobre esa actividad y el impacto medioambiental de esas actividades.
Conclusiones
Consiste en el análisis del grado de desarrollo del paisaje a comentar, en función de los aspectos visibles que lo caracterizan, y de las perspectivas de futuro que se esperan para esas actividades, incluyendo posibles soluciones o alternativas.
Desafíos Estructurales de la Economía Española
La economía española enfrenta varios retos estructurales:
- Competitividad: La inversión en I+D+i es el gran reto pendiente de la economía española, prácticamente en todos los sectores, con especial incidencia en la industria. Esta inversión no solo debe limitarse al desarrollo de nuevos sectores o la modernización de los existentes, sino también a la superación y mejora de sistemas de organización y gestión de la producción, y sobre todo una inversión en capital humano, es decir, en formación y actualización de las habilidades y recursos de los trabajadores.
- Endeudamiento: Tanto público como privado, lo que está lastrando el consumo y la inversión, y pone en peligro el sostenimiento de las políticas sociales ante encrucijadas como el envejecimiento de la población y el sostenimiento de las pensiones.
- Desempleo: En tanto que resulta un fenómeno estructural, que se prevé continuará en términos demográficos por la persistencia del baby boom entre la población activa, cabe buscar soluciones a fin, no solo de combatir la lacra del paro, sino de favorecer el desarrollo de la economía, fundada en el ciclo de trabajo y consumo antes expuesto.
- Medio ambiente: Cabe equilibrar las necesidades económicas y productivas de la sociedad con el respeto al medio, evitando las emisiones masivas de gases de efecto invernadero y residuos, así como la sobreexplotación de recursos.