La Sociedad y Economía Española en el Siglo XIX: Población, Ciudades y Retraso Industrial

La Sociedad y Economía Española en el Siglo XIX

El Lento Crecimiento Demográfico

El crecimiento demográfico español de este período se caracteriza por ser de “régimen demográfico antiguo”, con una alta natalidad y alta mortalidad, lo que genera un lento crecimiento vegetativo y numerosas oscilaciones.

El crecimiento demográfico dependía fundamentalmente de la natalidad, la mortalidad y la emigración.

El descenso de la mortalidad propició el crecimiento debido al aumento de la producción agrícola que permitió mejorar la alimentación.

Características del Crecimiento Demográfico

La población española pasa de 10,5 millones de habitantes al iniciar el siglo XIX a 18,6 millones en 1900.

Natalidad
  • La Tasa Bruta de Natalidad superaba el 35 ‰ (propia de un régimen demográfico tradicional).
  • Con diferencias según regiones. El desequilibrio entre población y recursos motivaba la emigración.
Mortalidad
  • Aunque se redujo la mortalidad, se mantuvo elevada (superior al 27 ‰): es la principal causa de que no se produjera un fuerte crecimiento.
  • Las causas eran varias:
    • Atraso económico
    • Crisis alimentarias
    • Falta de higiene
    • Problemas del agua
    • Desconocimiento y carencia de un sistema sanitario adecuado
    • Algunas epidemias como el cólera y la fiebre amarilla, que afectaron especialmente en 1833-34, en 1854-55 y 1865-66.
  • Las malas condiciones sanitarias y la ausencia de higiene incrementaban el efecto de las enfermedades infecciosas que afectaban especialmente a la mortalidad infantil debido a la ausencia de vacunas ante enfermedades como el sarampión, la tosferina, la viruela, etc.
  • La esperanza media de vida pasó de 30 años al iniciarse el siglo a 35 en 1900.

No todas las regiones crecieron por igual: las regiones que crecieron por encima del 6 ‰ fueron Cataluña, Valencia, Murcia, Andalucía y Extremadura.

El Proceso de Urbanización

La mayoría de la población española durante el siglo XIX vivía en aldeas y pueblos.

A medida que iba creciendo la población rural, la incapacidad para absorber dicho crecimiento fue paralela al inicio de una industrialización en la periferia. El crecimiento de los sectores comerciales y de servicios en los centros comarcales, especialmente en las capitales de provincia, provocó un lento proceso de urbanización y emigración exterior.

El crecimiento urbano fue muy desigual:

  • Las ciudades crecieron como consecuencia del éxodo rural, aunque la mayoría de la población española seguía siendo rural.
  • Madrid y Barcelona duplicaron su población (en 1900 tenían medio millón de habitantes).
  • Estos procesos de urbanización provocaron la reforma de las ciudades con la creación de los “ensanches” y nuevas morfologías urbanas.

Movimientos Migratorios

La emigración incidió por una parte en un menor crecimiento, porque esta era especialmente de gente joven, y por otra en las desigualdades en el crecimiento según regiones.

Emigración Exterior

  • Desde el inicio del siglo XIX estuvo prohibida, hasta que en 1853 se autorizó a América, especialmente a Argentina, México, Brasil y Venezuela.
  • Las limitaciones a la emigración se basaban en la consideración de la población como un recurso económico y militar.
  • La emigración hacia países europeos fue escasa, exceptuando los exilios temporales por motivos políticos que tenían como destino preferente Francia o Inglaterra para, una vez cambiado el régimen político, volver a España.

Emigración Interior

  • Consiste en una corriente migratoria centrífuga, desde las zonas del centro a la periferia.
  • Las causas están relacionadas con el flujo del comercio y el crecimiento industrial de Madrid, Barcelona, Bilbao, Valladolid o Zaragoza.
  • Consecuencias: incremento del proceso de urbanización y aparición de un permanente éxodo rural que se ha ido incrementando progresivamente.

Comparativa Industrial: España frente a los Países más Avanzados de Europa

España tenía un retraso económico con respecto a otros países europeos. Aunque hubo transformaciones importantes, no se puede hablar de revolución industrial.

Las causas son complejas:

  • Causas geográficas, como la configuración del territorio y la climatología, que condicionaban las actividades agrarias.
  • La escasez de materias primas y la falta de capitales para iniciar un fuerte desarrollo industrial.
  • El analfabetismo, la falta de formación profesional y de cuadros técnicos preparados en las nuevas industrias.
  • La pérdida de las colonias americanas y de mercados internacionales.
  • La Guerra de Independencia, las guerras carlistas y los permanentes conflictos políticos generaron una Hacienda siempre endeudada.
  • Factores culturales y sociológicos, como la falta de una mentalidad comercial y espíritu emprendedor, la mentalidad tradicional apegada a la posesión de la tierra, símbolo de prestigio, que no era partidaria de las inversiones industriales y/o financieras.

En esta situación, durante todo el siglo XIX, España mantuvo una economía eminentemente agraria que ocupaba a la mayor parte de la población; se realizaron importantes reformas en cuanto a la estructura de la propiedad, pero no hubo revolución agraria ni industrialización.

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