La Nueva Arquitectura de Hierro y Cristal: Tipologías y Transformación Urbana
La Revolución Industrial provocó cambios importantes en el urbanismo de las ciudades, generando una estratificación social de las residencias. La nueva burguesía requirió edificios acordes a su importancia social y política. Se implementaron mejoras tecnológicas que permitieron mejorar la calidad de las viviendas. Los obreros, en líneas generales, fueron expulsados del centro y confinados en zonas periféricas.
El centro se transformó en zonas de paseo, grandes galerías, espacios para espectáculos, bancos, etc. Una excepción fue Inglaterra, donde las clases altas, desde los inicios de la Revolución Industrial, comenzaron a trasladarse a zonas fuera del centro urbano. Se crearon periferias obreras con casas en hileras y barrios que se asemejaban a cuarteles.
Debido a la Revolución Industrial, se produjo un crecimiento demográfico muy importante. La mayor parte de las ciudades europeas duplicaron su número de habitantes a lo largo del siglo. En general, se produjo una división de la ciudad por las distintas clases sociales, impulsada por fuertes especulaciones sobre el suelo urbano. Se buscaba que las nuevas ciudades tuvieran un tamaño reducido (aproximadamente 2000 habitantes), que fueran autónomas, autosuficientes y que contaran con explotaciones agrícolas. Se buscaba salubridad, higiene, contacto con la naturaleza, la realización de actividades colectivas y una preocupación por el desarrollo cultural. Los edificios de estas ciudades serían sencillos y estarían rodeados por áreas verdes.
Francia: Modelos Urbanos Utopistas
Charles Fourier
Abogó por una vida cooperativa. El Falansterio sería una colonia comunitaria: el pabellón central estaría destinado a funciones públicas, mientras que en los extremos se situarían los talleres y las escuelas. Los alojamientos de los habitantes se ubicarían en las plantas superiores, con una capacidad estimada de unas 1600 personas. Este modelo incluía explotaciones agrícolas. En sus patios se encontrarían las zonas de esparcimiento para los individuos. En resumen, sería una comunidad autosuficiente. Sin embargo, este modelo no llegó a construirse en Francia, aunque se encontraron algunos ejemplos en los EE. UU.
Jean-Baptiste André Godin
Discípulo de Fourier, sus ideas estaban ligadas a las de su maestro. Creó el Familisterio, que se componía de tres edificios rectangulares con una serie de viviendas para diferentes familias y servicios colectivos. Estos se dividían en tres edificios principales. Alrededor de una plaza se ubicarían las escuelas y el teatro para el ocio. Este edificio no incluía funciones agrícolas, sino que era únicamente industrial. Este proyecto sí se llegó a construir.
Inglaterra: Innovación Social y Urbanística
Robert Owen
Fue un empresario que creó una fábrica textil en Escocia para unos 3000 habitantes. Fue un empresario paternalista que tuvo en cuenta la importancia de las condiciones de los trabajadores, reduciendo los horarios y prohibiendo el trabajo infantil. Poseía una serie de talleres y molinos que se adaptaban al paisaje, y una segunda línea de viviendas que servían para albergar a los obreros. Esto se denominó New Lanark.
Ebenezer Howard
A finales de siglo, escribió una obra sobre la ciudad jardín. Era una ciudad radiocéntrica, con una plaza central en torno a la cual se situaban radialmente las viviendas unifamiliares con jardines para los obreros. Una gran avenida albergaba el comercio y residencias individuales, agrupando así una serie de servicios comunitarios (sociales, religiosos, etc.). Los anillos más alejados del centro se dedicaban a la agricultura.
París: La Gran Reforma Urbana
Reforma de Haussmann y Napoleón III (1853-1869)
La intervención urbana en París fue absolutamente rotunda, modificando el centro de la ciudad con una reforma a gran escala que generó muchas críticas y detractores. Fue una reorganización muy clasista. En primer lugar, París contaba con un entramado medieval de calles muy estrechas y curvilíneas. La ciudad tenía diversos problemas de salubridad y movilidad, a lo que se sumaban fines políticos y sociales.
El plan tenía dos ejes principales: uno Norte-Sur y otro Este-Oeste. A partir de ellos, se creó un sistema de bulevares radiales que emergían de estos puntos clave. Hubo una reordenación de las plazas urbanas, poniendo en valor edificios como arcos, etc. Se derribaron los barrios antiguos. En las calles se establecieron ordenanzas especiales para que tuvieran entre 20 y 30 metros de anchura, y se implantó un sistema de calles rectilíneas sobre la antigua trama medieval. Los modelos se inspiraron en la tradición francesa de aislar los monumentos. Todas estas intervenciones tenían un valor estratégico.
El eje Este-Oeste abarcaba la orilla derecha del Sena, transcurriendo desde el Louvre y las Tullerías hasta la Plaza de la Estrella (Place de l’Étoile). Las calles rectilíneas fueron las dominantes, y en ellas se abrieron avenidas que se unían entre sí. Las mejoras higiénicas fueron notables: las aguas residuales estaban soterradas por una red de alcantarillado. Se iluminó la ciudad con gas y se construyeron múltiples edificios públicos. En la periferia se encontraban los hospitales.
La tipología de los edificios era uniforme, con una rígida reglamentación: comercios en la planta baja, plantas superiores ocupadas por las clases sociales más altas y el servicio en las buhardillas. La altura del edificio estaba controlada y se produjo una sectorización de la ciudad. Al noroeste y suroeste se ubicaron los barrios para la nueva burguesía y la aristocracia; al este y noreste, los barrios obreros, produciéndose así una clara diferenciación por zonas. Al sur y suroeste se establecieron los barrios de las clases medias. Esto fue acompañado por la construcción de parques.
Fue una ciudad absolutamente clasista, con edificios uniformes que expulsaron a los obreros del centro, buscando evitar las revoluciones obreras ocurridas anteriormente. Se produjo una fuerte especulación del suelo, ya que el Estado expropió las zonas del centro donde se iba a intervenir, vendiendo esas parcelas a bancos o grandes constructoras. Todo ello siguiendo unas normas estrictas impuestas desde el poder.
Diseño de Parques y Espacios Verdes
Kensington Gardens (Londres)
Los Kensington Gardens poseen los mismos principios que el resto de los parques, obra de la intervención de John Nash. Encontramos diferentes unidades espaciales y también aparecen temas regulares, como en algunos de los estanques. La visión que se aplica a los parques es la de la campiña inglesa idealizada. Existe un deseo de que esa campiña idealizada se integre en los problemas que conlleva la Revolución Industrial.
Parques de París: Georges-Eugène Haussmann y Jean-Charles Alphand
Se realizaron algunos parques de menor tamaño en la ciudad, unos conectados al sur y otros al norte. Jean-Charles Alphand fue el arquitecto encargado de la creación de estos parques. Los principios de Alphand se caracterizaban por el uso de líneas elípticas que se combinaban con líneas circulares, respetándose algunos caminos rectilíneos del diseño primigenio. Existía una diferencia entre los caminos dedicados a los caminantes y los que estaban dedicados a los carruajes. Se crearon islas artificiales con elementos naturales, así como la presencia de grutas, cataratas, etc.
El Bois de Vincennes fue un parque creado para las clases sociales menos privilegiadas. En él introdujo elipses tangenciales que formaban los caminos y se combinaban con círculos y ciertas avenidas rectilíneas. Se mantuvo el tema de los estanques sinuosos, las praderas de césped, etc. Estos parques, vinculados a los barrios obreros, generalmente contaban con una serie de equipamientos deportivos para mitigar las duras condiciones que enfrentaban estas clases sociales como consecuencia de la Revolución Industrial. En el centro de París se realizaron una serie de parques de menores dimensiones. Lejos de rechazar los avances de la Revolución Industrial, en algunos de ellos se encontró incluso una línea de tren. Este parque estaba realizado en una zona de fortísimos desniveles. Se le quiso dar con esos desniveles un aire pintoresco. Mantuvo las unidades espaciales.
Viena: La Construcción del Ringstrasse
El Ringstrasse (1857-1885)
Ludwig Förster y la planificación del Ringstrasse
El Imperio Austrohúngaro experimentó un fuerte crecimiento industrial en el siglo XIX. Viena era una ciudad medieval con fortificaciones y un glacis (término de fortificación). A finales del siglo XVII, algunos aristócratas construyeron viviendas temporales fuera del Glacis. El centro de Viena se había mantenido con ese entramado medieval fortificado. Esta configuración era insuficiente para construir la serie de edificios que se necesitaban.
Se decidió destruir la muralla de la ciudad con el fin de ampliarla con un sistema viario y una serie de equipamientos públicos, acompañado de edificaciones privadas para la alta burguesía con manzanas regulares, y crear una serie de cuarteles para evitar las revoluciones. Fueron 30 años de obras y el proyecto fue llevado a cabo por Förster.
Se demolieron las murallas y se creó la Ringstrasse, un bulevar de gran tamaño con jardines y edificios para alojar a la alta burguesía, junto con museos, edificios públicos, etc. Se convirtió en una especie de museo al aire libre con diferentes edificios eclecticistas construidos por diversos arquitectos. En una de las zonas se proyectó un gran jardín que sería el primer tramo; el segundo tramo albergaría la Ópera y la Filarmónica de Viena y se uniría con la [Universidad/Parlamento]. La zona principal era donde se encontraba el palacio, una zona representativa imperial.
Posteriormente, se encontró otro parque con una serie de avenidas radiales donde se ubicarían el ayuntamiento de estilo neogótico, la universidad neorrenacentista y un teatro neobarroco de Semper. En el tramo final se establecieron una serie de residencias. Se diversificaron las funciones de los equipamientos urbanos que se construirían en los distintos sectores del Ring.
Semper fue el encargado de renovar el palacio, residencia permanente de la monarquía Austrohúngara. Lo planteó como una gran exedra que ocultaba la arquitectura anterior, con una gran columnata de órdenes combinados. Se encontró una mezcla ecléctica de temas del barroco y del neorrenacimiento. En torno a la zona del palacio, Semper construyó los dos museos: el Museo de Historia Natural y el Museo de Historia del Arte. La planta del museo se concibió como un gran espacio cupulado con juegos de escaleras que le dotaban de un aire palaciego. Ambos museos poseían la misma planta, que recordaba la idea de museo como corredor.