Temperatura media clima Mediterráneo

Esta gráfica en forma de triángulo o montaña nos muestra de forma visual la organización de la vegetación canaria en cinco pisos bioclimáticos atendiendo a la altitud y a las variaciones de temperatura y humedad que se modifican a medida que ascendemos hacia la cumbre. La distribución de los pisos también varía según la vertiente: la vertiente norte o de barlovento, representados en esta imagen con una nube, es más húmeda por la influencia de los vientos alisios y la vegetación es más abundante; mientras que en la vertiente sur o de sotavento crecen plantas adaptadas a un ambiente más seco.El primer piso va desde el nivel del mar hasta los 300 metros en la vertiente de barlovento y hasta 500 en la cara de sotavento, y las especies dominantes son el Cardonal Tabaibal.  Le sigue el piso de Bosque Termófilo, que se sitúa entre los 300 y 700 metros en la cara de barlovento, ascendiendo hasta los 1.000 metros en la de sotavento. El Monteverde se da exclusivamente en la fachada de barlovento, situándose entre los 800 y 1.200 metros, mientras que en la de sotavento ya comienza el pinar, que en la cara de barlovento se sitúa por encima del Monteverde, hasta los 2.200 metros de altitud. Por último encontramos el matorral de cumbre.// Las Islas Canarias pertenecen a la regíón biogeográfica macaronésica junto con  los archipiélagos atlánticos situados en la costa noroccidental de África: Madeira, Azores y Cabo Verde, con los que comparte una flora y fauna que presentan numerosas afinidades.  El archipiélago canario, debido a su posición geográfica, tiene un clima subtropical diferente al del resto de España. Asimismo, el carácter insular y el vulcanismo proporcionan unas particularidades especiales a su vegetación, que se caracteriza por su gran riqueza y originalidad, la presencia de muchos endemismos (formaciones vegetales propias y exclusivas) y a las reliquias o formaciones vegetales propias de la era Terciaria en el Mediterráneo europeo que desaparecieron por las glaciaciones cuaternarias, como es la laurisilva. Todo ello convierte a las Islas en una regíón con una gran riqueza botánica con más de 500 especies endémicas: desde helechos, hongos y líquenes al drago, el pino canario o la violeta del Teide.  Piso basal o cardonal tabaibal: abarca desde el nivel del mar hasta los 300 ó 500 metros en las vertientes de barlovento y sotavento, respectivamente. Son especies adaptadas a la gran cantidad de salinidad en el ambiente, procedente del efecto de la maresía, y al clima de esta franja costera que se caracteriza por la escasez de precipitaciones (100-300 mm anulaes) y la aridez, las altas temperaturas y un alto grado de insolación.  Las especies vegetales que predominan son las tabaibas y cardones que se intercalan con balos, berodes, bejeques y magarzas. También encontramos plantas halófilas (toleran la concentración sal procedente del mar, como la siempreviva rosada de la islas de Lobos) y psamófilas (adaptadas a vivir en la arena) en la franja más cercana al mar. Las especies vegetales de esta zona se encuentra en peligro por el avance del turismo. intermedio o de transición, o bosque termófilo: se extiende entre los 300 y 800 metros, según la venrtiente. Es un piso de transición entre las comunidades de matorral de las zonas costeras y los bosque de laurisilva (barlovento) y el pinar (sotavento). El descenso moderado de la temperatura y el aumento de la humedad permiten el crecimiento de dragos, palmeras y sabinas. Estas especies vegetales han sufrido la acción antrópica (del hombre), llegando algunas especies a casi desaparecer, como consecuencia de los asentamientos humanos y el intenso aprovechamiento de esta franja de bosque termófilo para la explotación ganadera, la roturación de tierras para el cultivo y la tala abusiva.  termocanario o Monteverde: se desarrolla en las vertientes de barlovento, entre los 800 y 1.200 metros de altitud, cota en la que se instala el mar de nubes, aportando a la vegetación la ‘lluvia horizontal’, sin la cual esta formación no podría existir. En esta franja la temperatura media es de 15º, las precipitaciones son abundantes, el grado de insolación es bajo y la humedad elevada. Este piso  solo se desarrolla en la vertiente de barlovento de las islas de La Gomera, La Palma y Tenerife. El monteverde comprende dos subtipo de bosque: las formaciones de laurisilva y el fayal-brezal. El bosque de laurisilva es una reliquia de la vegetación mediterránea de la era terciaria, anterior a las glaciaciones, que pervive en las islas de La Palma, La Gomera y Tenerife. La laurisilva es una de las formaciones arbóreas más conocidas de Canarias: son especies de gran porte y se distinguen por sus hojas semejantes al laurel, de ahí el nombre de laurisilva (“selva de laurel”). Se caracteriza por ser una formación boscosa y densa, siempre verde, compuesta por más de 20 especies que pueden alcanzar los 20 metros de altura y que necesitan la humedad y la lluvia horizontal de los vientos alisios. Las copas de los árboles apenas dejan penetrar la luz del sol por lo que el sotobosque está dominado por helechos y musgos. En esta formación forestal de gran frondosidad y de carácter perennifolio encontramos un elevado número de endemismos como el laurel, el viñátigo, el til y el naranjo salvaje. El fayal-brezal es la otra formación vegetal que se desarrolla a esta altitud, se sitúan por encima de la laurisilva y se ha desarrollado por la degradación de ésta debido fundamentalmente a la acción humana. Esta comunidad vegetal existe también como zona de transición natural a los pinares, tanto en las cotas altas de laurisilva, como en las zona de cambio de vertientes. Canario o pinar se se extiende entre los 1.200 y 2.200 metros, se distribuye por encima del monteverde hasta los 2300 metros en la vertiente de barlovento, mientras que en la vertiente de sotavento ocupa la franja correspondiente al monteverde. El pino canario es el bosque más extenso de Canarias, de donde es endémico, con representación en La Palma, Tenerife, El Hierro y Gran Canaria (La Gomera sólo tiene grupos dispersos, y los que se encuentran en Lanzarote y Fuerteventura son cultivados). Se trata de una especie arbórea que puede llegar a alcanzar los 40 metros de altura, presentando una excelente capacidad de adaptación, pues puede crecer en suelos pobres y resistir temperaturas inferiores a los -10 grados, así como superiores de los 40º centígrados. En este sentido, se ha adaptado a las condiciones de sequedad mediante el desarrollo hojas de tamaño reducido y forma de aguja finas y flexibles, que se disponen en grupos de 3 en 3.  Otra carácterística especial del pino canario es su capacidad de resistir al fuego (pirófito), que debe al grosor de la corteza unido a la capacidad de florecer del tronco (vuelve a rebrotar incluso cuando ha perdido todas sus hojas y ramas), por eso sobrevive a incendios moderados. Junto al pinar, que tiene mayor presencia en la fachada de sotavento, puede existir un pobre sotobosque que dependerá de la fachada en la que se ubique. De esta manera, en el norte, en sus límites inferiores aparecen asociados al monte bajo de brezos y fayas, que luego, al ganar altura, desaparecen para dar paso a los codesos y escobones, que varían según la isla y las localidades. También forman parte del sotobosque del pinar especies tan frecuentes en los ecosistemas canarios como las jaras (Cistus monspeliensis), tomillos (Micromeria sp.), poleos(Bystropogon origanifolius) y la cresta de gallo (Isoplexis). supracanario o matorral de cumbre: se sitúa por encima de los 2.200 metros y sólo está presente en Tenerife y La Palma. A medida que ascendemos la vegetación va siendo más escasa, encontrándonos con comunidades de matorrales o arbustos de pequeño porte que han tenido que adaptarse a unas condiciones climáticas duras como escasez de precipitaciones que durante el invierno aparecen en forma de nieve y heladas, la alta oscilación térmica, la fuerte insolación con mayoría de días despejados a lo largo del año, fuertes vientos…  La retama y el codeso de cumbre predominan en este altitud, para lo que han desarrollado una serie de mecanismos que les permiten sobrevivir en este medio, como es el carácter arbustivo dada la escasez de agua y nutrientes, raíces muy desarrolladas por la escasez hídrica o porte almohadillado para frenar el viento y la insolación, y evitar la evaporación del agua del suelo.
A estas formaciones hay que añadir los diferentes taginastes, destacando el rojo de Tenerife o el azul. En la parte más alta de las cumbres se asientan especies rupícolas (que crecen sobre la roca), caracterizadas por el elevado número de endemismos, entre los que destaca la violeta del Teide. 


Todas las actividades que el hombre realiza en el medio generan un impacto que puede ser positivo, si lo beneficia, o negativo si lo perjudica. Muchas actividades humanas han producido un proceso de degradación medioambiental que actualmente alcanzan una dimensión global. La sociedad de consumo, las actividades económicas, el uso desmedido de energías fósiles, la intensa urbanización e infraestructuras y las guerras están teniendo un impacto sobre las aguas, la atmósfera, el suelo y la biodiversidad, que está acabando con el paisaje y los seres vivos de muchos lugares del planeta. Las políticas medioambientales adoptadas por todos los países proponen medidas para afrontar estos problemas y avanzar hacia el desarrollo sostenible (asegurar las necesidades del presente sin comprometer las capacidades de las futuras generaciones).Las principales acciones del hombre que afectan el ambiente son la alteración del relive, la deforestación, la contaminación, la erosión y la desertificación.//1.
La alteración del relieve o artificialización del suelo consiste en la desaparición del paisaje natural bajo edificaciones e infraestructuras. Es la mayor transformación del medio realizada por el hombre: se modifica el relieve, se altera la vegetación, se destruye el suelo, se modifica el clima (climas urbanos). La causa principal ha sido el crecimiento urbano y el modelo de ciudad, con periferias cada vez más extensas, como es el caso de Madrid, o la actividad turística en el caso del litoral Mediterráneo o de Canarias. En el Archipiélago afecta sobre todo al paisaje litoral del sur de Tenerife y Gran Canaria, y de islas como Lanzarote y Fuerteventura por la construcción desmesurada y, en ocasiones, sin planificación de infraestructuras turísticas. 2.

Deforestación, erosión y desertización:

El deterioro de la cubierta vegetal se debe a dos factores: la erosión del suelo, que  se produce por causas naturales como las lluvias torrenciales, cuyo efecto se ve agravado por la acción humana: técnicas de cultivo intensivas con exceso de productos químicos, abandono de tierras de cultivo, sobrepastoreo, la extracción de áridos para la construcción de carreteras e infraestructuras. La superficie vegetal se está perdiendo también por actividades como deforestaciones para conseguir tierras agrícolas y madera, incendios forestales, o introducción de especies invasoras. La erosión y la deforestación tienen consecuencias importantes: pérdida de un medio natural para reducir el CO2, la desertificación del suelo que afecta al 40% de la superficie española, la pérdida de fertilidad del suelo agrario, además de alteraciones en el ciclo del agua y la pérdida de fauna. La pérdida de vegetación en Canarias (cardones y tabaibas, palmeras y dragos) se ha producido por los asentamientos humanos en las medianías y en las costas por el turismo y la explotación de la madera (bosques de pinos) como las actividades que mas han degradado la cubierta vegetal, así como la introducción de especies foráneas como el rabo de gato y el muflón que generan graves daños a las especies endémicas. 3.
La contaminación, que afecta al aire, las aguas y los suelos. La contaminación atmósférica proviene la emisión de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles (industria, automóviles y aviación, principalmente) responsables del cambio climático y de la lluvia ácida (partículas gaseosas de azufre y nitrógeno que al mezclarse con el vapor de agua se vuelven corrosivas, y caen de nuevo en la superficie terrestre mediante la lluvia y la nieve, afectando negativamente a lagos, árboles, suelo, cultivos, etc.). Además, existen factores que favorecen la concentración de los contaminantes atmosféricos, como es la estabilidad atmosférica (los anticiclones), dando lugar a niveles de contaminación elevados en las grandes ciudades que alteran las temperaturas y afectan a nuestra salud (enfermedades pulmonares).
La contaminación del suelo tiene como causas la extracción minera, los vertidos industriales y urbanos, el empleo abusivo de sustancias químicas en la agricultura y ganadería intensiva (contamina el suelo y las aguas). Como consecuencia, el suelo adquiere carácterísticas tóxicas, dañando los ecosistemas, la producción agraria y el valor económico del terreno.
La contaminación y sobreexplotación de las aguas son los principlaes problemas que afectan a este recurso natural en España.
La contaminación procede principalmente de los vertidos de las actividades ganaderas y agrícolas (fertilizantes y productos fitosanitarios como plaguicidas y pesticidas), las industrias (productos químicos), los residuos de núcleos urbanos y turísticos o el tráfico marítimo. La contaminación afecta a los ríos y a las aguas marinas (ejemplo el Mediterráneo).
La sobreexplotación o consumo superior a la capacidad de recarga natural de este recurso se debe a la demanda creciente por el crecimiento de la población y las ciudades, el desarrollo turístico y urbanístico en zonas costeras, así como por la actividad agraria, que consume el 80% del agua dulce. La sobreexplotación en Canarias se debe al fuerte aumento del consumo de agua para uso agrario y, sobre todo, para el turístico, que junto a la sequía ha causado causando un descenso del nivel de los acuíferos y su consecuente riesgo de salinización, así como la desaparición de aguas superficiales (arroyos). 4.
Residuos urbanos e industriales, que generan un gran impacto en el medio tanto por su volumen, debido fundamentalmente al fuerte crecimiento de la población y al desarrollo del turismo, como por el carácter tóxico y no biodegradables de la mayoría, cuyos compuestos contaminantes  superan la capacidad que tienen los sistemas naturales de integrarlos o descomponerlos. 5.
La pérdida de biodiversidad o la variedad de todos los seres vivos en nuestro planeta, ha estado disminuyendo a un ritmo alarmante en los últimos años debido a actividades humanas, como las actividades económicas, la contaminación y el cambio climático. Su principal consecuencia es el empobrecimiento del ecosistema global que priva a la humanidad de importantes recursos.// La toma de conciencia sobre los efectos negativosdel actual modelo de desarrollo supera las fronteras de cada país con el proceso de globalización y ha obligado a realizar un enfoque universal de este problema encaminadas al Desarrollo Sostenible. A este objetivo responde la política medioambiental española
Actualmente está pendiente de aprobarse una nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética- , que responde a la legislación europea y a los acuerdos internacionales (Cumbre de Río de Janeiro, Cumbre de París, Protocolo de Kioto, entre otros). Las legislación española contempla medidas orientadas a:
la corrección de las agresiones al medio (reducción de las emisiones de CO2, recuperación de espacios deforestados con repoblamiento, limpieza de ríos y suelos contaminados, etc.). 
protección de los espacios naturalesde mayor valor (Parques Nacionales, Parques Naturales, Reservas Naturales, Áreas Marinas Protegidas, Monumentos Naturales, Paisajes Protegidos, etc.)
la prevención mediante la elaboración de planes y evaluaciones de impacto medioambiental de la actividad humana.
concienciación de sobre los riesgos que un crecimiento económico desordenado pueda tener sobre el medio y la implicación de la ciudadanía en hábitos de consumo y prácticas sostenibles (reciclaje, uso racional del agua y del transporte privado…)

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