Revolución Industrial: Orígenes, Desarrollo y Expansión Global (Siglos XVIII-XIX)

Los Orígenes de la Industrialización

La Revolución Industrial fue un proceso prolongado, marcado por profundos cambios tecnológicos, económicos y sociales, que se inició en Inglaterra entre 1760 y 1780. Sin embargo, la difusión de la sociedad industrial no se produjo hasta el siglo XIX. Por esta razón, los historiadores prefieren referirse a este fenómeno como un proceso de industrialización.

Antecedentes de la Industria en el Siglo XVIII

En la Europa del siglo XVIII, la mayor parte de la riqueza provenía de la tierra. La recurrencia de crisis agrarias limitaba el crecimiento demográfico. En las ciudades, las actividades artesanales estaban muy restringidas debido a la tecnología de la época y a las imposiciones del Antiguo Régimen. A pesar de estas limitaciones, no era una sociedad inmóvil.

Comenzaron a surgir cambios significativos, como la industria doméstica en el ámbito rural, un fenómeno conocido como protoindustrialización, donde se desarrolló una producción manufacturera artesanal.

Los historiadores distinguen tres fases principales del trabajo autónomo:

  • Domestic System: Los campesinos realizaban trabajo artesanal en sus hogares y vendían sus productos en mercados cercanos.
  • Putting-Out System: Implicaba el control del proceso productivo por parte del comerciante, quien distribuía las materias primas y recogía los productos terminados.
  • Factory System: Caracterizado por la concentración de capital, trabajadores, materias primas y herramientas en un mismo espacio físico, dando origen a las fábricas urbanas.

Gran Bretaña: Pionera de la Industrialización

Gran Bretaña fue la primera región donde se produjo la industrialización en el siglo XVIII, gracias a una combinación de factores clave:

  • Gran Imperio Colonial: Poseía el control de las principales rutas marítimas y del mercado de importación de materias primas.
  • Expansión del Mercado Exterior y Crecimiento del Mercado Interior: Contaba con extensas redes de puertos, carreteras y canales, lo que facilitaba una demanda interna progresiva.
  • Contexto Político Estable: Un entorno político favorable que protegía los intereses comerciales y empresariales de la burguesía.
  • Espíritu de Innovación: Un importante factor cultural y científico que impulsó el desarrollo tecnológico.

Las Revoluciones Demográfica y Agraria

Las Transformaciones Agrarias (Siglo XVIII)

  • Características: Se logró una elevada producción que generó excedentes, un alto grado de mecanización y la transformación de los propietarios en empresarios agrícolas.
  • Transformaciones Clave:
    • Cambios en la estructura y explotación de la tierra, con concentraciones de la propiedad y la implementación de leyes de cercamientos (Enclosures Acts).
    • Innovaciones tecnológicas, como la mejora del arado y la aparición de nuevas herramientas como sembradoras y trilladoras.
    • Optimización del sistema de cultivo, que aumentó la producción gracias a la sustitución del barbecho por la rotación de cultivos (Sistema Norfolk).
  • Perjudicados: Los Campesinos: Muchos no pudieron competir, se vieron obligados a vender sus tierras y emigraron hacia los nuevos barrios industriales en busca de trabajo.

Los Cambios Demográficos (Siglos XVIII-XIX)

  • Crecimiento Demográfico: Se mantuvo una elevada natalidad y se produjo una disminución significativa de la mortalidad, gracias a la mejora de la alimentación (debido al aumento de la producción agraria) y a los progresos en la medicina y la higiene.
  • Impacto en el Desarrollo Económico: El aumento de la población generó una mayor demanda de productos, impulsando así el desarrollo económico.

La Producción Industrial y el Sistema Fabril

La producción industrial está intrínsecamente vinculada a la aparición y extensión del sistema fabril, caracterizado por una gran concentración de capital y mano de obra. Este sistema surgió mayoritariamente en el sector textil y se desarrolló gracias a las innovaciones tecnológicas y a la invención de nuevas máquinas.

Los Sectores Pioneros

La Industria Textil Algodonera

En la industria textil algodonera, se inventaron varios sistemas revolucionarios:

  • El telar de lanzadera volante, inventado por John Kay, era una máquina de tejer que aceleraba el proceso, pero generaba un desequilibrio al tejer rápido y hilar lento.
  • La Spinning Jenny, inventada por James Hargreaves, fue una máquina de hilar que resolvió parcialmente el problema anterior.
  • La Mule Jenny, creada por Samuel Crompton, producía un hilo más resistente y en mayor cantidad, utilizando energía hidráulica.
  • El telar mecánico, inventado por Edmund Cartwright, se convirtió en la máquina de tejer más eficiente.

Las consecuencias de estas innovaciones fueron la desaparición progresiva de la industria doméstica y la transición del Domestic System al Factory System.

La Máquina de Vapor

Inventada por James Watt en 1769, la máquina de vapor se caracterizó por utilizar una fuente de energía distinta a la humana, convirtiéndose en un rasgo esencial de la industria moderna. Originalmente concebida para la explotación minera, fomentó el desarrollo de la siderurgia (industria del metal) e impulsó significativamente la industria del carbón y el hierro, siendo una parte imprescindible para el ferrocarril.

Los Transportes y la Comunicación

La Revolución Industrial impulsó el desarrollo de medios de transporte y comunicación más eficientes y económicos, como los canales y caminos, que favorecieron el mercado interior. La máquina de vapor fue aplicada tanto en el transporte terrestre (ferrocarril) como en el marítimo (buque de vapor).

  • El Ferrocarril: Inventado por George Stephenson en 1814, el ferrocarril multiplicó la velocidad del transporte. La primera red ferroviaria se estableció en Gran Bretaña. Se convirtió en el motor principal de la industrialización y, entre 1850 y 1880, fue considerado un sector económico clave. De hecho, el capitalismo del siglo XIX se cimentó sobre las fábricas, los bancos y los ferrocarriles.
  • La Navegación a Vapor: El barco de vapor, inventado por Robert Fulton en 1807, permitió la construcción de buques de mayor tonelaje, aumentando el volumen del comercio internacional y abaratando los precios del transporte. Se desarrollaron proyectos importantes para facilitar y acortar el tráfico interoceánico, como el Canal de Suez y el Canal de Panamá.
  • Transmisión Rápida de la Información: Se inventaron el telégrafo eléctrico y, posteriormente, el teléfono, revolucionando la comunicación a distancia.

El Comercio y el Capital

Se produjo un constante crecimiento de la demanda tanto en el mercado interior como en el exterior de Europa, impulsado por las relaciones comerciales con las colonias, especialmente en el intercambio de tejidos de lana y algodón.

El desarrollo del comercio se fundamentó en la disponibilidad de materias primas como el algodón y el hierro, la creciente demanda de productos industriales, la generación de excedentes económicos y la acumulación de capital.


La Expansión de la Revolución Industrial

Gran Bretaña: Potencia Mundial

Gran Bretaña se consolidó como la primera potencia mundial, monopolizando la industria, las exportaciones manufactureras y la explotación colonial. No enfrentó competencia significativa hasta bien entrado el siglo XIX. Este dominio transformó las relaciones económicas globales y propició el surgimiento del liberalismo económico.

Bélgica, Francia y Alemania: La Segunda Ola

La difusión de la industrialización y el crecimiento económico en estos países fue un proceso pacífico, lento y gradual. En Bélgica y el norte de Francia, desde 1830, existía una sólida tradición manufacturera y comercial, disponibilidad de materias primas y una excelente localización geográfica.

En Alemania, destacaron regiones como la cuenca industrial del Ruhr, rica en fuentes de carbón y hierro. La industrialización se impulsó por la producción ferroviaria y la necesidad de un mercado y un Estado alemán unificados.

Los Últimos en Incorporarse

Los últimos países en unirse al proceso de industrialización fueron España, Italia, Portugal, Austria, Hungría y Rusia. En estas naciones, existían mayores barreras institucionales y políticas, así como un menor desarrollo de la burguesía. Sus industrias se dedicaron principalmente a las producciones textiles y metalúrgicas.

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