Que es bienes económicos y materiales ,sociales

FACTORES DE LA DIVERSIDAD REGIONAL. 

Para medir y expresar los desequilibrios económicos y sociales sobre el territorio se han empleado los referentes a la producción y el nivel de renta de la población (producto interior bruto y nivel de renta de las familias o personas) y la densidad y el nivel educativo de la población; actualmente se han sumado otros indicadores tratando de dar una visión más ajustada de la realidad económico
Social regional, especialmente los referentes a la especialización funcional de las regiones, en actividades científicas y tecnológicas , y los indicadores referidos a la realidad  económicosocial, como las condiciones de la vivienda y el acceso a equipamientos públicos. Contamos con encuestas como “Estadística sobre las actividades en investigación científica y desarrollo tecnológico (I+D)” o la “Encuesta de innovación tecnológica”. Y para tener información sobre la realidad económico-social “La Encuesta de Condiciones de Vida” y la “Encuesta a personas sin hogar”. 

Los indicadores obtenidos, nos proporcionan los datos necesarios para analizar los desequilibrios regionales existentes 

DESEQUILIBRIOS REGIONALES. 

Los desequilibrios regionales constantes en el tiempo, no siempre han sido los mismos ni tenido la misma intensidad. Hasta el Siglo XVII, cuando se inicia un retroceso, la mayor parte de la población vivía en la meseta castellana. Durante el Siglo XIX, la industrialización hace que la población llegue a la periferia, empezando a configurarse el mapa de los desequilibrios regionales actuales, con regiones en crecimiento y otras en retroceso. 

Desde la segunda mitad del Siglo XX los desequilibrios regionales en España han pasado por estas etapas: 

1. Etapa del desarrollo: 1960-1973

Este periodo se caraterizará por un fuerte crecimiento económico pero que supondrá una intensificación de los desequilibrios regionales al instaurar un modelo de crecimiento polarizado. La nueva política económica hace que la población, la producción y el empleo se concentren en el NE peninsular, generando desequilibrios regionales. El éxodo rural, el creciente proceso de urbanización, la caída de la participación agraria en el PIB, frente al avance industrial y de servicios, y el desarrollo del turismo concentrarán la población y la riqueza en Madrid, Barcelona, Vizcaya, Guipúzcoa o Valencia, mientras se deprimirá el interior, Galicia y sureste. 

La disparidad regional impulsará los Planes de Desarrollo Económico y Social, vigentes entre 1964 y 1975. El capital privado es estimulado mediante incentivos financieros y fiscales para lograr su implicación en el proceso. Las acciones para corregir los desequilibrios regionales fueron los Polos de Promoción y Desarrollo Industrial. Pretendían promover las ciudades medias implantando industrias que actuaran de motores del crecimiento. Los polos favorecieron un desarrollo en las áreas de implantación en detrimento de las áreas rurales circundantes. 

2. Etapa de la crisis económica: 1973-1985

La incidencia de la crisis en España será desigual en las distintas regiones; especialmente grave fue en País Vasco y Asturias y, en menor medida en Cataluña, cuyas economías estaban ligadas a un sector industrial en retroceso. Madrid, Valencia, Baleares y Canarias lo sobrellevaron mejor debido a su proceso de terciarización.

3. Nueva etapa de crecimiento: 1985-1990

El crecimiento económico está protagonizado por las regiones mediterráneas (Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña), además de Navarra y Madrid que presentan un crecimiento de su PIB por encima del 5%. A estas regiones le siguen Castilla-La Mancha, Aragón y La Rioja, además de los archipiélagos. Esta dinámica de crecimiento acortó las diferencias entre regiones que estaban en los extremos de la escala jerárquica. 

La situación actual de los desequilibrios regionales 

– Desequilibrio demográfico. 

En 2007 las CC.AA. Con más peso demográfico en el conjunto nacional eran: Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana. Entre las cuatro suman el 58.04% de la población española y el 29.8% del territorio. Las CC.AA. Con menos peso demográfico (exceptuando Ceuta y Melilla) son La Rioja, Cantabria, Comunidad Foral de Navarra, Islas Baleares, Principado de Asturias, Extremadura, Aragón, Regíón de Murcia y las dos Castillas. Todas representan el 25.9% de la población y el 51.3% del territorio, (la cuarta parte de la población en la mitad del territorio). En los últimos años, demográficamente han perdido peso Castilla y León, Galicia, País Vasco, Principado de Asturias y Extremadura; y aumentan, los dos archipiélagos, C. Valenciana, Cataluña, Comunidad de Madrid y regíón de Murcia. – Desequilibrio productivo. 

El crecimiento anual medio del PIB, para el periodo de 2000-2007, fue del 3.41% a nivel nacional. Cuatro comunidades concentran el 60% del PIB: Cataluña, Comunidad de Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana. En lo que a la distribución del PIB per cápita se refiere diremos que para el año 2007 la renta por habitante era de 23.396 euros. Las comunidades con rentas por habitante más altas eran, País Vasco, Comunidad de Madrid, C.F. De Navarra, Cataluña y Aragón; mientras las rentas más bajas están en Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha. – Desequilibrios sociales. 

Las familias con ingresos netos más bajos están en Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha; los hogares con más poder adquisitivo están en C. F. De Navarra, Comunidad de Madrid, País Vasco y Cataluña. En cuanto a la tasa de pobreza relativa. En 2007, el 19.7% de la población española estaba por debajo del umbral de pobreza relativa (7.254 €). Las comunidades que presentan una tasa de pobreza más elevada son Extremadura, Ceuta y Melilla, Andalucía y Castilla-La Mancha. Es decir un sur y un oeste peninsular más deprimido, frente a un norte y noreste, además de Madrid, con menos población pobre. 

En la Uníón Europea, las mayores tasas de pobreza son para: Eslovaquia, Portugal, Irlanda, España, Grecia e Italia. – Desequilibrios tecnológicos. 

Indican la diferencia entre regiones más modernas y otras más atrasadas en desarrollo tecnológico. Es el gasto en I+D (1.27% del PIB en 2007). Las CC.AA. Que más invierten en I+D son Madrid, Cataluña, Andalucía y País Vasco. En cuanto al empleo en I+D, los sectores de alta tecnología emplean en el 2006 un 7.3% del total de ocupados de la economía española; el porcentaje de mujeres fue del 25.7%. 

Cataluña y Comunidad de Madrid son las que tienen más empleados. Las que presentan mayor porcentaje de empleo en estos sectores respecto al total, fueron País Vasco, Comunidad Foral de Navarra, Cataluña y Aragón. 

POLÍTICAS REGIONALES Y DE COHESIÓN. 

Las políticas públicas son las responsables de la planificación y creación de las grandes infraestructuras y equipamientos (de transporte y comunicaciones, de abastecimientos de agua, de energía, educativos, hospitalarios,…), así como de promover la implantación de las actividades económicas generadoras del empleo o del control de las condiciones medioambientales. Es por esto que aunque se busquen razones geográficas o históricas que justifiquen el atraso de unas regiones respecto a otras, estos argumentos no son determinantes de la situación de desequilibrio.
En un sistema capitalista, regido por los principios de eficiencia y rentabilidad en la localización de las inversiones, tienen que producirse medidas correctoras que aminoren la tendencia del sistema hacia la concentración espacial de la población y la riqueza. Así, en el ordenamiento constituyente andaluz, español y europeo está presente el principio de cohesión y equilibrio territorial. 

La Constitución española de 1978 recoge la responsabilidad del Estado en conseguir la justa distribución de la  renta y en un desarrollo regional equilibrado y armonioso. El Estatuto de Autonomía andaluz se recoge como  objetivo evitar los desequilibrios. Se trata de conseguir la cohesión territorial, la solidaridad y convergencia entre los  diversos territorios, como forma de superar los desequilibrios económicos, sociales y culturales y de equiparar la riqueza y el bienestar entre todos los ciudadanos. 

En el Tratado de la Uníón Europea se insta a los Estados miembros para que encaminen sus políticas económicas  a reducir los desequilibrios regionales. Con este fin dispone de una serie de instrumentos financieros que se unen a las políticas de nuestro país. Los más importantes instrumentos son, por sus carácterísticas y dimensión financiera, los siguientes: los Fondos Estructurales Europeos; el FEDER, los Fondos Social Europeo, el FEOGA, el Fondo  de Compensación Interterritorial; las ayudas de Estado de finalidad regional; y la Cooperación Local del Estado.

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