Modelo Agroexportador (1880-1930)
El país se integra en el mercado mundial como proveedor de materias primas y alimentos en grandes cantidades. Exporta, principalmente, cereales y granos en general, tales como trigo, maíz, cebada, centeno, etc., y carnes de vacuno para los mercados de Europa y Estados Unidos. Este modelo abarcó desde la segunda mitad del siglo XIX hasta 1930, y su época de esplendor se extendió entre 1880 y 1914. Su denominación «agroexportador» se debe a que el país cumplió con la función de proveer materias primas al mercado mundial. El modelo de industrialización que atravesaba Europa a fines del siglo XIX generó una oferta de productos manufacturados y una gran demanda de materias primas. Argentina se incorporó como una de las principales productoras de alimentos y materias primas. Se generó así un nuevo patrón económico: el Modelo Agroexportador. Se basó principalmente en la exportación de carnes y granos mediante la explotación extensiva de la tierra, pero esta producción necesitaba de capitales externos para la producción y la incorporación de mano de obra.
Causas del Modelo Agroexportador
- Los millones de hectáreas de tierra con las que contaba Argentina.
- La expansión de la frontera agrícola, el desarrollo del sistema ferroviario y la llegada de inmigrantes, provenientes de Europa, para solucionar la falta de mano de obra.
- El Estado nacional emitió bonos, por lo que pagó intereses mayores a los europeos con el fin de atraer inversiones y capitales extranjeros al país. La gran mayoría del capital invertido fue británico, ya que en ese momento Gran Bretaña era la principal potencia económica mundial. Los capitales ingleses invirtieron en la construcción de puertos y líneas férreas.
Consecuencias del Modelo Agroexportador
A grandes rasgos, la consecuencia más importante del modelo agroexportador tuvo que ver con el crecimiento masivo del agro.
Ventajas del Modelo Agroexportador
- Flujo de capital extranjero: El ingreso masivo de divisas desde el extranjero incrementó rápidamente los presupuestos nacionales, permitiendo por igual la inversión interna, el despilfarro y la corrupción.
- Inmigración: Numerosos países de América presenciaron la ola de migrantes europeos que venían a cultivar en sus tierras.
- Impulsó el crecimiento: A través de la expansión del agro, la plataforma cultivable creció y el volumen de materia prima exportada fue significativo.
Desventajas del Modelo Agroexportador
- Dependencia del mercado externo: Una vez que los mercados externos estuvieran saturados, fueran conquistados por otra oferta o empezaran a autoabastecerse, la economía agroexportadora se vería en crisis ante la disminución de su única fuente de ingresos.
- Desequilibrio regional: Las regiones se enriquecían de manera desigual, ya que la presencia de las tierras cultivables a lo largo de la superficie del país también lo era.
- Los latifundios: Surgieron los grandes terratenientes y latifundistas de producción amplia pero moderada, asistemática, cuya riqueza se sostenía sobre una mano de obra campesina depauperada.
- No impulsó el desarrollo industrial: El país como tal creció en términos económicos, pero no en industriales.
Incorporación de Tierras
Para la expansión de la actividad agrícola y ganadera era necesario incorporar nuevos territorios a la actividad productiva. Durante la década de 1870 se organizaron numerosas expediciones en las que el Estado realizó acciones de reconocimiento en la Pampa, Patagonia y Chaco. Fueron acompañadas por un avance armado liderado por el General Julio Argentino Roca.
La Campaña del Desierto en 1879 tuvo como objetivo incorporar bajo el control del Estado los territorios de los pueblos originarios ubicados en el oeste de la provincia de Buenos Aires y en el sur de la provincia de Río Negro. Así, los pueblos originarios fueron diezmados y vencidos durante la guerra.
La incorporación de este territorio también implicó el sometimiento de los pueblos originarios que lo habitaban. En 1884, con la incorporación de estas tierras, se logró consolidar la organización territorial.
El Ferrocarril
Uno de los elementos que tuvo un rol central en la consolidación del modelo agroexportador fue el ferrocarril. Durante la segunda mitad del siglo XIX, la instalación de ferrocarriles significó un cambio en la geografía del país. El tren sirvió para el traslado de las mercaderías hasta las zonas exportadoras y, a su vez, favoreció el poblamiento de regiones desocupadas.
La Inmigración y la Mano de Obra
Argentina era la tierra prometida. A partir de la introducción de la agricultura como actividad primaria, se requería de mucha mano de obra para las tareas de preparación de la tierra, siembra, cuidados y cosecha de los cultivos.
Era necesaria la mano de obra extranjera, ya que eran escasos los pobladores que habitaban las áreas rurales, muchas de esas zonas recientemente anexadas para la explotación. El mayor flujo migratorio desde Europa hacia Argentina se produjo principalmente entre los años 1880 y 1914.
Contexto: Crisis de 1929 y el Fin del Modelo Agroexportador
En el mes de octubre de 1929 se produjo un derrumbe de la bolsa de valores de Nueva York en Wall Street. Los productos primarios perdieron importancia en el mercado mundial, lo que hizo que la economía argentina se deteriorara notablemente, a causa de la inestabilidad política y la Gran Depresión. El gobierno tuvo problemas para pagar a los trabajadores públicos; producto de la crisis imperante, surgieron los primeros asentamientos llamados villas miseria, villas de emergencia o asentamientos informales.
Argentina y el Modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) 1930-1975
La Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) es una práctica económica vinculada al ámbito de la producción. Describe el proceso productivo mediante el cual se desarrolla la elaboración de bienes industriales manufacturados, antes importados desde los países centrales industrializados. Se comienzan a producir bienes propiamente industriales a fin de reemplazar productos antes comprados en el exterior y que son consumidos en el marco de la propia economía nacional. A pesar de no contar con ciertos minerales clave como el carbón y el hierro, la Argentina se estaba convirtiendo en el país más industrializado después de Brasil en Sudamérica. Este desarrollo industrial ya no estaba limitado, como en épocas anteriores. Las políticas de gobierno, particularmente las de control de cambios, generaron una restricción de la competencia externa en los productos manufacturados, y esto devino en lo que hoy se conoce como una industrialización por sustitución de importaciones.
La falta de divisas y de bienes manufacturados hizo necesario que los bienes que hasta entonces se compraban a otros países se comenzaran a producir en la Argentina. Aunque antes de la década de 1930 ya existían distintas industrias en nuestro país, su producción no alcanzaba a cubrir la demanda interna de la población. Este conjunto de circunstancias internas y externas determinó la pérdida del rol hegemónico del sector agropecuario de la región pampeana como actividad promotora del desarrollo.
Las Dos Fases del Modelo ISI
Primera Fase (entre 1930 y 1955)
Denominada «Sustitución Fácil«. Las industrias necesitaban menores inversiones y conocimientos para su desarrollo en relación con la fase siguiente. Se desarrolló la industria liviana, especialmente las industrias que producían bienes de consumo no duraderos, como la alimentaria o la textil.
Segunda Fase (entre 1955 y mediados de la década de 1970)
Es la denominada «Desarrollismo«. Correspondió a la «Sustitución Difícil«. Estuvo basada en el desarrollo de la industria pesada, básicamente la de producción de bienes de capital. Las ramas industriales que se promovieron durante este período fueron la metalmecánica, la petroquímica, la automotriz, la siderúrgica, entre otras. Esta fue la etapa difícil de la sustitución, ya que requería mayores inversiones y mayor nivel tecnológico.
Características del Modelo de Industrialización
El objetivo de este modelo era industrializar el país, generar empleos y depender cada vez menos de las divisas que generaba el sector agropecuario. Para ello, se adoptaron políticas económicas proteccionistas, con la intención de proteger la producción industrial argentina de la competencia de la industria de otros países.
En todo este proceso, el Estado fue un actor central, debido a que estableció una política comercial basada en fuertes aranceles a las importaciones. Era el dueño de las empresas de servicios públicos, de transportes y de diversas actividades productivas.
De esta manera, se desarrolló el mercado interno, haciendo crecer el número de consumidores de los bienes producidos por la industria nacional.
Impacto Económico y Social del ISI
Una Fuerte Caída de los Intercambios
La crisis mundial influyó en el volumen de las exportaciones argentinas, debido a la caída de los precios internacionales de los productos agropecuarios, en comparación con el de los precios de los bienes manufacturados importados. El volumen físico de las importaciones se contrajo en la misma proporción como consecuencia de la disminución de la demanda interna y de la escasez de divisas. También disminuyó la entrada neta de capitales del exterior.
Una Creciente Expansión Industrial
En el período comprendido entre 1930 y 1950, el liderazgo de crecimiento fue ejercido por las industrias tradicionales. Con el paso de los años, se fue acentuando el desarrollo de las actividades industriales más complejas. Entre 1950 y 1970, las industrias dinámicas contribuyeron con cerca del 80% del incremento del valor agregado de la industria manufacturera.
Un Intenso Proceso de Urbanización
Las industrias se localizaron en lugares cercanos a las ciudades existentes, pues en ellas podían contar con los servicios y los equipamientos necesarios para funcionar (energía, caminos, etc.), insumos y proveedores, mano de obra disponible y, además, consumidores de sus productos.
Ventajas del Modelo por Sustitución de Importaciones
- Aumento del empleo en las sociedades, especialmente a corto plazo por el desarrollo industrial.
- Baja dependencia de los mercados extranjeros.
- Nacimiento de nuevos sectores industriales nacionales, en especial pequeñas y medianas empresas (PyMEs).
- Alto nivel de empleo, especialmente entre los jefes de familia. El desempleo afectaba principalmente a quienes poseían menor calificación.
- Los indicadores del mercado de trabajo para el período 1945-1975 muestran que había alcanzado cierto grado de madurez que lo hacía comparable a los países más desarrollados.
Desventajas del Modelo ISI
- Elevados precios de bienes manufacturados.
- Eliminación de mecanismos de autorregulación en el mercado.
- Establecimiento de monopolios y oligopolios estatales.
- Ineficiente asignación de recursos.
La Sustitución de Importaciones y el Crecimiento de las Villas de Emergencia
Principalmente entre 1960 y 1970 se incrementaron significativamente las migraciones internas. En este contexto histórico, surgieron en nuestro país las «villas de emergencia», popularmente conocidas como villas miseria, que es la denominación que reciben los asentamientos de población informales.
La Crisis del Modelo ISI
La principal carencia de este modelo de industrialización fue que fomentó una industria orientada al mercado interno, que no logró competitividad para intervenir en el mercado internacional. De esta manera, las exportaciones argentinas continuaron basándose en los productos agropecuarios.
El impacto de la crisis de 1973 tuvo que ver con lo siguiente: los precios internacionales del petróleo se multiplicaron por tres. Este hecho posibilitó que los países en vías de desarrollo encontraran una coyuntura excepcional de liquidez en los mercados financieros. Como resultado, la deuda externa de los países latinoamericanos creció.
El Neoliberalismo y sus Consecuencias (1976-2001)
El Neoliberalismo defiende la necesidad de reducir la intervención del Estado en la economía para permitir que el mercado se desenvuelva libremente. También busca disminuir las inversiones estatales en infraestructuras y servicios públicos por considerarlas un gasto ineficaz, y en cambio fomenta la iniciativa privada.
En nuestro país, en 1976, se instauró una dictadura cívico-militar que modificó el rumbo industrialista y apuntó a desmantelar el Estado de bienestar. Bajo este régimen autoritario, se avanzó en la promoción de una economía basada en la producción y exportación de productos primarios y la importación de manufacturas sin restricciones. En los años posteriores, en especial en la década de 1990, se profundizaron las políticas neoliberales que se habían ensayado durante la dictadura.
La reducción del empleo público, la privatización de empresas y la desindustrialización provocada por la apertura indiscriminada de las importaciones generaron altos niveles de desempleo y el empobrecimiento de una parte de la población.
Sin embargo, los sectores favorecidos se enriquecieron y accedieron a niveles de consumo inéditos. Esta brecha entre los beneficiados y los perjudicados produjo fragmentación y exclusión social. Estos procesos sociales, sumados a niveles de endeudamiento sin precedentes, llevaron a una crisis que estalló en diciembre de 2001. En los años posteriores, se implementaron medidas que buscaron resolver los efectos del neoliberalismo, propiciando el desarrollo productivo basado en el consumo interno, el desendeudamiento y las políticas sociales orientadas a la redistribución del ingreso.
El Caso del Ferrocarril
El neoliberalismo, en cambio, trajo aparejada una drástica reducción de la red ferroviaria y la desactivación de numerosas estaciones. En 1991 se inició la concesión del servicio a empresas privadas. Así, los 41.000 km de vías existentes en 1976 se habían reducido a 34.000 km para 1989, y a 7000 km para 1999.