Los problemas rurales y las políticas de desarrollo rural

Se denomina paisaje agrario al paisaje humanizado generado por la transformación de un paisaje natural afectado por las actividades económicas primarias (aquellas actividades extractivas de recursos naturales: agricultura, ganadería, silvicultura y pesca). Además, en la actualidad, el espacio agrario español padece diversos problemas que se tratan de solucionar mediante la política de desarrollo rural.
Estos problemas se diferencian en demográficos, económicos, sociales y medioambientales. Dentro de los problemas demográficos destacamos la distribución y envejecimiento de la población, ya que es el resultado de la emigración de los jóvenes a las ciudades para trabajar en otras ciudades y conlleva el riesgo de despoblamiento de algunas zonas. Frente a este problema se favorece la permanencia de la población rural por medio de la asignación de indemnizaciones compensatorias, la mejora de la competitividad de las explotaciones, la diversificación económica y la ayuda a la instalación de agricultores jóvenes. También, la escasa cualificación de la mano de obra, ya que muchos productores agrarios tienen una insuficiente formación, que dificulta la innovación. Por eso, se trata de incrementar la formación básica evitando el abandono temprano del sistema educativo, y se fomenta la formación profesional y la formación continua.
problemas económicos, escasa diversificación económica del espacio rural, que mantiene una excesiva dependencia de las actividades agrarias frente a lo que se promueve la diversificación económica, fomentando la transformación artesanal o industrial y el turismo rural. Además, es insuficiente el empleo de las telecomunicaciones y de las nuevas tecnologías, para lo que se fomenta la implantación de ellas en el espacio rural. En la actualidad, hay una exigencia de la demanda en cuanto a calidad y diversificación que requiere medidas de adaptación. Entre ellas se encuentran el fomento de la denominaciones de origen y de calidad, la adaptación de la producción y las campañas de promoción.la dependencia agraria de la industria y del mercado es cada vez mayor, y esta se concreta en la necesidad de comprar productos básicos y de vender la producción a las fábricas agroalimentarias, que marcan las carácterísticas que deben tener. También crece la dependencia de los mercados mundiales, por lo que se impulsa la formación de cooperativas agrarias para la compra, transformación y venta de los productos. La necesidad de adoptar las nuevas exigencias de seguridad, sanidad y bienestar animal es otro problema, donde la seguridad alimentaria controla los fraudes y peligros alimentarios, además de la implantación de la rastreabilidad de los alimentos, todo ello para conocer el proyecto con el fin de determinar las responsabilidades. 


A su vez, la sanidad intenta evitar las plagas vegetales y ganaderas controlando los fertilizantes, los fitosanitarios y los productos transgénicos y, en la ganadería se realizan campañas de erradicación de enfermedades y de saneamiento ganadero. Finalmente, el bienestar animal se entiende como el tratamiento adecuado al ganado durante la cría, y para garantizarlo existe una normativa.
problemas sociales,muchos núcleos rurales tienen problemas de calidad motivados por la deficiencias en accesibilidad, infraestructuras, servicios elementales y equipamientos, esto se explica en parte por la baja densidad demográfica. Para solucionarlo, se llevan a cabo actuaciones para mejorar la accesibilidad y la dotación de infraestructuras y equipamientos, garantizando que nadie quede demasiado alejados de estos.
problemas medioambientales, ya que la actividad agraria genera alteraciones medioambientales en las que el aire se contamina por la maquinaria o instalaciones agrarias, las agua o acuíferos se sobreexplotan y se contaminan con los productos químicos y fertilizantes; además de que la vegetación desaparece debido a las talas e incendios, y el suelo se explota por la intensificación y sobrecarga ganadera. Frente a estos problemas, se fomenta una agricultura sostenible, promoviendo diversas medidas como producir cultivos energéticos, utilizar sistemas eficientes y controlar el uso de fertilizantes y productos químicos.

La agricultura ecológica puede verse como una solución, pero también como un problema y, se denomina un sistema natural para producir, sin recurrir a productos químicos de síntesis. Las deficiencias propias de este sistema son que los productos son caros, hay una demanda escasa y que la mayoría de los productos se exportan. Para solucionarlos se debe concienciar a la sociedad, aumentar la transformación industrial y alimentar animales con pastos naturales. Entre otros problemas medioambientales se encuentra que la actividad agraria acentúa la reducción de la biodiversidad, pues la especialización utiliza un número limitado de especies vegetales y animales, con el peligro de desaparición de algunas especies autóctonas. Por ello, se fomenta las variedades autóctonas e incluso algunas son de protección especial. Además, el despoblamiento amenaza la supervivencia de países rurales tradicionales. En conclusión, existen las políticas de desarrollo rural, que son el intento de solucionar los problemas de las áreas más desfavorecidas del mundo rural español. En ella intervienen tres administraciones, que son la Uníón Europea (plantea las directrices generales), el Estado Español (a través del MARM ha elaborado el Plan Estratégico Nacional y una Ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural)
Y las comunidades autónomas (elaboran sus Programas de Desarrollo Rural y sus Directrices Estratégicas Territoriales de Ordenación Rural).

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