Los Espacios de la Actividad Pesquera: Importancia, Condicionantes y Problemas

Los espacios de la Actividad Pesquera

Los espacios de la actividad pesquera son de gran importancia para la pesca marítima. En España, la Zona Económica Exclusiva (ZEE) delimita el Caladero Nacional, que se extiende hasta 200 millas náuticas desde la costa. La ZEE se divide en ocho regiones pesqueras:

  • Noroeste (Galicia)
  • Cantábrica (desde Asturias hasta el País Vasco)
  • Tramontana (desde el cabo de Creus hasta el cabo de la Nao)
  • Levantina (desde el cabo de la Nao hasta el cabo de Gata)
  • Sur Mediterránea (costa mediterránea de Andalucía)
  • Suratlántica (costa atlántica de Andalucía)
  • Balear (todo el archipiélago)
  • Canaria (todo el archipiélago)

Además, la flota pesquera española puede operar en otros caladeros comunitarios e internacionales, siendo de gran importancia en el Atlántico. La actividad pesquera representa al menos el 0,5% de la ocupación y del PIB, aunque sigue siendo una actividad importante en algunas regiones como Galicia.

Condicionantes naturales y humanos

Los caladeros se ven afectados por características naturales como la temperatura del agua, la salinidad, la limpieza del agua y la extensión de la plataforma continental. Estos factores favorecen más a los caladeros atlánticos que a los mediterráneos.

En cuanto a los condicionantes humanos, el sector pesquero se caracteriza por una población escasa y envejecida, una flota mayoritariamente artesanal y una política pesquera que depende en gran medida de la Unión Europea y su Política Pesquera Común (PPC). La PPC tiene como objetivos incrementar la capacidad pesquera, reducir los problemas medioambientales en el mar, diversificar la producción y el empleo en la pesca, y lograr una pesca sostenible que beneficie a las regiones pesqueras. Para ello, se ha creado el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), que financia medidas para mejorar la competitividad de estas regiones.

La producción pesquera marítima en España

La pesca en España tiene como principal destino el consumo humano en sus distintas formas: pescado fresco, conservas, congelación, salazón, ahumados, platos preparados o precocinados. También se extraen aceites o harinas a partir de los desechos. Las regiones pesqueras más importantes son Galicia, seguida de las otras regiones atlánticas. Las capturas pesqueras aumentaron hasta 1976 y luego disminuyeron debido al agotamiento de los caladeros nacionales. El 80% de las especies capturadas son peces, mientras que el resto son moluscos y crustáceos. Las especies más destacadas son la merluza, la anchoa, el atún, el bonito y la sardina.

Los problemas de la pesca marítima

En la actualidad, la pesca española enfrenta graves problemas que requieren la intervención de la Unión Europea (PPC), el Estado español y las Comunidades Autónomas con regiones marinas. Los principales problemas son:

  • El problema de los caladeros: el caladero nacional está sobreexplotado y ofrece pocos recursos. Los caladeros comunitarios y extracomunitarios requieren permisos que no siempre se obtienen, lo que depende de acuerdos internacionales.
  • El problema demográfico: el descenso de trabajadores en la pesca debe combatirse mediante la mejora de la competitividad en el sector, la formación de jóvenes y la diversificación económica de las regiones costeras.
  • Los problemas económicos: es necesario reestructurar la flota pesquera y dotarla de mejor tecnología, innovación y conocimiento por parte de los trabajadores. También se deben disminuir los costes de producción y aprovechar mejor los recursos. La diversificación de los espacios de pesca es fundamental, ya que algunas actividades pesqueras son poco rentables.
  • Los problemas sociales: se refieren a la falta de empleo estable y seguro para los pescadores.
  • Los problemas medioambientales: la sobreexplotación de las regiones pesqueras y la contaminación de las aguas en los caladeros nacionales e internacionales son preocupantes. Es necesario practicar una pesca más sostenible, lo cual exige fijar cuotas de producción por especie, establecer paros biológicos y prohibir la pesca de tallas mínimas, tal como lo establece la PPC europea.

La acuicultura

La acuicultura consiste en la cría de especies acuáticas, tanto marinas como de agua dulce. Se lleva a cabo en piscifactorías ubicadas en el mar, la costa, cerca de ríos, lagos o embalses, e incluso en el interior de la península. El principal destino de la acuicultura es el consumo humano o la transformación industrial, pero también contribuye a la regeneración de especies en los caladeros naturales. Entre las especies más cultivadas se encuentran la trucha, el rodaballo, las almejas, las ostras, los moluscos, la dorada, la lubina y la corvina. La producción española es la mayor de la Unión Europea. En el interior, las piscifactorías crían cangrejos, carpas y esturiones. Sin embargo, la rentabilidad de la acuicultura es escasa debido a los altos costes de mantenimiento de las instalaciones, que deben cumplir con las exigencias de limpieza de la Unión Europea.

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