La inmigración extranjera en España

1. Características. Desde la década de 1980-95, España está recibiendo un elevado volumen de inmigrantes. En 2008 la población extranjera superaba los 5,2M de personas. Dentro de ella se diferencian los extranjeros nacionalizados tras varios años de permanencia en el país; los inmigrantes legales, que obtienen permiso de residencia y mantienen su nacionalidad de origen; y los ilegales. Las causas de esta atracción inmigratoria son:

  • Por parte española, influyen varios motivos. La necesidad de mano de obra a raíz del desarrollo económico desde 1995, sobre todo en empleos de baja cualificación y ciertas medidas que han atraído a nuevos inmigrantes como las regularizaciones de ilegales y el reagrupamiento familiar. Además, la proximidad a África la convierte en la puerta principal de entrada de inmigrantes africanos a Europa; los lazos histórico-culturales con América Latina favorecieron la llegada de personas de esta procedencia, y la bondad climática del Mediterráneo atrae a personas del centro y norte de Europa.
  • Por parte de los inmigrantes extranjeros, influyen motivos económicos (posibilidades de trabajo…) y motivos políticos (persecuciones…). La procedencia de los inmigrantes fue mayoritariamente europea hasta 1996; sobre todo, de los países de la UE y del Viejo Continente. Desde entonces, predominan los inmigrantes extracomunitarios procedentes de África, Iberoamérica y Asia. Su destino principal son las comunidades con grandes centros urbanos y de servicios. El perfil de los inmigrantes varía según su procedencia:
    • Los inmigrantes comunitarios son jubilados con nivel de vida medio-alto que aprecian las buenas condiciones climáticas del litoral mediterráneo y de las islas Baleares y Canarias, o adultos atraídos por las posibilidades de trabajo y de negocio.
    • Los inmigrantes extracomunitarios son jóvenes que acuden a España por motivos económicos (carencia de trabajo en sus países) o políticos (persecuciones). Realizan trabajos de baja cualificación en el sector servicios, la construcción, la agricultura, la minería y la pesca.

2. Consecuencias de la inmigración.

  • Demográficas: Los inmigrantes han contribuido decisivamente al crecimiento demográfico de España en los últimos años, tanto de forma directa como por el incremento de la natalidad.

  • Económicas: La inmigración aporta población activa, que desempeña las tareas más duras y peor remuneradas, colabora al crecimiento del PIB; aporta más dinero a las arcas públicas de lo que consume en educación y sanidad, y alivia la carga del elevado gasto en pensiones. La inmigración se relaciona con algunos problemas, como la pérdida de competitividad (la disponibilidad de mano de obra retrasa la modernización de ciertos sectores), la presión a la baja sobre los salarios, la acentuación de la escasa movilidad geográfica de los trabajadores españoles y el aumento del déficit exterior debido a las remesas enviadas a sus países de origen.
  • Sociales: Han surgido actitudes xenófobas entre algunos sectores que consideran la inmigración como una ‘invasión’ que compite por el empleo, consume recursos sociales en perjuicio del bienestar de la población española y amenaza la identidad nacional. Estas ideas alientan la devolución de los inmigrantes a sus países de origen o la restricción de sus derechos. Muchos inmigrantes sufren duras condiciones laborales y malas condiciones de vida en barrios marginales y viviendas de escasa calidad. En parte por ello se les responsabiliza, de manera injusta y abusiva, de diversos delitos y de formas de vida poco edificantes. Las dificultades de integración, debidas a las diferencias culturales, lingüísticas y religiosas, pueden suscitar tensiones con la población autóctona.

3. La política inmigratoria española.

  • El marco de la política inmigratoria está constituido por:
    • La política de la UE sobre asilo e inmigración se estableció en 1999. Supone la creación de un sistema común de asilo y de visado y la cooperación de los países miembros contra la inmigración clandestina mediante el intercambio de información y el control de las fronteras exteriores de la Unión.
    • La Ley de Extranjería regula todos los aspectos de la inmigración; entrada en el país, modalidades de presencia (estancia o residencia), derechos y libertades, condiciones de trabajo y procedimiento de expulsión o repatriación.
  • Las medidas:
    • La colaboración con los países emisores en el control de la emigración, las repatriaciones y los retornos.
    • La ordenación de los flujos migratorios, seleccionando el tipo de inmigrantes que necesita España y organizando su llegada mediante la firma de convenios con los países de origen.
    • El impulso de la integración de los inmigrantes, promoviendo su promoción social e implantando medidas contra la xenofobia y el racismo.
    • La lucha contra la inmigración clandestina mediante la colaboración con los países de origen y de paso de los inmigrantes, la intensificación de controles fronterizos y la lucha contra las redes de inmigración ilegal.

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