Desarrollo industrial en España

Recuperación industrial en España

En esta recuperación influyeron la incorporación a la Comunidad Europea y la adopción de los cambios de la 3RI. La integración en la CE supuso nuevos retos y ventajas como un aumento del mercado para los productos españoles y la desaparición de aranceles. La industria española también incorporó los cambios de la 3RI, basados en la innovación. Hubo cambios en la producción industrial, en la estructura industrial, en el sistema de producción, en el tamaño de las empresas, en el empleo industrial y en la localización industrial, que por una parte permitían la deslocalización y por otra la concentración. La integración en la Europa comunitaria y la incorporación de los avances de la 3RI han favorecido el desarrollo industrial de España, manifestado en el crecimiento del índice de producción y de la ocupación industrial. No obstante, había ciertos problemas productivos, estructurales, territoriales y medioambientales, que tratan de resolverse mediante las actuaciones llevadas a cabo por la política industrial.

Sectores industriales en España

Sectores maduros: son las ramas industriales afectadas por el descenso de la competitividad, debido al atraso tecnológico o al menor coste de la mano de obra en otros países. Estos sectores son los siguientes:

  • La metalúrgica básica y de transformación metálica
  • La fabricación de electrodomésticos de línea blanca
  • La construcción naval
  • La industria textil y la confección

Sectores dinámicos:

Son las ramas industriales caracterizadas por su alta productividad y especialización, y por tener la demanda asegurada. En estos sectores es muy importante la presencia de capital extranjero. Los más destacados son el del automóvil, el químico y el agroalimentario.

Sectores de alta tecnología:

Son las ramas industriales que cuentan con una elevada intensidad tecnológica, fuerte diferenciación de los productos y alta demanda. La localización de los sectores de alta tecnología tiende a concentrarse en parques tecnológicos o científicos. El objetivo de los parques es que sus industrias innovadoras actúen como locomotoras para el desarrollo local.

Problemas y desafíos en la industria española

La estructura actual de la industria tiene algunos problemas que le restan competitividad y dificultan las ventas en el mercado exterior. La mayoría de las empresas son pequeñas o medianas. Tienen la ventaja de reaccionar con mayor agilidad y flexibilidad ante los cambios. En cambio, sus productos son más caros y menos competitivos. Las grandes empresas son pocas y están a mucha distancia de las mayores de la UE. La investigación y la innovación son insuficientes, la inversión en I+D es menor que la de los países europeos más avanzados. No obstante, en los últimos años, la exigencia de competitividad ha incrementado la adopción de tendencias innovadoras por parte de las pequeñas empresas.

Localización industrial en España

Los factores actuales de localización han cambiado con la llegada de la Tercera Revolución Industrial. Los principales factores actuales son el acceso a la innovación y a la información, y las ventajas proporcionadas por el territorio. El acceso a la innovación y a la información es esencial para la competitividad de las industrias actuales. Por tanto, algunas tienden a localizarse en los llamados medios innovadores. El territorio adquiere cada vez más peso como factor de localización.

Tendencias de difusión y concentración industrial

La difusión industrial hacia espacios periféricos ha sido poca debido a los problemas que presentan las grandes concentraciones. Las mejores tecnologías y el transporte permiten localizar las industrias en los lugares más ventajosos. El desarrollo de la industrialización endógena se basa en las ventajas competitivas de cada territorio. Los sectores industriales más afectados por la deslocalización son los sectores maduros. La concentración industrial también se mantiene. En ellos tienden a instalarse los sectores de nuevas tecnologías, las sedes sociales y de gestión de las empresas. La situación actual es de complejidad.

Áreas industriales en España

Desarrolladas: son los espacios centrales de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona que son los centros principales de la industria española. Su evolución ha estado marcada por la reconversión de sectores maduros y por una revitalización industrial. Todo ello ha favorecido una creciente terciarización de su industria.

En expansión: son zonas que están recibiendo implantaciones industriales. Pueden distinguirse varios tipos:

  • Las coronas metropolitanas
  • Las franjas periurbanas
  • Los ejes de desarrollo industrial
  • Las áreas rurales

En declive: son zonas caracterizadas por su declive industrial, localizadas en la cornisa cantábrica y en algunos emplazamientos concretos. Las causas del declive son su especialización en sectores maduros, las dificultades para la reindustrialización y un crecimiento urbano desorganizado y de baja calidad. Las consecuencias han sido la desindustrialización, el declive demográfico y la pérdida de competitividad.

Inducida y escasa: son zonas caracterizadas por la existencia de algunas grandes implantaciones industriales y por el predominio de industrias pequeñas, tradicionales y dispersas.

Política industrial en España

El marco en el que se desarrolla la política industrial actual se caracteriza por una creciente apertura al exterior, la disminución de la inversión estatal y la participación de la UE y de las comunidades autónomas en el diseño de la política industrial. Los objetivos son aumentar la competitividad, lograr un reparto más equilibrado en el territorio y garantizar la sostenibilidad. Para alcanzar estos objetivos se llevaron a cabo acciones políticas encaminadas a corregir los problemas sectoriales, estructurales, territoriales y medioambientales.

Objetivos sectoriales:

Su objetivo es solucionar el problema de la excesiva especialización industrial en sectores maduros, algunos necesitados de reconversión, y el insuficiente desarrollo de los sectores de alta tecnología. Las medidas principales para conseguirlo fueron acabar con la reconversión y llevar a cabo la reindustrialización de las zonas afectadas, la creación de observatorios industriales y el apoyo a los sectores más expuestos a la competencia exterior.

Objetivos estructurales:

El objetivo es solucionar los problemas de competitividad y escasa internacionalización de las empresas. Las medidas principales son mejorar el inadecuado tamaño de las empresas, fomentar la investigación, innovación y tecnología, e impulsar la internacionalización empresarial.

Objetivos medioambientales:

El objetivo es solucionar los problemas causados por la industria al medio ambiente y proteger el patrimonio industrial. El uso abusivo de los recursos naturales conduce a su sobreexplotación y su agotamiento (desarrollo sostenible). Algunas industrias contaminan el medio, la contaminación atmosférica de las aguas y del suelo. Respecto a este problema se han emprendido operaciones de rehabilitación de zonas industriales abandonadas.

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