Configuración Geológica y Relieve de la Península Ibérica: Cordilleras y Depresiones

La Cordillera Cantábrica y la Costa Cantábrica

La Costa Cantábrica

Un tramo norte de 770 km bañado por el mar Cantábrico, que comprende desde el estuario del Bidasoa en el País Vasco, hasta la punta de Estaca de Bares en Galicia. La costa es casi recta porque sigue la línea de fractura de una gran falla con dirección E-O. No tiene grandes accidentes destacados, a pesar de que la erosión marina es muy fuerte. Apenas si resaltan ciertos promontorios e islotes rocosos, pequeñas bahías como las de Santander, así como algunas rías y estuarios en las desembocaduras. Predominan las costas altas, aunque también hay pequeñas playas.

La Cordillera Cantábrica

La Cordillera Cantábrica es una barrera montañosa con una línea de cumbres entre los 2000 y 2500 m que discurre paralela a la costa durante 400 km. Esta cadena montañosa separa la Meseta del mar y la aísla de las influencias marinas. Formada durante la Orogenia Alpina, presenta dos sectores diferenciados:

Macizo Occidental o Asturiano

  • Es una prolongación del Macizo Galaico.
  • Pertenece a la antigua cordillera hercínica.

Sector Oriental (Picos de Europa)

  • Es el más alto de la cordillera, con cimas que superan los 2500 m, como Torre de Cerredo.
  • Están formados por calizas muy antiguas de la Era Primaria, en las que los ríos han labrado profundas gargantas como la del río Cares.
  • La montaña oriental no pertenece al antiguo zócalo ibérico, sino que es un relieve típicamente alpino, formado por calizas del Secundario plegadas.
  • Destaca la Sierra de Híjar con más de 2000 metros.

Los Pirineos

Los Pirineos forman la frontera entre España y Francia. Se trata de una gran cordillera con una longitud de 440 km. Es el cinturón montañoso más elevado de España, con varias cimas por encima de los 3000 m, como el Aneto, Monte Perdido y la Maladeta. En la cordillera se distinguen dos partes:

Partes del Pirineo

  • Pirineo Axial: En la zona central, es el eje de la cordillera y tiene las mayores alturas.
  • Prepirineo: Se divide entre las sierras interiores de cimas superiores y las sierras exteriores, separadas por la depresión media.

Los Pirineos son unas montañas jóvenes levantadas durante la Orogenia Alpina. Las características más importantes de estas montañas pirenaicas son las siguientes:

  1. Se trata de montañas recientes, cuyas cimas todavía no han sido arrasadas por la erosión. Por eso presentan cimas escarpadas.
  2. Es una cordillera asimétrica, cuyas cimas más altas descienden progresivamente hacia el golfo de Vizcaya, pero se mantienen por encima del cabo de Creus.
  3. Debido a la humedad y la altura, la erosión fluvial es muy fuerte, con numerosos valles transversales labrados por el Ebro y sus afluentes.
  4. En sus cimas están los únicos glaciares activos de España, aunque son muy pequeños. Es abundante el modelado glaciar, destacando la presencia de pequeños lagos.
  5. En las zonas calizas el relieve ha sido retocado por los ríos y por fenómenos kársticos que han labrado cañones, gargantas y cuevas.
  6. Presenta relieve volcánico, con varias decenas de conos en el Macizo de la Garrotxa, en la provincia de Girona.

La Depresión del Ebro

Es una gran cuenca de forma triangular que en su mayor parte se sitúa por debajo de los 500 m de altitud. Por ella discurre el Ebro que, con sus afluentes, es el responsable de su actual configuración. Su origen está muy ligado a la formación de los Pirineos: al comenzar la Orogenia Alpina, el antiguo macizo se hundió bajo las aguas y quedó cubierto por profundos estratos sedimentarios. Rodeada de montañas, quedó como una gran cuenca interior que, posteriormente y a lo largo de la Era Terciaria, fue desecándose y rellenándose con los materiales que la erosión traía de las montañas.

Modelado del Relieve

El modelado del relieve se ve condicionado principalmente por dos elementos:

  • La gran variedad de rocas sedimentarias que la componen. Sedimentos de origen marino, sobre los que, en los bordes de la cuenca, se disponen los sedimentos de origen continental del Terciario, compuestos por arenas y conglomerados procedentes de la erosión de las montañas.
  • La actuación de erosión eólica y fluvial durante el Cuaternario.

Lo más importante es el desarrollo de la red hidrográfica que, al encajarse y erosionar las rocas, ha creado formas de relieve características como:

  • Las terrazas fluviales.
  • Las muelas de cima plana.
  • Los terrenos abarrancados y las cárcavas.

La Submeseta Norte

La Submeseta Norte se encuentra ocupada fundamentalmente por la cuenca del Duero. Sus características principales son su elevada altitud y la existencia de un relieve llano apenas modelado por el curso de los ríos. Es una unidad morfoestructural hercínica, construida por una gran superficie plana donde afloran:

  • Las rocas del antiguo Zócalo Paleozoico en la parte occidental.
  • Los sedimentos calcáreos de época Terciaria en la parte oriental.
  • Las arcillas y materiales erosionados a las montañas de alrededor en el centro y en las proximidades de las montañas.

Evolución Geológica

La evolución de la Submeseta Norte ha sido compleja. Formó parte de la cordillera levantada en la Orogenia Hercínica. Durante la Orogenia Alpina, el macizo compuesto por rocas muy duras se fracturó, dejando unos bloques hundidos (*fosas tectónicas* o *graben*) y otros levantados (*Horst*). Uno de los bloques hundidos dio lugar a la Submeseta Norte: una gran deformación convexa del antiguo zócalo paleozoico, levemente inclinada hacia el Atlántico, aislada y rodeada de montañas. Se formó en ella una gran cuenca con un lago interior que, con el tiempo, se fue desecando y rellenando con sedimentos terciarios. Al no haber nuevas orogenias, esta cobertera sedimentaria ha originado estructuras de relieve horizontales y sin plegar, sobre las que han actuado la erosión y sedimentación durante el Cuaternario.

Formas de Relieve Resultantes

A raíz de esta evolución, las formas de relieve que podemos encontrarnos en la Submeseta Norte son las siguientes:

  • Los páramos elevados, formados por los sustratos calizos más resistentes en la zona este, o por los cantos y arenas erosionados a las montañas en las zonas que se localizan al pie de las cordilleras.
  • Los cerros, que son pequeñas elevaciones que la erosión fluvial ha dejado en resalte. Son los llamados *oteros* y *tesos* que salpican la meseta.
  • Los valles fluviales muy amplios que dan lugar a las extensas campiñas de tierra arcillosa utilizadas para la agricultura.
  • La penillanura, originada por la erosión continuada del zócalo hercínico, en el sector occidental de Zamora y Salamanca, donde los ríos se encajan aprovechando las fracturas, como ocurre en los Arribes del Duero.

El Sistema Central

El Sistema Central sirve de separación entre las dos submesetas. Es una gran alineación montañosa en dirección suroeste-noroeste. Sus cumbres son superiores a los 2000 m. Se trata de una gran zona elevada dentro del antiguo zócalo paleozoico, levantado por la Orogenia Alpina. Está constituido por un conjunto de bloques levantados, que forman las sierras, y de bloques hundidos que forman los valles interiores.

Los materiales de sus montañas son rocas ígneas procedentes del interior que permanecieron fundidas, pero que sufren un rápido endurecimiento y cristalización cuando se acercan a la superficie. La mayor parte de las cimas de sus sierras son suaves. En las montañas más altas quedan restos de modelado glaciar. Las sierras más altas, que superan los 2500 m en Gredos, Béjar y Guadarrama, se sitúan en la parte central.

La Submeseta Sur

La Submeseta Sur ha tenido una evolución similar a la de la Submeseta Norte. Sobre el antiguo zócalo hercínico que constituye su base, se formó un lago interior en el Terciario que, al colmatarse, dio origen a una cobertera sedimentaria horizontal sin plegamientos. Entre sus principales características destacan una altitud algo menor (entre 600-700 m), un relieve llano y la presencia en su interior de los Montes de Toledo, que la dividen entre las cuencas del Tajo y del Guadiana.

Zonas Morfoestructurales

Según su origen, formación y materiales, se pueden distinguir varias zonas:

  1. Las Parameras: Se localizan en la parte nororiental de las provincias de Cuenca y Guadalajara. Son los lugares en los que el estrato calizo superior ha resistido la erosión fluvial y forma páramos, mesas y cerros testigo con cimas planas. Cuando ese estrato se erosiona, entre ellas se encaja la red hidrográfica, excavando valles en las rocas blandas y formando cárcavas y laderas.
  2. Las Campiñas: Se encuentran en los cursos medios del Tajo y del Guadiana. Son valles amplios donde se escalonan varios niveles de terrazas. En ellas se sedimentan restos calizos, arcillosos y los cantos arrastrados por los ríos desde las montañas. Son tierras muy fértiles de gran aprovechamiento agrícola.
  3. La Llanura Manchega: Es la mayor superficie horizontal de nuestro país. Está compuesta por estratos calizos sin deformar.
  4. El Campo de Calatrava: Constituye una zona ligeramente elevada. En ella destaca la presencia de relieve volcánico, donde encontramos algunos conos y cráteres apenas perceptibles.
  5. La Penillanura Extremeña: Tiene una altitud entre los 300 y 500 m y constituye la superficie de erosión del antiguo zócalo. Su monotonía se rompe a veces con la presencia de montes isla, formados por rocas muy duras (cuarcitas) más resistentes a la erosión.

La Evolución Geológica de la Península Ibérica

El origen geológico de la península Ibérica se halla en la existencia de un viejo macizo precámbrico que, plegado y arrasado por la erosión, fue cubierto posteriormente por los mares paleozoicos.

Era Paleozoica

A finales del Paleozoico tuvo lugar la Orogenia Hercínica, que transformó profundamente el primitivo núcleo de la Península. De los mares que cubrían dicho núcleo emergieron montañas, que formaron una cordillera, el Macizo Ibérico. Este macizo constituye el núcleo de la actual Meseta Central.

Era Secundaria

Durante el Secundario, la parte oriental del Macizo Ibérico se sumergió parcialmente bajo las aguas del mar de Tethys y quedó cubierto por rocas sedimentarias. Mientras tanto, en la superficie, las tierras no sumergidas eran arrasadas por la erosión.

Era Terciaria

Al comienzo del Terciario, la colisión entre la placa Africana y la Euroasiática provocó la Orogenia Alpina. En ella se plegaron las rocas sedimentarias y se levantaron los Pirineos y los Sistemas Béticos. La presión de la Orogenia Alpina sobre los materiales antiguos, más duros y rígidos, produjo su resquebrajamiento en bloques separados por fallas; esto dio lugar a la formación del Sistema Central y de los Montes de Toledo. En ese momento aparecieron también las depresiones del Ebro y del Guadalquivir. A finales del Terciario, la Meseta basculó hacia el oeste y de esta forma se comenzó a configurar la red hidrográfica actual.

Era Cuaternaria

Durante el Cuaternario, la acción de los glaciares afectó a las cordilleras más importantes. En las altas cimas del Pirineo, de la Cordillera Cantábrica, del Sistema Central y de Sierra Nevada, los glaciares formaron circos y agudas cresterías. En las zonas próximas a los glaciares se helaron los suelos, se cuartearon las rocas y se acumularon importantes depósitos sedimentarios. A partir de entonces solo se ha producido la desecación de los lagos interiores, pequeños fenómenos tectónicos y otros volcánicos.

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