Claves del Sector Agrario en España: Factores Físicos y Humanos

Factores físicos

El medio natural español presenta grandes limitaciones para el desarrollo agrario por la configuración orográfica de España, la mediocre fertilidad de muchos de sus suelos y las características dominantes de su clima. No obstante, también ofrece importantes posibilidades por su carácter cálido.

La diversidad del medio físico español condiciona la existencia en nuestro país de una gran variedad de sistemas agrarios.

a. Relieve

La elevada altitud es uno de los factores adversos para la práctica de la agricultura en España, ya que al aumentar la altitud desciende la temperatura media y son mayores los riesgos de heladas. Solo un 11% del territorio español se encuentra por debajo de los 200 metros, altura considerada óptima para la práctica de esta actividad en los valles. La agricultura española se desarrolla en un medio natural de relieve accidentado que dificulta la mecanización.

b. Suelo

En España existen terrenos silíceos, calizos y arcillosos. Los más fértiles son los arcillosos, que se localizan en las llanuras litorales, en los valles del Ebro y del Guadalquivir, y en las cuencas sedimentarias de la Meseta. Predominan los suelos de rocas silíceas y calizas.

c. Clima

El clima en España posee una marcada aridez, con escasez e irregularidad de las precipitaciones y heladas tardías que limitan el crecimiento vegetativo. La insolación mediterránea es un factor favorable para los productos hortofrutícolas.

Factores humanos

La estructura agraria incluye la población agraria, el sistema de propiedad y explotación de la tierra, los aprovechamientos agrarios y los sistemas de producción.

a. La población agraria

En la actualidad, la población agraria es escasa (4%). Se trata de una población envejecida y masculinizada debido, sobre todo, al éxodo rural ocurrido entre 1960 y 1975, cuando la mayoría de la población rural marchó a la industria y los servicios de la ciudad. Con la crisis, aumentó la actividad agraria a tiempo parcial. Actualmente, continúa el descenso y el envejecimiento demográfico en las áreas más atrasadas. En las zonas más dinámicas se produce un cierto rejuvenecimiento por la llegada de inmigrantes.

b. El sistema de propiedad y de explotación

La propiedad es el conjunto de parcelas que pertenecen a un propietario. La explotación es el conjunto de parcelas que gestiona un mismo titular, que puede ser propietario o no.

Explotaciones de pequeño tamaño o minifundios

Los minifundios (menos de 10 hectáreas) son mayoría. Predominan en la España atlántica, en los regadíos mediterráneos y en los archipiélagos. En unos casos son tradicionales, surgidos de herencias, y en otros son explotaciones modernas trabajadas a tiempo completo y más rentables.

Grandes explotaciones o latifundios

Los latifundios (más de 100 ha) reúnen a menos del 5% de los propietarios, pero disponen de la mitad de la superficie agraria. Predominan en el sur de España, y también aparecen en Salamanca y algunas zonas de Aragón. Algunos son latifundios tradicionales extensivos y de bajos rendimientos; otros son explotaciones intensivas modernas de elevada productividad.

Explotaciones de tamaño medio

Las explotaciones de tamaño medio (entre 10 y 100 ha) se extienden por Cataluña, Navarra, País Vasco y algunas áreas de Castilla y León.

c. Los aprovechamientos, sistemas y técnicas agrarios

Los aprovechamientos pueden ser agrícolas, ganaderos y forestales. En la actualidad, se tiende a la especialización.

Los sistemas agrarios son los procedimientos empleados para obtener los productos. Pueden ser:

  • Extensivos: si el terreno no se aprovecha al máximo.
  • Intensivos: si se aprovecha al máximo por el empleo de mucho trabajo o de inversiones.

Las técnicas agrarias han incorporado el uso de maquinaria, selección de semillas, fertilizantes y técnicas como el acolchado, el enarenado, los invernaderos y los cultivos hidropónicos.

Cambios y estructura actual del sector agrario

En los últimos años, se han producido cambios significativos. La estructura actual se caracteriza por lo siguiente:

  • Una población escasa y envejecida.
  • Tendencia al aumento del tamaño de las explotaciones y la incorporación de avances tecnológicos.
  • Aumento de los rendimientos y una producción que tiende a la especialización regional.
  • Disminución del número de explotaciones y aumento de su tamaño medio, que en la actualidad es de 24 ha.
  • Reducción considerable del número de parcelas por explotación debido a la concentración parcelaria.
  • Aumento del tamaño medio de la propiedad por la disminución del número de pequeños propietarios.
  • A pesar de los avances, la agricultura española sigue arrastrando un notable retraso estructural en relación con la Unión Europea.
  • La mayoría de las explotaciones agrarias en España son explotaciones familiares.
  • La agricultura española continúa siendo predominantemente una agricultura de propietarios, aunque hay que resaltar la fuerte expansión de la tenencia indirecta, donde el propietario cede la explotación a otra persona a cambio de un porcentaje de la cosecha (aparcería) o del pago de una renta (arrendamiento).
  • La distribución tradicional de las explotaciones ha mejorado gracias a la concentración parcelaria, dando lugar a parcelas menos numerosas, más grandes y más regulares.

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