Agricultura de regadío, agricultura extensiva e intensiva y otros conceptos agrarios

Agricultura de regadío: cultivo de vegetales aportándoles agua adicional a la procedente de las precipitaciones para no depender de la aleatoriedad, escasez o ausencia de estas, y mejorar el rendimiento agrario. Agricultura extensiva: forma de cultivo que requiere grandes extensiones de terreno y proporciona bajos rendimientos debido a las escasas inversiones que recibe o al empleo de técnicas tradicionales. Agricultura intensiva: forma de cultivo que proporciona altos rendimientos, gracias a las elevadas inversiones que recibe en trabajo o en el empleo de técnicas avanzadas. Aguas jurisdiccionales: zonas económicas exclusivas de pesca de los países. En 1982 la ONU fijó sus límites hasta las 200 millas respecto a la costa. Aparcería: régimen de tenencia indirecta de la tierra, en el que el propietario cede su uso temporalmente a otra persona a cambio de una parte de los beneficios obtenidos. Arte de pesca: todo aparejo, red, útil, instrumento y equipo utilizados en la pesca marítima en aguas exteriores.
Barbecho: Parte de una explotación agrícola cultivada con técnicas de rotación, que queda temporalmente sin cultivar, con el objetivo de que se regenere el suelo de forma natural en ese tiempo. Cultivo industrial: producto agrícola que requiere una transformación industrial previa a su consumo, como el girasol, la remolacha azucarera, el algodón y el tabaco. Dehesa: explotación agro-ganadera



propia de las penillanuras del occidente peninsular y de algunas zonas de sierra, constituida a partir del clareo del bosque de encina y de alcornoque. La dehesa tradicional tenía una orientación principalmente ganadera: sus pastos alimentaban a los rebaños; parte de sus tierras se cultivaban para explotación agraria: conjunto de parcelas que cultiva un mismo agricultor, independientemente de su forma de tenencia (propiedad, arrendamiento, aparcería, etc.). Ganadería extensiva: cría de ganado basada en la alimentación a diente en prados y pastizales naturales. Ganadería intensiva: cría de ganado desvinculada del medio físico, al encontrarse estabulada y alimentarse total o parcialmente con piensos. Hábitat concentrado: tipo de poblamiento o forma que tiene la población de un lugar de ocupar el territorio, en el que las viviendas forman un núcleo continuo sin espacios agrarios entre ellas. Hábitat disperso: tipo de poblamiento o forma que tiene la población de un lugar de ocupar el territorio, en el que las viviendas se encuentran aisladas unas de otras y rodeadas de la propia explotación agraria, existiendo un pequeño núcleo central en el que se encuentran concentrados los servicios del municipio. Latifundio: explotación agraria de grandes dimensiones caracterizada por una escasa capitalización, el cultivo extensivo, los bajos rendimientos y el empleo de gran número de jornaleros. Minifundio: explotación agraria de pequeño tamaño, cuya producción suele ser de policultivo y estar orientada al autoconsumo. En España se localiza sobre todo en el norte y levante. Plancton: conjunto de organismos, principalmente microscópicos, que flotan en aguas saladas o dulces, más abundantes cerca de la superficie, que son el alimento más básico de animales superiores. Plataforma continental: suave pendiente entre el límite del continente, marcado por la línea de la bajamar, y el talud continental. Rotación de cultivos: sucesión de cultivos en el tiempo y sobre el espacio cultivado. Para llevarla a cabo, la tierra se divide en porciones u hojas. Cada año, cada una de las hojas recibe un cultivo durante cierta época del año y cambia de cultivo o queda en barbecho en los años siguientes. Trashumancia: desplazamiento ganadero estacional de largo recorrido (superior a 100 km) entre pastos de invierno y de verano a través de caminos denominados cañadas o vías pecuarias. PAC: normas agrícolas decididas por la UE para los países miembros. Su objetivo es asegurar al consumidor europeo suministros a precios razonables y garantizar una retribución equitativa a los agricultores. La adhesión a la Europa comunitaria supuso la adopción de la política agraria española a la PAC: importaciones en favor de los países miembros; una subida de los precios agrarios hasta su equiparación con los comunitarios; la adopción del sistema de cuotas que afectó sobre todo a la zona cantábrica, muy dependiente de la ganadería bovina, y a las zonas de cereal y de viñedo del interior; y la paga de ayudas que contribuyeron a la modernización y elevaron las rentas y el nivel de vida de los agricultores.

Tras los problemas generados por el modelo productivista de la primera PAC, se reforma desde los años 90 hacia un nuevo modelo cuyo objetivo es la sostenibilidad hasta la actualidad.

Los objetivos actuales de la PAC son: Conseguir un sector agrario resiliente, capaz de adaptarse y superar las malas situaciones. Garantizar la seguridad alimentaria, proporcionando a la sociedad alimentos suficientes, seguros, sanos, de calidad y nutritivos. Conseguir una agricultura sostenible, combinando la competitividad entre la investigación, tecnología y digitalización que trabajen por velar por el medio ambiente. Crear empresas para generar empleo y atraer jóvenes. Los gastos de la PAC se financian con dos instrumentos: los pagos del mercado y las ayudas directas a través del FEAGA (Fondo Europeo Agrícola de Garantía) y la del desarrollo rural a través del FEADER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural).

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