Sistema urbano argentino

URBANIZACIÓN:


es el proceso de crecimiento de la población urbana en detrimento de la rural. Hace referencia, a la proporción de la población total que habita en áreas urbanas. Es el resultado de múltiples dimensiones, como la industrialización, o la modernización y la expansión de las relaciones mercantilizadas.

LAS CIUDADES EN LA Argentina:

Como verdaderas construcciones sociales, las ciudades, están ligadas a cuestiones políticas, económicas, estratégicas y demás. En el caso de la Argentina, la multiplicidad de razones de la fundación de los distintos centros urbanos no se relaciona con cada momento histórico del desarrollo social del país.  En cada área urbana, se desarrollan distintas actividades productivas y de servicio que atienden las necesidades de sus habitantes y de las áreas rurales circundantes. También, se producen intercambios de bienes y se servicios con otras ciudades del país, y con ciudades de otros países. Estos son posibles por la existencia de la infraestructura de comunicaciones, tanto la física, (por ejemplo los caminos, los ferrocarriles y aeropuertos) como la virtual, centrada en la trasmisión de información. Los intercambios entre localidades y las conexiones físicas y virtuales permiten pensar que los asentamientos urbanos del país se encuentran relacionados y conforman una red o sistema urbano.
No obstante, las localidades presentan diferencias basadas en el número de habitantes, y en la cantidad y complejidad de funciones que cada una de ellas desarrolla. Los intercambios y las vías de comunicación tienden a concentrarse en las ciudades más grandes, y generan una red urbana jerarquizada. Esta red abarca desde lo que pequeños poblados hasta las metrópolis regionales o nacionales. La conformación de esta red urbana jerárquica se relaciona con el proceso de desarrollo económico y social de la Argentina.

Urbanización

Es el proceso de crecimiento de la población urbana en detrimento de la rural. Hace referencia, a la proporción de la población total que habita en áreas urbanas. Es el resultado de múltiples dimensiones, como la industrialización, o la modernización y la expansión de las relaciones mercantilizadas.

CLASIFICACIÓN DE LOS ASENTAMIENTOS URBANOS EN Argentina:

Podemos diferenciar ciudades a partir de la cantidad de habitantes, podrían ser dividios en cuatro estratos: *Localidades pequeñas. *Localidades medianas. *Localidades grandes. *Localidades gigantes.

LAS FUNCIONES DE LAS CIUDADES:

Los centros urbanos concentran población y actividades así desempeñan diversas funciones. Las necesidades de los habitantes se satisface en el área urbana de residencia con productos provenientes de otras áreas lo que genera procesos de intercambio de mercancías e información. Las actividades rurales también encuentran en los ámbitos urbanos un espacio para su realización (por ejemplo: al suministrar bienes y servicios). Podemos hablar de distintos espacios urbanos en función de tiempo y la variedad de actividades que en ellos se desarrollan. Por una lado, las áreas metropolitanas presentan la mayor variedad de actividades (Por ejemplo, políticas económicas, educacionales y sanitarias) y por el otro lado para la escala local o provincial cada ciudad es importante independientemente de su tamaño y su complejidad. Sus habitantes y la población rural aledaña encuentran en ella los bienes y servicios necesarios para su vida cotidiana. Las localidades fronterizas incorporan funciones vinculadas al control y al intercambio en los países vecinos.

LA CONFORMACIÓN DEL SISTEMA URBANO ARGENTINO:


El proceso de conformación de la red urbana Argentina comenzó con la colonización española. Durante el singlo XIX y los comienzos del Siglo XX, el fenómeno urbano se expandíó en todo el territorio nacional por la conformación del Estado- Nacíón y la inserción del país en el mercado. Más tarde a lo largo del Siglo XX, los procesos de industrialización acentuaron la importancia económica y políticas de unas pocas ciudades y consolidaron un sistema urbano desequilibrado. En los últimos años, los fenómenos asociados a la globalización capitalista generaron cambios en la red urbana del interior de las principales ciudades. Se pueden reconocer cuatro periodos en el proceso de conformación del sistema urbano Argentino:

Colonial independista:

Hacia fines del Siglo XVI, se habían fundado la mayor parte de las ciudades de este periodo. Inicialmente constituidas como pequeños poblados urbanos, sus fundadores respondieron a la estrategia de ocupación y explotación territorial de la metrópoli. Por un lado, porque desde ellas se controlaban las áreas circundantes y a su población aborigen. Por el otro, porque facilitaban las comunicaciones entre puntos distantes del territorio, además de suministrar bienes. Las principales vías de comunicación entre estas localidades se constituyeron sobre sendas abiertas por los aborígenes. En el año 1776, se creó el virreinato del Río de la Plata, y Buenos Aires, principal puerto de comunicación de la regíón con el resto del mundo, fue elegida como su capital, transformándose así en un importante centro de consumo. Desde fines del siglo XXVII y durante XIX, las ciudades del interior del país orientaron su producción para atender la demanda de los pobladores porteños. Entre los años 1810 y 1860, se organizó la República Argentina y se consolido el poder político y económico de la oligarquía terrateniente de Buenos Aires cuyas decisiones derivaron en un incremento del número de localidades urbanas.

EL PERIODO AGROEXPORTADOR:

En este periodo se consolido el sistema urbano argentino, caracterizado por el predominio de las ciudades pampeanas sobre el resto de las localidades, así como por la primacía del área urbana de Buenos Aires. En estos años (1930), la Argentina se integró en el mercado mundial, como proveedora de productos agropecuarios e importadores de manufacturas de origen industrial. El área ecológicamente apta para producir los bienes demandados era la regíón Pampeana. La demanda mundial del ganad y posteriormente de cereales y oleaginosas incentivó la conquista y la ocupación de las tierras que estaban bajo el control de los aborígenes. Por su parte, las inversiones británicas en ferrocarriles aseguraban la salida de la producción agropecuaria. El tendido de las vías férreas sobre el espacio rural originó numerosos poblados en torno de las estaciones de ferrocarril. La mayor parte de las localidades urbanas de las áreas rurales de la regíón pampeana son un producto de ese proceso. Hacia fines del Siglo XIX, quedó definitivamente establecida la red ferroviaria nacional, verdadera articuladora del sistema urbano argentino. Esa red confluía en las principales ciudades portuarias, como Rosario, Buenos Aires, y en menos medida Bahía Blanca. Paralelamente, aprovechando las ventajas económicas que las plantas frigoríficas y los molinos harineros se instalaron en las cercanías de dichos puertos. Estas actividades se transformaron en un factor de atracción de población, y además, impulsaron otras actividades urbanas. El crecimiento poblacional y la expansión de la economía urbana incrementaron la importancia de Buenos Aires y Rosario por sobre todo el resto del sistema urbano. Este periodo concluye con la crisis mundial de 1930


EL PERDIODO INDUSTRIAL:


La crisis económica de 1930 afectó el comercio exterior argentino; la fuerte reducción cd las exportaciones agropecuarias y la consecuente escasez de divisas se tradujeron en crecientes dificultades para importar bienes de consumo, así como en una demanda insatisfecha. La radicación en la periferia de las grandes áreas urbanas, de grandes plantas industriales productoras de bienes básicos y de consume durable genero procesos de metropolización en Rosario, Córdoba y Buenos Aires. En este periodo se prolongó hasta mediados de la década de 1970, el Estado Nacional generó las condiciones para acelerar la industrialización basada en el consumo del mercado interno. Por un lado aplicó leyes, decretos e incentivos económicos para alentar el desarrollo de actividades secundarias. Por el otro, al constituir grandes empresas públicas productoras de bienes y servicios, se transformó en empresario. Además la localización de grande empresas públicas en distintas localidades alentó la radicación de otras actividades e impulsó el crecimiento urbano. Estas medidas animaron también el desarrollo de un importante sector terciario, basado en la administración, el comercio, el transporte y demás. El surgimiento de estas actividades económicas demandó la provisión de nueva infraestructura urbana, tanto de transporte como de redes de electricidad y gas. Las grandes áreas urbanas en las que se desarrolló el proceso se transformaron en las más dinámicas del sistema urbano, en detrimento de aquellas en las que no se verificaba el fenómeno. En las décadas de 1970 y 1980, el proceso de industrialización se revirtió, lo que provocó diversos cambios en el sistema urbano.

EL PERIODO ACTUAL:

El desarrollo del capitalismo se apoya más en la valoración del capital financiero que en la del capital productivo, logrado por medio de la industrialización. Las ideas económicas sobre las que se apoya este cambio son las de origen neoliberal, que sostienen el principio de que el funcionamiento de un mercado sin restricciones estatales orienta la inversión y el gasto de los distintos agentes económicos. Se postula la necesidad de reducir el papel del Estado, y de impulsar la privatización de las empresas públicas. Algunas de estas ideas comenzaron a aplicarse a partir de 1976 y adquirieron plena vigencia en la década de 1990. El estado abandonó muchas de sus funciones de la etapa anterior y se transformó  en subsidiario de los emprendimientos privados, es decir que tomó a su cargo las actividades que no resulta atractivas para el capital privado. Bajo los salarios, trasfirió recursos de la sociedad al sector más concentrada de la sociedad, es decir a las empresas nacionales y extranjeras de mayor tamaño. La aplicación de estas políticas se tradujo en un proceso de desindustrialización, cierres de platas y reubicación de otras, lo que generó el empobrecimiento de sectores de la sociedad. También afecto a la urbanización ya que las personas dejaban los lugares donde estaban asentados para ir a donde se reubicaban las fábricas.


LA GLOBALIZACIÓN Y EL ESPACIO URBANO EN LA Argentina:


Las ideas neoliberales comenzaron a implementarse en el 1970. La economía se abríó a los flujos financieros y comerciales mundiales, lo que desestructuro la base industrial del país.  La caída de los ingresos hizo que se ampliara la brecha entre ricos y pobres, crecíó la desocupación. Cuando el modelo neoliberal se adoptó plenamente, el Estado Nacional empezó a actuar como promotor de la acción del capital privado. Se fomentó la entrada de inversiones extranjeras. Esto tuvo un fuerte impacto en la estructura territorial del país, los espacios se reestructuraron a partir de los objeticos del capital privado concentrado nacional y en particular, extranjero. A partir de la incorporación de Argentina al proceso de reestructuración mundial del capitalismo, ese espacio se transformó en un objeto de apropiación por parte del capital que pretendía generar negocios.

Las áreas más afectadas por esto fueron las metrópolis, ya que en ella confluían amplios sectores sociales solventes con demandas  de consumo, grande espacios urbanos para ser valorizados  como nuevos espacios residenciales y grandes equipamientos para el  consumo. Las consecuencias territoriales se expresan en el transporte, la localización industrial, los equipamientos de consumo y residencia.

TRANSPORTE URBANO Y GLOBALIZACIÓN


El carácter metropolitano de las grandes áreas urbanas argentinas se debíó, en buena medida, a la extensión física de la infraestructura del transporte, las vías férreas y a las modalidades que adopto el parque móvil.

Hasta la década del 1970 se dio prioridad al desarrollo del transporte público de pasajeros, lo que exprésó en directas inversiones estatales en caminos y vías férreas. Como consecuencia de esto, se incorporaron en las metrópolis extensas áreas rurales cercanas, que se transformaron en residenciales o industriales.

En los últimos, veinte años se comenzó a alentar la construcción  de redes urbanas y suburbanas de autopistas para incrementar el uso del automóvil. La gestión, el mantenimiento y la construcción de esas redes quedaron a cargo de empresas privadas, que le cobran al usuario un derecho de paso peaje por el uso de la estructura. La extensión de las autopistas redujo el tiempo de viaje en automóvil e impulso la expansión del área metropolitana a través de la ocupación de nuevas zonas residenciales.

El estado nacional y provinciales redujeron los subsidios a los transportes públicos.

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