Problemas derivados de la aglomeración y la organización:
Desificación demográfica y constructiva: La presión urbana sobre el espacio no urbanizado se soluciona difundiendo población, actividades y equipamientos hacia espacios rurales.
Elevado precio de compra o alquiler de viviendas: Para solucionarlo se fomentan las viviendas de protección social y ayudas de alquiler para algunos grupos.
Necesidad de numerosos equipamientos y abastecimientos: Para paliar este problema, los desequilibrios heredados requieren inversiones.
Ordenación del tráfico y del transporte: Los atascos y problemas de aparcamiento se pueden mejorar creando vías de circulación y potenciando el transporte colectivo.
Problemas económicos:
Excesiva terciarización: Se fomenta la diversificación y se difunden las actividades terciarias avanzadas, muy focalizadas en el centro urbano, hacia la periferia o hacia los núcleos urbanos secundarios.
Problemas sociales:
Estrés, aislamiento y desempleo son más frecuentes en las grandes ciudades. Se llevan a cabo campañas de prevención dirigidas a la juventud y se planifican medidas destinadas a favorecer la integración de los inmigrantes.
Problemas ambientales:
Existencia de un microclima urbano: Temperaturas y precipitaciones más altas que las del campo circundante.
Contaminación atmosférica: Debida al tráfico y a las calefacciones que crean una campana de polvo. Para solucionarlo se fomenta el transporte colectivo y el ahorro energético.
Altos niveles de ruido: Se toman medidas como la instalación de paneles antirruidos, ordenación del tráfico, etc.
Producción y eliminación de residuos: Las ciudades producen una gran cantidad de residuos sólidos, como basura y desechos industriales que provocan un gran impacto ambiental. Para solucionarlo se fomenta la reducción, la recuperación y el reciclaje.
Desaparición de espacios verdes: Aumenta la congestión de las ciudades. Para solucionarlo se remodelan espacios urbanos, instalando plazas y jardines, y se crean espacios protegidos en el entorno urbano.