Porque son importantes las depresiones geográficas

Tema 1


Los rasgos fundamentales del relieve peninsular: grandes unidades morfoestructurales y formas de relieve dominantes. El relieve de la Península Ibérica se caracteriza por tres rasgos fundamentales: • Forma maciza: la península presenta, generalmente un perfil rectilíneo, con pocas penetraciones del mar hacia el interior, excepto en las costas gallegas. • Elevada altitud media (660 m.), sólo superada en Europa por Suiza. Esta elevada altitud no se debe tanto a la existencia de grandes cordilleras como a la gran extensión del bloque elevado de la meseta, más o menos cuadrado, plano y ligeramente basculado hacia el Atlántico. •Distribución periférica de las montañas. Toda la península está rodeada por montañas, salvo el sector SW.  Las principales consecuencias de lo anterior son el aislamiento de la influencia marina y las dificultades para el trazado de vías de comunicación. Las tres grandes unidades morfoestructurales que conforman el relieve peninsular son las siguientes: • El macizo herciniano Ibérico, antigua cordillera aplanada y fracturada que forma la actual meseta central de la península. • Las cordilleras alpinas, entre las que podemos diferenciar las que se formaron en el borde de los macizos antiguos y las que surgieron al plegarse los sedimentos de mares profundos. • Las depresiones terciarias: depresiones interiores de la meseta (submesetas N y S) y depresiones periféricas (Ebro y Guadalquivir) Realizaremos una breve descripción de la estas unidades, indicando su origen, las rocas y las formas de relieve predominantes en cada una de ellas. EL MACIZO HERCINIANO IBÉRICO Corresponde a los restos de una vieja cordillera formada en el Paleozoico y fracturada durante el plegamiento Alpino. Comprende toda la zona occidental de la Meseta (Macizo Gallego, Montes de León, penillanura zamorano-salmantina, penillanura extremeña), además de la zona W de la Cantábrica, el Sistema Central, los Montes de Toledo y Sierra Morena. Las rocas predominantes en estas áreas son silíceas, principalmente granitos, cuarcitas y pizarras. Las formas de relieve más habituales son las carácterísticas de estas rocas. En el caso del granito, la morfología más habitual es el berrocal: el agua penetra por grietas horizontales y verticales en el granito y lo rompe en bloques que luego son erosionados en forma de bolos. En otras ocasiones forma cúpulas o domos o se descompone en arenas en los valles. Esta es la morfología predominante en la penillanura zamorano-salmantina o en Extremadura. Cuando sobre una plataforma granítica discurren cursos de agua de gran poder erosivo, estos se encajan en ella, formando profundos cañones, como los de los Arribes del Duero en Zamora. Las montañas, muy erosionadas, son de formas redondeadas, muy desgastadas por la erosión. Son relieves fracturados en los que los picos corresponden a bloque elevados (horsts) mientras que los valles coinciden con bloques hundidos (fosas tectónicas) Así sucede en el Sistema Central o las montañas gallegas. En las zonas más elevadas, la acción del hielo/deshielo rompe los bloques graníticos en cantos de bordes afilados que se acumulan en las laderas formando canchales. Cuando alternan pizarras y cuarcitas, estas, muy resistentes a la erosión, forman agudas crestas, mientras que en las pizarras, muy blandas, los ríos abren amplios valles  (relieve apalachiense). Esta morfología predomina en los Montes de Toledo y Sierra Morena. En la línea costera, muchos valles han quedado sumergidos bajo el mar formando rías. Destaca el tamaño de las rías gallegas (rías altas al N de Finisterre, y rías bajas al S de este cabo), en las que el mar llega a penetrar hasta 30-35 Km., siendo menores las rías del Cantábrico. LAS CORDILLERAS ALPINAS LAS GRANDES CADENAS: PIRINEOS Y BÉTICAS Se forman en la Era Terciaria al plegarse los grandes espesores de sedimentos depositados en el fondo marino como consecuencia de la erosión de los macizos hercinianos. Los sedimentos procedentes de la Meseta Española y el Macizo de Aquitania serán el origen de los Pirineos, mientras que los depositados en el surco bético (entre la Meseta Española y el macizo del Rif) originarán las Cordilleras Béticas. En el Mioceno comenzará la erosión de estas nuevas cordilleras, rellenándose con materiales sedimentarios la depresión intermedia pirenaica y las hoyas intrabéticas. Durante el Cuaternario se producirá el encajamiento de los ríos y el retoque glaciar. Las rocas que forman estas cadenas son principalmente calizas. En las zonas más elevadas, afloran materiales paleozoicos (granitos, pizarras) y en las depresiones hallamos materiales sedimentarios (arcillas, margas, etc.)Formas de relieve principales:  En general, el relieve visible coincide con las ondulaciones del plegamiento: las sierras son anticlinales y los valles sinclinales. Por su similitud con las montañas  del Jura suizo, hablamos de un relieve jurásico. Al ser relieves jóvenes, poco erosionados, predominan las crestas afiladas, paredes verticales y valles estrechos y profundos Los Pirineos sufrieron en el Cuaternario la intensa acción de los glaciares. Los valles ocupados por los glaciares tienen circos excavados en la cabecera y un  típico modelado en U (bien visible, por ejemplo, en Ordesa). Excavaron además cubetas en forma de embudo, ocupadas hoy por alrededor de un millar lagos (ibones o estanys). El glaciarismo es mucho menos importante en las Béticas. Son importantes los fenómenos kársticos, favorecidos por la existencia de grandes masas de calizas. Ejemplos clásicos de esta morfología son el extenso Torcal de  Antequera en las Béticas o los extensos sistemas de galerías subterráneas de los Pirineos. Formas volcánicas: zona de Olot en Gerona, Cabo de Gata en Almería. En ambos casos se trata de volcanismo antiguo, sin actividad en la actualidad. LOS REBORDES ALPINOS En los bordes de los macizos hercinianos donde se habían acumulado sedimentos (zona E de la Meseta, zona S de los Macizos del Ebro y Catalano-Balear) las presiones de la orogenia alpina pliegan estos materiales a la vez que fracturan los bordes del zócalo, Esto origina unas cordilleras en las que coexisten rasgos de las montañas antiguas, hercinianas, y de las más jóvenes, alpinas. Se trata de la Cordillera Ibérica y de las Costero-Catalanas. Las rocas que forman estas montañas son principalmente calizas, aunque conservan también sectores importantes de rocas silíceas (zonas más elevadas de la Ibérica, zona N de la cordillera catalana) y aparecen sedimentos terciarios y cuaternarios en las depresiones. Por su disposición en el borde de los zócalós antiguos, en zonas a veces emergidas y a veces 3 sumergidas bajo el mar, se mezclan en ellas rocas de origen marino con otras de origen continental. Formas de relieve principales: Plataformas calizas muy karstificadas (dolinas, poljés, cañones…) abundantes sobre todo en el sistema Ibérico y destacando entre estos paisajes la Ciudad Encantada de Cuenca o los campos de dolinas de la Sierra de Albarracín. Fosas tectónicas de fondo plano, como la depresión de Calatayud-Teruel en la  Ibérica o la depresión prelitoral de la Cordillera Catalana (comarcas del Vallés, Penedés, etc.). Macizos de cumbres aplanadas, muy desgastadas por la erosión, por ejemplo los del N de las Costero-Catalanas, entre los que destaca el Montseny. Relieves enérgicos, plegados y fallados a la vez, en la zona del Maestrazgo y en el S de la Costero-Catalana. LAS DEPRESIONES LAS DEPRESIONES INTERIORES DE LA MESETA Durante el plegamiento Alpino, el bloque de la Meseta se fracturó y quedó basculado  hacia el W. Sobre bloques hundidos de ese antiguo zócalo recubiertos luego de sedimentos más modernos se alojan las depresiones interiores de la Meseta. En la submeseta N se localiza la depresión del Duero, mientras que en la mitad meridional la depresión se halla dividida en dos cuencas: las del Tajo y el Guadiana. Las rocas que rellenan ambas depresiones son sedimentos de finales del Terciario y del Cuaternario. Arcillas arenas, gravas, etc. Alternan con calizas que se formaron cuando estas depresiones aún no estaban abiertas al mar. Durante el Cuaternario, la red fluvial excava estos sedimentos. La diferente resistencia de las capas a la erosión marca en estas áreas dos  niveles. Un rellano más elevado, formado por rocas resistentes: las calizas. Son los páramos, plataformas situadas a mayor altura que, lentamente, son atacados y destruidos por la red fluvial. Al retroceder el páramo, quedan, a veces, relieves residuales (cerros-testigo u oteros). Además, sobre la plataforma caliza se desarrollan fenómenos de karstificación.  Un rellano inferior, excavado en los materiales blandos. Es la campiña, de valles anchos y fértiles. Las formas de relieve resultantes son las siguientes: Páramos calizos y campiñas arcillosas, a los que por su horizontalidad denominamos relieves tabulares. Algunos de estos páramos tienen gran extensión, como la Mesa de Ocaña-Tarancón. La llanura de la Mancha: ocupa el sector E de la Submeseta Sur y constituye una llanura perfecta. En su zona más oriental drena hacia el Mediterráneo a través del Júcar y el Cabriel. Las Rañas: son acumulaciones de cantos cuarcíticos procedentes de la erosión que se sitúan al pie de la Cordillera Central y de los Montes de Toledo. LAS DEPRESIONES PERIFÉRICAS Son las cuencas triangulares del Ebro y el Guadalquivir, entre los rebordes de la Meseta y las cordilleras alpinas. Se trata de dos depresiones de forma y tamaño similar (unos 300 Km. De longitud), pero con una diferencia fundamental: la del Ebro es una cuenca cerrada, limitada por tres cordilleras y rellena de sedimentos continentales, mientras que la del Guadalquivir se abre al Atlántico y está rellena, en su zona más occidental, por sedimentos marinos

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