Población Española Actual: Estructura por Actividad Económica, Evolución desde 1960 y Problemática
1. Estructura de la Población por Actividad Económica
Esta estructura analiza la composición de la población según su relación con las actividades productivas. Distinguimos:
Población Activa
Conjunto de personas que proporcionan mano de obra disponible para la producción de bienes y servicios, de entre la población mayor de 16 años hasta la edad de jubilación. Incluye las personas que tienen empleo (población activa ocupada) y las que están buscando trabajo (población activa desocupada).
Población Ocupada o con Empleo
Es la formada por personas de 16 años o más que, durante el tiempo de referencia de la encuesta o registro, han tenido un trabajo por cuenta propia o ajena.
Población Parada o Activa Desempleada
Son aquellas personas de 16 años o más que están sin trabajo, buscan trabajo y están disponibles para trabajar. Pueden buscar su primer empleo o haber trabajado anteriormente.
Población No Activa (Inactiva)
Conjunto de personas mayores de 16 años que no están incorporadas al mercado laboral, no realizan trabajo remunerado ni tampoco lo buscan. Incluye jubilados, rentistas, incapacitados, estudiantes, personas dedicadas a labores de su hogar, etc.
Para analizar la población activa se utilizan:
- La tasa de actividad: Población activa (ocupada o no) x 100 / Población total
- La tasa de empleo: Población ocupada x 100 / Población total
Analizando la tasa de actividad observamos:
- El predominio masculino (un 68 %), pero esa situación está cambiando: la mujer está aumentando su tasa de actividad más rápidamente que el hombre.
- La población más formada tiene mayor tasa de actividad y mayores facilidades para encontrar empleo.
- Los inmigrantes extranjeros presentan tasas de actividad superiores a las de los españoles.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), hoy en día el número de activos se sitúa en 22,7 millones de personas.
Para analizar el paro se utiliza:
- La tasa de paro: Número de desempleados x 100 / Población activa.
España presentaba hasta la crisis de 2007 cifras de paro del 9 %, superior a la media de la UE. En 2015 la tasa de paro subió al 22 %. En la actualidad, la tasa de paro se sitúa en el 17,2 % y en diez comunidades autónomas se encuentra por debajo del 15 %.
Causas del Paro:
- España, en épocas expansivas, presenta tasas de crecimiento económico y de creación de empleo más altas que otros países de la UE, pero en épocas de crisis sufre recesiones más profundas y más largas.
- Una parte importante del empleo español se realiza en actividades muy intensivas en mano de obra y con un nivel tecnológico medio o bajo, como ciertos sectores industriales, la construcción, etc., que son los que han sufrido en mayor medida la crisis económica.
- La incorporación de la mujer al mundo laboral está siguiendo un ritmo mayor que el de creación de empleos.
- La persistencia de la economía sumergida.
Paro Juvenil:
La tasa de paro es mayor en los grupos de edad joven (más del 50 %). Causas:
- Los que quieren acceder al mundo laboral por primera vez encuentran grandes dificultades en una coyuntura de crisis que empieza a remitir.
- Una parte del trabajo para jóvenes es temporal, lo que hace que en situaciones de crisis sean los primeros en ir al paro.
- Pueden contar con la ayuda de sus familias y resistirse a aceptar trabajos que no consideran adecuados a su formación y a sus expectativas.
Ocupación de la población por ramas y sectores económicos:
Continúan creciendo los porcentajes de población que trabaja en el sector servicios y disminuyendo los otros dos sectores, como corresponde a una sociedad que tiene una economía terciarizada. En la actualidad, la distribución es la siguiente:
- Actividades agrarias: 4,4 % de la población activa.
- Actividades industriales: 14,1 %.
- Construcción: 6 %.
- Servicios: 75,6 %.
2. Su Evolución desde 1960
- Entre 1960 y 1975, la población española entró en una dinámica de cambios muy profundos, fuertemente ligados a los cambios económicos. El desarrollo económico se localizó en unos cuantos núcleos urbanos, lo que desencadenó el éxodo rural que implicó a grandes contingentes de población. A partir de este momento, se establece el binomio crecimiento urbano-éxodo rural, favoreciendo el crecimiento de ciudades como Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia y la expansión de sus áreas metropolitanas. En el contexto de progreso económico del desarrollismo franquista, tanto la natalidad (el «baby boom«) como la mortalidad tuvieron una evolución positiva. En la década de 1970, la natalidad se mantuvo relativamente alta; sin embargo, se estaban gestando importantes cambios sociológicos que se iban a traducir en una reducción del número de hijos por mujer.
- Hacia 1980, finalizó la transición demográfica en España. Se entró en el ciclo demográfico moderno con una drástica caída de la natalidad y un aumento de la esperanza de vida.
- Desde la segunda mitad de los años noventa, la masiva llegada de inmigrantes jóvenes, en edad de trabajar y tener hijos, ha originado un ligero ascenso de las tasas de natalidad y ha rejuvenecido la estructura demográfica española. Sin embargo, el desarrollo de una potente crisis económica a partir de 2007 ha dado lugar a una drástica reducción en el número de llegadas y a una reducción en el número de hijos por mujer, tanto extranjera como española.
3. Problemática Actual
Los problemas que presenta la población actual son diversos:
- Problemas en los movimientos naturales: La tasa de natalidad es muy baja, y el pequeño repunte de final de siglo ha vuelto a descender. La tasa de mortalidad es baja, pero tiende a incrementarse ligeramente por el envejecimiento de la población. Esto llevará a un crecimiento natural negativo.
- Problemas relacionados con las migraciones: La inmigración extranjera plantea algunos problemas económicos como la presión a la baja sobre los salarios y el aumento del déficit exterior por las remesas enviadas a sus países. Además, la crisis ha provocado un repunte de la emigración española al exterior.
- Problemas en el crecimiento demográfico: Como resultado de las tendencias en el movimiento natural y en los movimientos migratorios (desde 2011 el saldo migratorio exterior de España resulta negativo), la población española tiende a decrecer.
- Problemas en la estructura demográfica y económica: El envejecimiento de la población supone un aumento considerable de los gastos sanitarios, elevado gasto en pensiones, e incremento de los gastos en servicios sociales (residencias, servicios para la tercera edad…), que pueden poner en peligro el Estado de Bienestar.
- En la actividad de la población, la tasa de paro ha sufrido un gran incremento que ha provocado problemas de financiación para las empresas, a la vez que descenso del consumo y de la producción. En la estructura por sectores económicos, existe una excesiva dependencia del sector terciario en la ocupación y en el PIB.