Medidas Estabilizadoras y Planes de Desarrollo
La puesta en funcionamiento del Plan de Estabilización significó el abandono definitivo de la política económica de intervención. Fue impulsado por los organismos internacionales como condición para conceder a España los créditos imprescindibles para evitar una suspensión de pagos, fruto de la falta de reservas de oro y la necesidad de financiar importaciones. El gobierno se comprometió a reducir el intervencionismo del Estado, a disminuir el déficit público y a abolir los obstáculos a la entrada de mercancías del exterior.
A pesar de la liberalización, el desmantelamiento de la intervención pública fue lento y muchos sectores conservaron un mercado intervenido durante años. A este plan se añadieron los Planes de Desarrollo Económico y Social, que son un buen ejemplo de la tendencia intervencionista del Estado. La planificación centró el interés en el sector industrial y propició una serie de actuaciones para mejorar la eficacia de la estructura empresarial, sectorial y regional, así como la creación de polos de desarrollo que intentaban reducir los desequilibrios. Las previsiones de los planes raramente se cumplieron y sus efectos fueron escasos.
Ejes Fundamentales del Plan de Estabilización
- Estabilización de la economía: Para reducir la inflación, se elevaron los tipos de interés bancario y se limitó el déficit público mediante una reforma fiscal para incrementar la recaudación y limitar el gasto del Estado.
- Liberalización interior de la economía: Se eliminó el organismo interventor y se dejaron de regular los precios de los productos.
- Liberalización exterior de la economía: La intención era eliminar las trabas a la entrada de productos extranjeros y facilitar la inversión de capital extranjero. Además, se devaluó la peseta un 50% en relación con el dólar.
El Crecimiento Económico de Cataluña
A pesar de que el crecimiento económico afectó a todo el territorio español y que algunas de las zonas más atrasadas experimentaron un aumento de su renta, la distribución territorial de las actividades económicas en España se mantuvo desigual. Así, Cataluña continuó manteniendo su predominio en el sector industrial español.
Transformaciones Sectoriales en Cataluña
La distribución sectorial de la industria catalana conoció algunas modificaciones en aquellos decenios:
- En primer lugar, el sector textil perdió una parte muy grande de su tradicional importancia.
- Paralelamente, otros sectores, especialmente el metal, las artes gráficas y la petroquímica, experimentaron una fuerte expansión.
- En segundo lugar, como en todas las economías avanzadas, los servicios pasaron a convertirse en el sector de actividades más importante.
Este crecimiento no fue homogéneo en todo el territorio catalán y destacó la gran cantidad de actividad que se concentró en Barcelona y sus alrededores. Este desequilibrio territorial contribuyó a la llegada de emigrantes procedentes de otras regiones de España, quienes se instalaron preferentemente en toda la franja litoral. El área urbana de Barcelona se convirtió en la mayor concentración obrera de España. El fenómeno migratorio, el turismo y el aumento del nivel de renta provocaron, también, una fuerte expansión del sector de la construcción, tanto urbana como de infraestructuras.
La Reconversión de la Agricultura Española
La profunda transformación de la economía implicó una reducción de la importancia del sector agrario y supuso la disminución tanto de la población activa dedicada a él como del peso de la agricultura en el PIB.
Factores Clave de la Transformación Agraria
- En primer lugar, el éxodo rural, resultado de las más numerosas y mejores oportunidades de trabajo en la industria y los servicios.
- En segundo lugar, la reducción del peso de los alimentos en el consumo total como consecuencia del aumento de la renta de la mayoría de la población.
El descenso de la mano de obra rural como resultado de la emigración supuso un aumento de los salarios y esto estimuló a los empresarios agrícolas a intensificar los cultivos mediante la mecanización. La mejora de la renta provocó un cambio en la dieta alimentaria y una diversificación en la demanda de víveres. El resultado de todo este proceso fue un aumento notorio de la productividad y un cambio en la composición del producto agrario. En contrapartida, disminuyeron los cereales destinados a consumo humano.
Una Nueva Estructura Social Urbana
El proceso de desruralización constituyó el cambio más importante en la estructura social española. Experimentó un crecimiento extraordinario una joven clase obrera que, mezclándose con la autóctona, representó un tercio de la población activa total y la mitad de los asalariados. Se formó así un amplio y diverso sector de trabajadores en el que los obreros cualificados se convirtieron en la categoría profesional más numerosa en España y aún más en Cataluña. A su lado proliferaron los activos no cualificados en el sector terciario.
La transformación de las clases medias, impulsada por sectores como la construcción o el transporte, modificó la pequeña burguesía. Sin embargo, aumentó el peso de una nueva clase media vinculada a las actividades terciarias y la «tecnocratización». En cuanto a las clases burguesas, se produjo un desplazamiento de los sectores tradicionales en beneficio de los sectores industriales en expansión. Esta nueva burguesía a menudo estuvo vinculada a las empresas transnacionales y al capital extranjero.
Limitaciones del Proceso Industrializador
A pesar de la profundidad del crecimiento y de las transformaciones, la economía española mostraba limitaciones.
Desafíos Económicos y Causas de la Inflación
- En primer lugar, la renta per cápita en España era todavía muy baja.
- En segundo lugar, durante todos estos años se consolidó una fuerte tendencia a la subida de precios. Así, la inflación y la escasa creación de nuevos puestos de trabajo fueron dos de las principales limitaciones de esta etapa.
Entre las causas que explican la inflación, cabe destacar el aumento de los precios agrícolas. A ello se sumaba la escasa competencia, dado que buena parte de los servicios estaba en manos de oligopolios, y, finalmente, la excesiva creación de dinero por parte de las autoridades monetarias para hacer frente a la crisis.
Hay que destacar la especialización de la industria en actividades tecnológicamente poco intensivas. En efecto, el crecimiento industrial de estos años se caracterizó por un avance muy limitado de las industrias de mayor contenido tecnológico. Finalmente, cabe mencionar la escasa liberalización de un buen número de sectores económicos y la excesiva regulación estatal.