Hidrografía: Estudio de las aguas en la superficie terrestre

Hidrografía

Rama de la geografía que estudia las aguas en la superficie terrestre (marina y continental).

Hidrosfera: Parte de la Tierra ocupada por mares, ríos, lagos y acuíferos (71% – 97% océano, 3% dulce). Es constante, pero hay un intercambio continuo entre el agua del mar, los continentes y la atmósfera (ciclo hidrológico).

Factores que condicionan:

  • Clima: Determina las precipitaciones que regulan el caudal y la regularidad de los ríos. En España, hay zonas húmedas (ríos regulares y de gran caudal, zona atlántica), zonas secas (ríos menos caudalosos e irregulares, clima mediterráneo) y zonas áridas (caudal pobre e incluso seco en verano, estiaje, especialmente en el sureste). La temperatura es responsable de la evaporación.
  • Relieve: La inclinación de la meseta hacia el oeste y las desembocaduras de los grandes ríos (como el Ebro) en el Atlántico. Según la pendiente, la erosión, la velocidad y las crecidas pueden ser mayores o menores. En zonas muy llanas sin movimiento y sin salida al mar (endorreísmo), se forman pequeñas lagunas. Además, a mayor altitud, hay más precipitaciones.
  • Litología: Las calizas, que son rocas permeables, dan lugar a sumideros y escorrentía subterránea. El granito y las arcillas, en cambio, tienen una escorrentía superficial.
  • Vegetación: A mayor vegetación, menor erosión y mayor riqueza hídrica.
  • Intervención humana: La construcción de embalses, canales y presas.



Río

Corriente de agua que fluye desde su nacimiento hasta su desembocadura en otro río (afluentes/arroyos), lago o mar. Puede ser más o menos recto (meandros – curvas para adaptarse al entorno).

Cauce: Superficie cubierta por agua en su momento máximo.

Caudal: Volumen de agua por segundo en un lugar concreto (m3/s). Se puede hablar de caudal medio/día, caudal relativo (relación entre el caudal y la superficie de la cuenca) y aportación (cantidad que pasa por una cuenca anualmente).

Variaciones estacionales del caudal: La irregularidad está relacionada con las precipitaciones (mayor en regiones con régimen pluvial como los cantábricos y menor en regiones mediterráneas). Las crecidas y los estiajes son aumentos bruscos del caudal por lluvias, generalmente con efectos catastróficos. Son frecuentes en levante durante la gota fría (las DANA). El estiaje se produce en verano, cuando el caudal es mínimo. Esto se observa especialmente en levante, donde los cauces suelen estar secos (ramblas).

Cuenca hidrográfica: Espacio entre las divisorias de agua recorrido por un río principal y sus afluentes.

Regímenes fluviales:

  • Pluvial: Condicionado por las lluvias. Puede ser oceánico (norte, clima atlántico, lluvias elevadas y regulares, máximas en invierno) o mediterráneo (precipitaciones irregulares, sequía, lluvias torrenciales, estiaje, gran evaporación).
  • Nival: En los Pirineos, el agua de la nieve nutre los ríos en primavera y verano.
  • Mixto: Combina características pluviales y nivales. Por ejemplo, el nivo-pluvial en el río Gallego y el pluvio-nival en el río Llobregat.
  • Complejo: Se da en grandes ríos y combina diferentes regímenes debido a su extensa cuenca.



La red fluvial en España

Vertiente atlántica: Es la más extensa debido a la inclinación de la meseta.

  • Cuenca norte: Los ríos de esta zona tienen un clima oceánico, régimen pluvial y cursos cortos debido a su proximidad al mar. Tienen una gran velocidad, buen caudal y regularidad, lo que ha dado lugar a la formación de profundos valles. Algunos ejemplos son el Bidasoa, el Sella, el Nalón, el Eo, el Miño y el Sil.
  • Meseta y Depresión Bética: Los ríos de esta zona son más largos debido a las llanuras y tienen un clima mediterráneo, lo que provoca un amplio estiaje y una mayor irregularidad. Algunos ejemplos son el Duero, que es la cuenca más extensa y nace en los Picos de Urbión, con numerosas presas, y tiene afluentes como el Pisuerga, el Esla, el Duratón y el Tormes; el Tajo, que es el río más largo de la península y discurre desde la sierra de Albarracín hasta Lisboa, con muchos embalses, y tiene afluentes como el Jarama, el Alberche y el Tiétar; el Guadiana, que nace en las lagunas de Ruidera y desemboca en Ayamonte (Huelva), con un régimen pluvial y tramos subterráneos en zonas calizas, y tiene afluentes como el Jabalón o el Zújar; y el Guadalquivir, que discurre desde la sierra de Cazorla hasta Sanlúcar de Barrameda, por una llanura muy plana que ha dado lugar a la formación de marismas. El río Genil es su principal afluente y tiene un régimen nival.

Vertiente mediterránea: A excepción del Ebro, los ríos de esta vertiente son más pequeños o medianos, tienen cuencas reducidas y un régimen pluvial muy irregular (apenas caudal, ramblas). Algunos ejemplos son el Ter y el Llobregat en Cataluña, el Turia, el Júcar y el Segura en Levante, y el Almanzora y el Guadalhorce en el sur. El Ebro, por su parte, nace en la Cordillera Cantábrica, tiene una cabecera lluviosa, atraviesa la depresión del Ebro y desemboca en Tortosa, formando un delta. Tiene un régimen pluvio-nival y tiene afluentes como el Aragón, el Gállego, el Cinca y el Jalón, así como numerosos embalses.

Islas, Ceuta y Melilla: En las Islas Baleares, hay torrentes o cursos intermitentes que solo llevan agua en épocas de grandes lluvias. La litología caliza de las islas permite la formación de acuíferos y cuevas. En las Islas Canarias, la gran aridez y la permeabilidad de la piedra volcánica hacen que no haya cursos permanentes, sino barrancos y acuíferos. En Ceuta y Melilla, hay arroyadas estacionales, cauces secos como el río de Oro y acuíferos.



Lagos y humedales

Lagos y lagunas (aguas profundas y permanentes): Son acumulaciones naturales de agua en zonas deprimidas. En España, hay pocos lagos.

  • Origen endógeno: Son provocados por la tectónica de placas, como el Campo de Calatrava en Ciudad Real.
  • Origen exógeno: Son resultado de la erosión o el glaciarismo de la época cuaternaria, como los lagos de Covadonga en los Picos de Europa o el lago de Sanabria. También pueden ser provocados por la disolución de calizas, como las lagunas de Ruidera en La Mancha.
  • Lagos mixtos: Son resultado de la acción de varios procesos, como el lago Bañolas en Cataluña o los lagos de Covadonga.

Humedales (aguas someras e intermitentes): En las cuencas arreicas, la escasez de lluvia y la permeabilidad del suelo impiden la formación de ríos, pero sí se forman lagunas y charcas (como las Tablas de Daimiel). En las cuencas endorreicas, la escasez de pendiente impide que el agua vaya al mar. En el litoral, se forman lagunas debido a la sedimentación fluvial, marítima y el viento, como las albuferas y marismas en Valencia, el Mar Menor o las marismas del Guadalquivir en Doñana.

Aguas subterráneas

El agua de lluvia se filtra hasta alcanzar las capas de agua impermeables. Ahí se retiene y se forma un embalse subterráneo llamado acuífero. Esta agua puede salir por manantiales, ríos o el mar. Se aprovecha en forma de pozos. Las zonas más propensas son las arcillosas y las depresiones de los grandes ríos.

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