Evolución Económica Global: De la Posguerra a la Recuperación Irregular (1939-2010)

Guerra y Recuperación Económica (1939-1951)

La Segunda Guerra Mundial fue un enfrentamiento crucial entre democracias y fascismos. El factor económico fue determinante: la capacidad de disponer y/o producir material bélico y de dañar la economía del adversario hasta impedirle continuar el conflicto. Fue más destructiva y costosa que cualquier conflicto previo; no existe un consenso sobre sus costes, solo estimaciones.

Impacto Económico de la Guerra

La guerra también produjo cambios significativos en la economía:

  • Incorporación definitiva y sin retorno de la mano de obra femenina al mercado laboral.
  • Intensificación de la investigación, principalmente en energía nuclear, aviación y medicina.
  • A pesar de la brutalidad de los bombardeos atómicos sobre Japón, la guerra causó mayor desolación en Europa, que salió del conflicto muy debilitada y dividida. Las causas de esta debilidad incluyeron la supeditación a EE. UU. y el inicio del proceso de descolonización. La recuperación económica llegó a través del Plan Marshall.
  • Rápida recuperación del PIB a niveles de preguerra.
  • Creación en Europa del Este de las repúblicas populares, regímenes socialistas de planificación centralizada y fuertemente tutelados por la URSS.

Nuevo Sistema Monetario Internacional

Se estableció un nuevo sistema monetario y de pagos internacionales, con el dólar como única divisa convertible en oro.

La Época Dorada del Capitalismo (1952-1973)

Los años conocidos como la Época Dorada representan el período de mayor crecimiento económico registrado. Durante estas décadas, las tasas del PIB de los países desarrollados se triplicaron, y el crecimiento también fue significativo en el resto del mundo. Otra característica clave fue la extensión de la industrialización a países y regiones menos desarrolladas, especialmente en el Mediterráneo, Europa del Este y Asia.

Los pilares del crecimiento económico de la Época Dorada se fundamentaron en factores económicos, sociales y políticos de largo plazo. Estos generaron una fuerte capacidad de crecimiento social, gracias a un entorno receptivo y capacitado, en el contexto de una economía mundial estabilizada y bajo el liderazgo de Estados Unidos. Este crecimiento global y equilibrado se explica por dos grandes factores:

Impulso de la Oferta

  • Alta Tasa de Inversión

    • Una alta tasa de inversión, posibilitada por:
      • El crecimiento de los beneficios, gracias a la relativa moderación salarial y a la ampliación del mercado.
      • El aumento del ahorro, generado por el incremento de la renta familiar y la caída de los precios de los alimentos.
      • Una importante inversión exterior, especialmente de EE. UU.
  • Progreso Técnico y Productividad

    • El progreso técnico, que permitió incrementar y abaratar la producción (tanto agraria como industrial) simultáneamente, gracias a:
      • La absorción de la tecnología estadounidense.
      • La industrialización de nuevos países.
      • La moderación de los precios de la energía y de las materias primas.
  • Crecimiento Agrario y Liberación de Mano de Obra

    • El fuerte crecimiento de los rendimientos agrarios, que abarató la alimentación y liberó, a su vez, una gran cantidad de población del campo.
  • Terciarización de la Economía

    • La terciarización de la economía: la población activa tendió a concentrarse en el sector terciario, es decir, en la distribución y los servicios, tanto privados como públicos.
  • Liberalización Económica Global

    • La liberalización de la economía mundial en términos de producto, trabajo y capital.

Crecimiento de la Demanda

  • Políticas de pleno empleo, que resultaron en un mayor ingreso familiar.
  • El crecimiento general de la renta, generado por el incremento de la productividad.
  • El aumento de la propensión al gasto de las familias, impulsado por la seguridad relativa que ofrecía la asistencia social y la escasa utilidad del ahorro en un contexto de crecimiento.
  • El aumento del comercio exterior.

El Fin de la Expansión y la Crisis Económica (1973-1983)

En contraste con la Época Dorada, se abrió un período de incertidumbre económica, caracterizado por un crecimiento muy inferior, más inestable y desigual en el tiempo y en el espacio.

Causas del Estancamiento

Hacia los años setenta, los elementos que habían impulsado el crecimiento desde la posguerra habían agotado gran parte de su potencial. El resultado fue una reducción del incremento de la productividad y una disminución de los beneficios, aunque las tasas de beneficio de los principales países capitalistas ya habían comenzado a caer en los años sesenta. La economía estadounidense había perdido gran parte de su ventaja en innovación; de hecho, su mercado se veía invadido por productos de importación más baratos. Esto supuso el fin del sistema de Bretton Woods. Además, el encarecimiento repentino del petróleo aceleró la inflación.

Respuestas Políticas y Económicas

Como en cualquier crisis, las soluciones más rápidas procedieron de las políticas económicas, que se modificaron para dar prioridad a la lucha contra la inflación. Esto se tradujo en una nueva ortodoxia económica determinada por el monetarismo. Esta medida significó abandonar los objetivos de pleno empleo y la pretensión de mantener la renta real de los trabajadores, lo que llevó a la erosión del Estado del Bienestar, ya que este se consideraba una fuente más de inflación. Otra de las medidas implementadas para salir de la crisis fue la globalización de las finanzas, que pasó a liderar el conjunto de la economía.

Recuperación y Crecimiento Irregular (1985-2010)

En los países occidentales, los años posteriores a 1973 fueron de crecimiento, aunque con índices muy inferiores a los de la etapa anterior. El crecimiento en estas naciones no fue sostenido, sino que estuvo marcado por momentos de impulso seguidos de años de casi total estancamiento e incluso de recesión. En contraste, los países del Este regresaron a la ortodoxia económica.

Desigualdades Persistentes en el Tercer Mundo

La persistencia de las desigualdades en el Tercer Mundo fue notable: el crecimiento económico de los países en desarrollo no fue suficiente para superar las gravísimas carencias históricas. La comparación entre países oculta las fuertes diferencias de renta existentes en el interior de cada uno de ellos. Además, se observa una correlación inversa entre los niveles de renta de los países y la desigualdad entre sus habitantes.

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