Energía que procede de las fuentes de luz

,1o. Factores de la actividad industrial española.
Los factores que condicionan la actividad industrial en nuestro país son las
materias primas y las fuentes de energía.
El grado de autoabastecimiento energético español es muy bajo, mientras que
la demanda ha crecido en todas las actividades económicas y en el uso
doméstico. Sólo tras la dictadura de Franco se han elaborado políticas
específicas que, tras la incorporación de España a la UE, tienen como objetivo
diversificar el abastecimiento energético, el ahorro energético y la potenciación
de las energías renovables.
España es el 5o país de la UE en cuanto a consumo, pero importa casi el 80%
de la energía consumida.
1.

Las materias primas

La industria es el proceso de transformación de las materias primas en
productos aptos para el consumo o para ser utilizados en nuevos procesos
industriales. El punto de partida del hecho industrial es la materia prima que
será transformada aplicándole energía en función de la tecnología disponible y
las instalaciones construidas para tal efecto.
Las materias primas, recursos naturales usados en la transformación, son de
naturaleza variada. Éstas junto con las fuente de energía han sido factor clave
de localización industrial, sin embargo, estas factores han variado con respecto
al pasado, dependiendo en mayor medida de otros factores como los
económicos, políticos, ecológicos, etc. Las materias primas se clasifican:
a) De origen mineral.
Se encuentran en la superficie terrestre. Se concentran
en yacimientos y su extracción se realiza en canteras o minas. Encontramos
cuatro grandes grupos:
– Minerales energéticos: se tratan como fuente de energía (eje:
carbón, uranio)

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– Minerales metálicos: se destinan a industrias metalúrgicas, químicas y de
transformación. (eje: hierro, cobre, oro, plata, cinc,….). Los yacimientos se
encuentran en el zócalo paleozoico y los rebordes alpinos
– Minerales no metálicos: se usan en la construcción y la industria química.
España puede exportar al tener una producción variada, aunque su precio es
menor que los minerales metálicos. (eje: cuarzo, arcilla, caolín, baritina….)
– Rocas industriales: se explotan en canteras (areniscas, mármol, granito,
pizarra) Ofrece dispersión geográfica que coincide con el mapa litológico. Se
destinan a la construcción y su extracción pueden suponen gran impacto
ambiental.
b) De origen orgánico. Entre ellas encontramos:
– Materias primas de origen animal o vegetal: lana, leche, lino,
girasol,….Algunas de ellas han tenido mucha importancia en la industrialización
contemporánea.
– Materias primas de origen forestal: abastecen la demanda de gran cantidad
de madera, de la que carece España.
Estas producciones agrarias siempre se han consumido directamente, pero
posteriormente se consolida la separación entre zonas de producción y las de
consumo por el desarrollo de la sociedad urbana.
2. Las fuentes de energía.
La energía es la fuerza que se transforma en trabajo mecánico. Las materias
minerales que se convierten en energía son las fuentes de energía que se
clasifican en: renovables, su uso no compromete su existencia, no
renovables, su uso conlleva su desaparición. Según su potencialidad, las
clasificamos en primarias, las que contienen energía que no puede usarse
directamente, sino que es desprendida cuando se transforma (carbón, petróleo,
gas, uranio,…) y secundarias que se manifiesta en forma de luz, calor,
electricidad,…Y procede de la transformación de la primaria.
El carbón fue básico en la Revolución Industrial. Es abundante en la
naturaleza encontrándose en las cuencas sedimentarias de la Era Primaria. En
España se localiza en N. Y S. De la cordillera Cantábrica (Asturias, León,

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Palencia); SO de la Meseta (Peñarroya-Pueblonuevo) y Sistema Ibérico
(Teruel)
Durante el Siglo XIX su extracción y consumo aumentó ayudado por el
proteccionismo que le defendía de competencia de otros carbones. En el s. XX
como es insuficiente, se recurre al petróleo. En 1973 se reactiva por la crisis del
petróleo.
Actualmente nuestras explotaciones de carbón son escasamente competitivas
y la producción propia supone un grado de autoabastecimiento por debajo del
15%, generando unos 2.000 empleos. El destino principal de este carbón, de
baja calidad, es la generación eléctrica en centrales térmicas. Su explotación
se caracteriza por el agotamiento de las vetas, escasa rentabilidad, explotación
privada pero subvencionada (2500 millones de euros) y proliferación de minas
a “cielo abierto”.
El petróleo es la primera fuente de energía, muy utilizado en automóviles,
calefacción, producción de electricidad. Cada vez se adquiere más en el
sistema energético español. Su intensa búsqueda ha resultado infructuosa
porque las condiciones geológicas de España no propician su formación. Hay
algo en Burgos y Tarragona, pero muy poco. Constituye el 47% de la energía
primaria. La producción propia es escasa, situada en Burgos y Tarragona, por
lo que hay que importarlo casi al 100%, aunque diversificando su procedencia:
Oriente Medio, África, América y Europa. Los principales proveedores son
Rusia, Arabía Saudita, Irán, Libia, Nigeria, Iraq, Venezuela, Reino Unido,
Argelia y México.
El uranio es el mineral energético más abundante en España. Se encuentra en las penillanuras occidentales de la meseta, Badajoz, Salamanca,.. Se utiliza para energía térmica pero necesita un enriquecimiento previo y España no dispone de tecnología adecuada para ello. Hay que hacerlo en EE.UU. O Francia, por lo que somos dependientes. Desde 1984 el gobierno decide no hacer más centrales nucleares por motivos de seguridad y el tema de los residuos. El gas natural es una energía limpia y barata. España inicia el consumo de gas en 1969. Nuestro país produce poco gas (Vizcaya, marismas de Huelva)

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por lo que tiene que importarlo de Argelia, Libia y E. De Europa a través de una red de gasoductos para distribuirlo.
La energía hidráulica es una energía renovable pues su aportación depende de las precipitaciones anuales. Se obtiene por el agua embalsada en los pantanos. El agua de cada cuenca depende del clima, por lo que el máximo potencial energético está en el Norte y el mínimo en el Sur y Este.
Energía termoeléctrica clásica (centrales térmicas), queman carbón,
combustibles líquidos (fueloil, gas-oíl) y gas natural para calentar agua hasta su ebullición. El vapor resultante mueve unas turbinas que, conectadas a un generador, transforman dicha energía en electricidad. Su distribución se reparte entre las zonas cercanas a yacimientos carbóníferos y las de la costa, próximas a las refinerías de petróleo.
Energía termoeléctrica nuclear, se basa en la fisión del uranio. Las centrales
nucleares no emiten gases de efecto invernadero, pero generan residuos
radioactivos de miles de años de duración, cuya gestión es cara y complicada. En la última década la política energética española está potenciando la investigación y la promoción, orientada a la eficiencia energética y al desarrollo de energías renovables: solar, eólica o biomasa:
Entre las demás fuentes de energía destacamos la eólica que aprovecha la
fuerza del viento. Los aerogeneradores se encuentran por gran parte de la
geografía española. Se usa para electricidad o energía mecánica. La solar se aplica a la producción de calor o electricidad. La energía por biomasa es
obtenida por la combustión de residuos agrarios, forestales o industriales. La geotérmica, energía calorífica que se desprende de las aguas termales
subterráneas, se utiliza para calefacción. La energía maremotriz, utiliza la
fuerza de las mareas. Son todas fuentes de energía limpias, inagotables,
aunque aún es reducida su producción y algunas están en experimentación.

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