Estructura y Aprovechamiento de la Red Fluvial en la Península Ibérica

La red fluvial de la península se estructura en dos vertientes hídricas: la **atlántica** y la **mediterránea**. En los archipiélagos encontramos una red de barrancos y torrentes. VER ALT: es la más extensa, ocupa el 69% de la península, tiene 2 sectores: 1. **Ríos del norte peninsular** 2. **Grandes colectores de la meseta y la depresión bética**. CUENCA NORTE: ríos del clima oceánico, cursos fluviales cortos, la mayoría de los ríos nacen en la cordillera Cantábrica, tiene una gran fuerza erosiva, caudal muy abundante y regular. GRNAD COLEC MESET Y DEP BET: los ríos se caracterizan por su longitud, régimen irregular, caudal absoluto elevado, pero el relativo desciende. DUERO: cuenca más extensa, nace en los Picos de Urbión, tiene un desnivel que se aprovecha para hacer presas que producen electricidad. Afluentes derechos: Pisuerga y Esla; y del izquierdo: Duratón, Adaja, Tormes. TAJO: en la Submeseta Sur, discurre entre el Sistema Central, las estribaciones del suroeste del Sistema Ibérico y los Montes de Toledo. Es el río más largo de la península: nace en la Sierra de Albarracín y desemboca en Lisboa. Está regulado por muchos embalses. Sus principales afluentes de la margen derecha son el Jarama, el Alberche, el Tiétar y el Alagón. Los de la izquierda, menos caudalosos, son el Guadiela, el Algodor y el Almonte. Sus aguas se aprovechan para la producción de electricidad y su régimen de alimentación es pluvio-nival. GUADIANA: extiende su cuenca entre los Montes de Toledo, Sierra Morena y las Subbéticas. Nace en las lagunas de Ruidera y desemboca en Ayamonte. Su régimen de alimentación es pluvial. Casi todos sus embalses se aprovechan para el regadío. GUADALQUIVIR: recorre la depresión bética. Recoge las aguas de Sierra Morena y las Subbéticas. Nace en la Sierra de Cazorla y desde Sevilla discurre por una llanura casi horizontal hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda, en el golfo de Cádiz, donde se forman las marismas del Guadalquivir. Su régimen de alimentación es pluvial subtropical, aunque el de su principal afluente.


VERTIENTE MEDITERRÁNEA: ocupa el 31% de la superficie peninsular, se extiende, de norte a sur, desde Girona hasta Gibraltar. El Ebro, son cursos de pequeña o mediana longitud, cuencas reducidas. El clima mediterráneo explica la pobreza del caudal de estos cursos fluviales y su gran irregularidad. Los ríos catalanes (Fluviá, Ter y Llobregat), con un régimen de alimentación mixto, son cortos y algo más caudalosos.

  • Los levantinos (Mijares, Palancia, Turia, Júcar y Segura) tienen unas cuencas de pequeñas o medianas dimensiones, un régimen de alimentación pluvial o pluvio-nival, caudal pobre y gran irregularidad interanual e intranual, con peligrosas crecidas otoñales debidas a la gota fría.
  • Los ríos meridionales (Almanzora, Guadalfeo y Guadalhorce) tienen un régimen pluvial mediterráneo subtropical. Son muy cortos, rápidos e irregulares, de difícil aprovechamiento y, como los levantinos, con frecuentes crecidas.

El Ebro es una excepción en la vertiente mediterránea, nace en la cordillera Cantábrica y desemboca en el Mediterráneo formando un delta, afluentes pirenaicos (Aragón, Gállego, Cinca y Segre) y afluentes ibéricos (Jalón, Guadalope). La red fluvial insular, Ceuta y Melilla: en Baleares, en la isla de Mallorca encontramos cursos intermitentes que solo llevan agua en los períodos de precipitaciones (fundamentalmente equinocciales), y sus cauces están secos durante gran parte del año. En el resto de las islas, más llanas, la escorrentía superficial es mucho menor. En Canarias, la aridez de gran parte de las islas, junto al carácter permeable de la litología volcánica, justifica la ausencia de cursos permanentes de agua. Ceuta y Melilla reducen sus recursos hidrográficos a una red formada por arroyos de escasa longitud y de acusado carácter estacional y torrencial.

T3 Uso y Aprovechamiento de Aguas: el agua es imprescindible para la vida, se encuentra en la superficie terrestre y en el subsuelo. La disponibilidad de agua depende de factores humanos. Los musulmanes dejaron buena muestra de su interés por el agua. En la actualidad, la demanda del agua supera los 40,000 hm³.

  • Consumo urbano: ligado a las zonas turísticas ha obligado a ampliar la infraestructura necesaria para abastecer a numerosas poblaciones.
  • Consumo industrial: una gran parte de este consumo está vinculado a las cuencas del norte, del Ebro y de Cataluña, los lugares con más desarrollo industrial de España.
  • Regadío: es el sector que consume más agua, ya que la desigual distribución de las precipitaciones hace necesario el regadío en muchos cultivos. Pero hay estudios que indican que gran parte de esta agua se desaprovecha por sistemas de riego despilfarradores o por fallos en las conducciones.
  • Refrigeración de instalaciones energéticas: casi toda esta agua procede de las cuencas del Tajo y el Ebro, y se consume en el funcionamiento y seguridad de las centrales nucleares de Ascó y Almaraz.

En cuanto a recursos hidrológicos, existen grandes diferencias entre unas zonas y otras de España. “España húmeda” y “la España seca”. En general, podemos decir que la zona cantábrica y las cuencas del Duero, el Tajo y el Ebro poseen recursos suficientes para satisfacer las demandas. Por el contrario, las cuencas del Guadalquivir, Sur, Segura y Baleares tienen un déficit habitual, mayor en los años secos. Las presas: hay unas 1,200 presas en España. En los últimos años, se han construido embalses en el curso de los afluentes por donde desaguan las montañas con el objetivo de:

  • Aprovechar las condiciones que ofrecen los valles estrechos del curso alto de los ríos para la construcción del embalse.
  • Amortiguar las crecidas al regular los afluentes de cabecera.
  • Construir a la mayor cota para aumentar la altura de los saltos de producción de energía eléctrica.


Los trasvases: trasladan agua de zonas con superávit a zonas con déficit. Los canales son construcciones muy parecidas a las tuberías, pero abiertas a la atmósfera y destinadas al transporte del agua. Las depuradoras tratan las aguas residuales para que no contaminen. Pueden ser urbanas o industriales. Las potabilizadoras son plantas para tratar el agua que se va a beber; se eliminan los residuos sólidos, se descontamina al aportarle oxígeno y se le da una tercera fase de afino. La contaminación de las aguas más importante es la provocada por el hombre. El desarrollo y la industrialización suponen un mayor uso de agua y una gran generación de residuos, muchos de los cuales van a parar al agua. Se diferencian los siguientes tipos de contaminación acuática:

  • De origen urbano: la contaminación por aguas negras o fecales.
  • De origen industrial: la contaminación por vertidos tóxicos y desechos.
  • De origen agrícola: la contaminación por el uso de pesticidas y herbicidas.

Otro problema que se está planteando en la actualidad es el de la sobreexplotación de los recursos hídricos. En España hay zonas sometidas a sobreexplotación, generalmente debido al exceso de cultivos de regadío y a las demandas derivadas, por ejemplo, del turismo en el área mediterránea. El abuso de determinados acuíferos pone en riesgo los humedales españoles. Riesgos que se derivan de las propias circunstancias naturales del agua son, sobre todo, las inundaciones y sequías, que pueden provocar efectos catastróficos tanto para las personas como para la economía. Las inundaciones se producen por diversas causas: desbordamientos de ríos, situaciones meteorológicas de gota fría, construcción en ramblas, etc. Estos riesgos pueden ser paliados en parte con la construcción de embalses y la puesta en marcha de sistemas automáticos de información hidrológica. Nunca se podrán evitar del todo, pero sí reducir sus consecuencias.

FACTORES DE LA DIVERSIDAD BIO: España posee unas condiciones naturales que favorecen la existencia de ambientes muy diferentes: 1. La situación geográfica de España, entre el norte de África y el extremo suroccidental de Europa y entre el Mediterráneo y el Atlántico. Esta situación le permite tener influencias de ámbitos con características de clima, de flora y de fauna muy diversas. 2. Durante las glaciaciones cuaternarias, amplios sectores de la Península Ibérica y de los dos archipiélagos tuvieron unas condiciones más cálidas que las del centro y norte de Europa, por lo que sirvieron de refugio a numerosas especies vegetales y animales. 3. Algunas de estas especies, desaparecidas actualmente del resto de Europa, todavía perviven en determinadas regiones españolas. A su vez, muchas quedaron aisladas y evolucionaron, dando lugar a endemismos de los que España posee un amplio patrimonio. 4. Las penínsulas del sur de Europa son las rutas más utilizadas por las aves para desplazarse entre Europa y África. Esto hace que España sea un área de nidificación, punto de invernada o simplemente como zona de descanso. Estos desplazamientos también favorecen la dispersión de semillas y el incremento de la diversidad vegetal. 5. La existencia de un relieve muy variado entre llanuras y montañas, áreas costeras y de interior, zonas continentales y archipiélagos, que multiplica la variedad de condiciones ambientales.


6. Unas condiciones climáticas muy diversas con notables contrastes entre regiones de clima mediterráneo y oceánico, y entre estas y las que se dan en el archipiélago de Canarias. Hay una gran diversidad de climas locales, en función de la altitud de los territorios y su diferente exposición a las masas de aire. 7. La distribución de los recursos hídricos: en las regiones de clima oceánico o en numerosas áreas de montaña, el agua aportada por la precipitación supera a la que es consumida por la evaporación, por lo que un volumen considerable puede circular por los ríos. En contrapartida, en las regiones mediterráneas y en amplios sectores de Canarias, la mayor parte del agua de lluvia se evapora o es utilizada por los seres vivos; por ello, en la mayoría de los casos, los cursos de agua solo se activan tras las lluvias torrenciales. Muchas especies han desarrollado mecanismos para adaptarse a estos contrastes. 8. La incidencia de la actividad humana sobre la biodiversidad ha tenido consecuencias de diferente signo: en unas ocasiones ha contribuido a la diversificación de ecosistemas, por ejemplo mediante algunas prácticas agrarias, o a la conservación de algunas especies, sobre todo aquellas de las que podía beneficiarse. En otras, en cambio, ha favorecido su extinción.


Características de las regiones biogeográficas: La Agencia Europea del Medio Ambiente ha definido once regiones biogeográficas en Europa. En España, están presentes cuatro de estas grandes regiones biogeográficas, lo que pone de manifiesto su alta diversidad natural: A. La región biogeográfica alpina se localiza en los grandes macizos montañosos europeos con características de alta montaña. En España, solo los Pirineos aparecen incluidos dentro de esta región. Esta cordillera presenta una gran diferencia entre su vertiente norte, más húmeda, y la sur, donde la pluviometría es menor, así como la extensión de las masas arbóreas. De igual forma, los contrastes son notables entre el sector occidental, de rasgos más atlánticos, y el oriental, con influencias mediterráneas. Entre ambos sectores, es en el Pirineo central donde aparecen las mayores altitudes y, por ello, los rasgos ecológicos característicos de la alta montaña. B. La región biogeográfica atlántica se extiende entre el norte de Portugal y Dinamarca, así como por las Islas Británicas. Desde el punto de vista climático, precipitaciones relativamente abundantes y regulares a lo largo de todo el año, unos inviernos con temperaturas suaves y unos veranos frescos y húmedos. En España, esta región se extiende por toda la cornisa cantábrica, desde Galicia hasta los Pirineos. Existen diferencias significativas entre los sectores litorales, donde la influencia del mar incide en la organización de la vegetación y la fauna, y las zonas de montaña. Los hayedos son más frecuentes en la cornisa cantábrica, mientras que los robledales lo son en Galicia. Los hayedos son más exigentes en humedad, pero también muchos de estos bosques son mixtos, combinándose robles, hayas y coníferas. La mayor parte de ellos han sufrido intensas transformaciones humanas.


C. La región biogeográfica mediterránea se extiende al sur del continente europeo, desde la Península Ibérica hasta las costas de la península de Anatolia. Se caracteriza por una prolongada estación seca y calurosa en verano, que contrasta con el carácter templado del resto de las estaciones. Las precipitaciones son muy irregulares, y la disponibilidad de agua es muy variable, por lo que las especies han desarrollado mecanismos para adaptarse a los períodos de sequía.

  • La franja litoral y las islas Baleares, influida por el Mediterráneo.
  • La Meseta y las depresiones. Estas áreas, alejadas de la influencia del mar, presentan marcados rasgos de continentalidad.
  • Las áreas de montaña. Estos sistemas montañosos, al estar localizados en una latitud más baja que los situados en el norte de la Península Ibérica, poseen unos períodos de luz mayores y un régimen térmico más suave.

D. La región biogeográfica macaronésica comprende dos archipiélagos portugueses, Azores y Madeira, y uno español, Canarias. Se trata de islas volcánicas situadas en el Atlántico Medio, cuya flora y fauna presentan numerosas afinidades. Su vegetación actual es similar a la que existía en Europa en el Plioceno, antes de que desapareciera por las glaciaciones cuaternarias. Este hecho incrementa de forma notable el interés biogeográfico de estas islas. El archipiélago canario está bajo influencias climáticas contrapuestas (las masas de aire frescas y húmedas aportadas por los alisios y el aire seco y cálido que llega del Sáhara). Por tanto, presenta una gran diversidad de ambientes. En las islas occidentales y centrales, se alcanzan altitudes próximas o superiores a los 2,000 metros, registrándose una mayor humedad y precipitación.

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