El «Milagro Económico» Español: Transformación y Desarrollo bajo el Franquismo (1959-1975)

El Franquismo: Desarrollo Económico y Transformaciones Sociales (1959-1975)

El Crecimiento Económico de los Años 60

A partir de finales de los años 50 y hasta 1974, la economía española experimentó un notable crecimiento. España se incorporó, con un nivel de renta per cápita inferior, al reducido grupo de los países industrializados. Este crecimiento económico fue el resultado de la fase expansiva dominante en Europa y de una base industrial interna consolidada a lo largo del siglo.

Medidas Estabilizadoras y Planes de Desarrollo

La acción correctora vino de la mano del Plan de Estabilización de 1959. Este plan marcó el fin del sueño autárquico y el inicio de la última etapa de la industrialización en España. La necesidad de un Plan Estabilizador tuvo su origen en la falta de reservas de oro y divisas para hacer frente al desequilibrio entre importaciones y exportaciones.

El gobierno español redujo el intervencionismo, el déficit público y los obstáculos a la entrada de mercancía exterior. Al programa liberalizador se añadieron los Planes de Desarrollo Económico y Social, el primero de los cuales fue aprobado en diciembre de 1963. Se promulgaron tres planes de vigencia cuatrienal (1964-1967, 1968-1971, 1971-1975) con carácter indicativo. La planificación centró su interés en el sector industrial, aunque las previsiones de los planes raramente se cumplieron, se produjo un crecimiento industrial significativo.

Etapa Final de la Industrialización Española

Desde 1959 hasta 1973, la industria y los servicios se consolidaron como las actividades fundamentales de la economía española. Hasta 1966, la tasa anual de aumento del PIB fue superior a la del resto de países europeos, y la producción industrial aumentaba de forma constante. Como resultado, la renta per cápita creció a la vez que el consumo privado. A partir de 1966, el ritmo de crecimiento se moderó.

El crecimiento industrial estuvo impulsado por el uso de técnicas de producción avanzadas y por la acumulación de capital. El aumento de las importaciones de tecnología mejoró la productividad de la industria, lo que permitió bajar los precios y aumentar las exportaciones. Los productos agrícolas dejaron de ser el principal producto de exportación. Las ganancias en la productividad permitieron el aumento de salarios, lo que a su vez incrementó la demanda de bienes de consumo.

Movimientos Migratorios

La mejora tecnológica limitó la creación de empleo. Entre 1964 y 1971, el empleo neto aumentó menos de un 10%, y en algunas regiones incluso se redujo. Esto provocó una intensa emigración en los años 60. En el interior de España, entre 1962 y 1973, mucha gente cambió de lugar de residencia, con un aumento considerable de la población en las zonas de mayor dinamismo económico. Estos movimientos de población fueron el resultado de las diferencias en el dinamismo económico de las distintas áreas geográficas.

Reconversión Agrícola

En 1960, la población activa agraria representaba el 39% del total; en 1975, este porcentaje se redujo a la mitad. La disminución de la población agraria se debió al éxodo rural y a la reducción del peso de los alimentos dentro del consumo total. El descenso de la mano de obra rural, como resultado de la emigración, hizo aumentar los salarios agrícolas. Esto estimuló a los empresarios agrícolas a iniciar un proceso de mecanización y uso de abonos químicos, lo que provocó una emigración hacia la ciudad. Como resultado, aumentó la productividad agrícola y se produjo un cambio en la variedad de la producción agraria.

Dependencia del Exterior

La contribución exterior de las economías más desarrolladas de Europa fue crucial para el rápido crecimiento de esta etapa y la consolidación de la sociedad industrializada. Del exterior provino la tecnología que revolucionó la estructura industrial y la productividad. Varios países de Europa absorbieron la mano de obra excedente expulsada del sector agrario. El bienestar europeo y la generación de vacaciones pagadas generaron un movimiento turístico masivo con España como destino preferente. Sin los ingresos del turismo, las remesas de emigrantes y la inversión extranjera, no hubiera existido el «milagro económico» español.

Limitaciones de la Industrialización

A comienzos de los años 70, la renta española era inferior a la de las economías más avanzadas de Europa, y existía una fuerte tendencia a la subida de precios. La inflación y la escasa creación de empleo fueron los dos aspectos más negativos de esta etapa.

  • Causas de la inflación: Fuertes subidas de precios agrarios hasta 1966, la rigidez de la oferta del sector de servicios y la expansión de la política monetaria.
  • Causas de la escasa creación de empleo: La intensidad del proceso de industrialización y la reducción del empleo agrario.

La etapa final de la industrialización se caracterizó por un limitado avance de las actividades de contenido tecnológico. La competitividad global del sector secundario fue insuficiente para aumentar con rapidez sus exportaciones. Hasta 1973-1974 no existió una política monetaria moderna ni un sistema bancario en el que la competencia desempeñara un papel relevante.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *