Urbanismo Utópico y Real: Europa y América del Norte
El siglo XIX fue testigo de un enorme crecimiento demográfico en las ciudades, que duplicaron y cuadruplicaron su número de habitantes. Ante esta expansión, surgieron diversas propuestas urbanísticas. Los pensadores de la época buscaban que las nuevas ciudades tuvieran un tamaño reducido, idealmente entre 500 y 2000 habitantes, y que se ubicaran en un ámbito rural para ser autosuficientes. Se priorizaba la salubridad, la higiene y el contacto con la naturaleza. Las tipologías arquitectónicas reivindicadas por los socialistas utópicos del momento eran edificios funcionales con viviendas colectivas.
Urbanismo Utópico en Europa
Francia
Charles Fourier escribió una serie de textos de reivindicación social que abogaban por una vida cooperativa. Para ejemplificar esto de forma práctica, diseñó el falansterio: una edificación con un pabellón central destinado a funciones públicas. Este concepto conllevaba explotaciones artísticas y una comunidad autosuficiente con talleres y una explotación agrícola. El número de habitantes estaba absolutamente controlado, y los laterales estaban dedicados a talleres y escuelas. Aunque no se construyó ninguno en Francia, sí hubo experiencias de estas edificaciones en Estados Unidos.
Jean-Baptiste André Godin, discípulo de Fourier, ideó el familisterio: un complejo de tres edificios para diferentes familias que vivían de forma independiente, pero con servicios colectivos. A diferencia del falansterio, no incluía funciones agrícolas, sino que era estrictamente industrial. Estas experiencias se llevaron a Estados Unidos, donde hubo una mayor disposición a la experimentación.
Inglaterra
Robert Owen, un filántropo y empresario, creó una fábrica de textiles en Escocia llamada New Lanark. Tenía una visión paternalista hacia sus obreros, buscando que vivieran en buenas condiciones, que no trabajaran niños y que tuvieran menos horas laborales. Dentro del complejo, había zonas dedicadas a viviendas y tiendas para los propios obreros. Todo el diseño se adaptaba a la orografía del terreno, con vistas al río y bien acomodado.
A finales de siglo, Ebenezer Howard escribió una obra fundamental sobre la ciudad jardín. Era una ciudad con planificación radiocéntrica: una plaza central alrededor de la cual se aglutinaban una serie de edificios, residencias individuales, avenidas con servicios comerciales requeridos por la comunidad y jardines. Los anillos más alejados del centro se dedicaban a la agricultura, y los edificios de fábrica se ubicaban en zonas excéntricas.
Reorganizaciones Urbanas en Europa
París
La ciudad de París se encontraba en un estado bastante deteriorado, con un trazado muy medieval y malas condiciones de salubridad y circulación. La reorganización del terreno fue llevada a cabo por el barón Georges-Eugène Haussmann, bajo el reinado de Napoleón III. Fue una intervención a gran escala que generó muchas críticas y detractores, ya que se trataba de una reforma con una visión muy clasista, pensando solo en los intereses de la burguesía y la clase alta parisina. La reforma, además, urgía debido a fines políticos y sociales, especialmente tras la Revolución de 1848 y las barricadas propiciadas por las calles estrechas.
El proyecto se basó en trazar dos ejes perpendiculares de Norte a Sur y de Este a Oeste (en la orilla derecha del Sena) sobre la ciudad, demoliendo todo lo que se interponía para crear dos grandes avenidas. De esta forma, se realizó una reordenación de las plazas urbanas, poniendo en valor edificios como el Arco de la Estrella. Las calles se hicieron de entre 20 y 30 metros de anchura y de trazado rectilíneo, superponiéndose al trazado medieval. Además, esto permitió aislar los monumentos más importantes, dándoles un fondo más perspectivo.
Las mejoras higiénicas fueron de las más notables: se canalizaron las aguas residuales, se iluminaron las calles con farolas de gas, etc. También se edificaron múltiples edificios públicos como la Galería del Louvre, hospicios, hospitales, grandes almacenes y bancos, todos ellos con una tipología uniforme y una rígida reglamentación en cuanto a la altura: comercios en la planta baja, cuatro pisos y mansardas en la parte superior, donde normalmente se asentaba el servicio.
Además, se produjo una sectorización de la ciudad:
- Al este: barrios dedicados a la nueva burguesía y la aristocracia.
- Al noreste: barrios obreros.
- Al sur y suroeste: barrios de clases medias.
- El centro: seguía manteniéndose para las clases pudientes.
Todo esto estuvo acompañado de la construcción de parques, ya que Napoleón III había estado en el exilio en Inglaterra y de ahí obtuvo una gran influencia para los jardines. Hubo, por lo tanto, una revalorización y especulación del suelo de la ciudad.
Viena
Gottfried Semper proyectó un foro con dos grandes museos: el Museo de Historia Natural y el Museo de Historia del Arte. Luego, se añadió otro gran parque con una serie de avenidas, donde se ubicaron el Parlamento (neogriego), la Universidad (neorrenacentista) y el Ayuntamiento (neogótico). Todos estos edificios se distribuyeron en los diferentes sectores del Ring, con una serie de equipamientos para el disfrute de las altas clases sociales. Se concibió como una especie de museo o de discurso ecléctico de arquitectos y estilos diferentes, todo ello con paseos arbolados, jardines y pabellones para el disfrute.
Semper también fue el encargado de renovar el palacio de la monarquía, mezclando arcos de triunfo superpuestos con un remate semicircular, una mezcla ecléctica de temas del barroco con el neorrenacimiento. El Teatro de la Ópera también se construyó en el Ring, con diferentes salas y zonas para ensayos con alas hacia el exterior. La hexedra que construyó Semper ocultaba de alguna forma el palacio, residencia permanente. Frente a la zona de mayor envergadura que acompañaba al palacio, Semper construyó los dos palacios-museo: el de Arte y el de Ciencias Naturales.
Urbanismo en América del Norte
Estados Unidos
Los lotes que se daban a los inmigrantes que venían a practicar la agricultura tenían forma rectangular, de ahí el trazado inicial de las ciudades. Las ciudades americanas, desde el inicio, tuvieron una fuerte estratificación social: se dividieron siguiendo principios étnicos y religiosos, ya que en su mayoría eran inmigrantes. Había, por supuesto, barrios para obreros, clases medias y altas. Más tarde, surgieron movimientos denominados como «City Beautiful«, que buscaban hacer de las ciudades un lugar más allá de lo funcional, que tuvieran cierto atractivo estético.
Washington D.C.
Se quería que Washington D.C. fuera una ciudad representativa, con el urbanismo al servicio de los intereses políticos y de la nueva democracia americana. Este proyecto se encargó a Pierre Charles L’Enfant en 1791. Vemos una serie de avenidas radiales de influencia francesa, que confluían en plazas donde se configuraban edificios. Aunque su proyecto fue alterado en gran parte debido a conflictos bélicos, podemos ver que gran parte de la cuadrícula y de los ejes están marcados por una especie de cruz formada por una gran avenida (el Mall) que iba desde el edificio del Capitolio hasta el obelisco dedicado al presidente Washington. La avenida perpendicular que marcaba la cruz tenía en un lateral la Casa Blanca. Esta formaba una escuadra con las avenidas radiales y se relacionaba a través del Mall con el Capitolio. Posteriormente, intervinieron otros arquitectos, como es común, que realizaron nuevas intervenciones.
Nueva York
En 1811, la isla de Manhattan tenía muchísimos habitantes. Lo que se hizo al principio fue el diseño de una ciudad muy masificada, sin Central Park. Tenía funciones económicas y empresariales. En 1812, se trazaron 12 avenidas principales que se cruzaban con 155 calles, formando ángulos rectos perfectos. Por el momento, no había rascacielos; eran edificios dedicados al comercio en las avenidas más amplias y a residencias en las zonas más populares.
En 1870, llegó un gran número de inmigrantes, lo que impulsó la construcción y, al mismo tiempo, una mayor jerarquización social. Fue entonces cuando la ciudad se dividió más en barrios raciales y por comunidades. Muchas veces, los inmigrantes se alojaban en zonas muy degradadas, frente a los barrios buenos establecidos en las principales avenidas (como la 5th Avenue). Los nuevos rascacielos no aparecerían hasta 1890.
Chicago
Chicago era un centro productivo y administrativo. A finales del siglo XIX, tenía un millón y medio de habitantes. Tenía un plano cuadriculado trazado en 1842. Las clases más ricas se trasladaron a la periferia, y en 1871, un gran incendio devastó toda el área central. En la reconstrucción, se elevó el número de plantas de los edificios, y en la década de los 80, nacieron los rascacielos de diez pisos.