Crecimiento y estructura de la población

Tema 9–


La población es el objeto de estudio de la demografía. Demografía es la ciencia que describe, cuantifica y analiza las poblaciones humanas, elabora modelos que las expliquen y plantea previsiones. Para ello la demografía utiliza las fuentes demográficas y las analiza. En el S. XVIII se elaboraron diversos censos, pero los primeros datos estadísticos fiables son de mediados del Siglo XIX. Actualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) es el encargado de elaborar los censos, las encuestas de población activa y las estadísticas de los movimientos migratorios. Además se dispone de estadísticas realizadas por los municipios (como el Padrón), las provincias y las CC.AA. En cada municipio existe un registro civil donde se anotan los nacimientos, defunciones, matrimonios… También las encuestas y las muestras son importantes por abarcar determinado grupo de habitantes y dar una información precisa del mismo. España tiene una población envejecida, que es el resultado de una baja tasa bruta de natalidad (número de nacidos en un año en relación a la población total por cada 1000 habitantes) y una baja tasa bruta de mortalidad (número de fallecimientos en un año en relación a la población total por cada 1000 habitantes). Esto es, de un reducido número de hijos por mujer (la tasa de fecundidad, o relación entre el número de nacimientos y el número de mujeres entre los 15 y los 49 años por cada 1000 habitantes, ha descendido drásticamente en los últimos decenios, situándose su índice en 1,2 hijos por mujer). Y una larga esperanza de vida (número medio de años de vida que espera vivir una persona en el momento del nacimiento), que tienen como resultado un crecimiento natural o vegetativo bajo o muy bajo. En los últimos años, la masiva llegada de inmigrantes jóvenes en edad de trabajar y tener hijos ha originado un ligero ascenso de las tasas de natalidad y ha rejuvenecido la estructura demográfica española, incrementando levemente la tasa de crecimiento. La estructura demográfica es la composición de la población según su sexo, su edad y su actividad económica, y es el resultado de los movimientos naturales de población y de las migraciones. La pirámide de población es la forma más frecuente de representar la estructura de la población.

1. Composición por sexo y edad->


1.1. Composición por sexo


Para medir la proporción de hombres y mujeres que hay en una sociedad se utiliza la relación de masculinidad, que nos dice el número de varones que hay por cada 100 mujeres (el índice de feminidad es lo contrario). A pesar de que nacen algunos niños más que niñas, en España siempre ha habido más mujeres que hombres. Las razones son: -La sobremortalidad masculina. -El saldo migratorio negativo hasta mitad de los años setenta, dada la mayor participación de los hombres en las migraciones exteriores. Conforme fueron cesando las corrientes migratorias hacia el exterior, la relación de masculinidad fue aumentando, y al comenzar la llegada masiva de inmigrantes dio un salto adelante, colocándose en 97,7.

1.2. Composición por edades

Para estudiar la estructura de la población por edades se divide esta en tres grupos: jóvenes, de 0 a 14 años, adultos, de 15 a 64 años y viejos, de 65 en adelante. Cuando el porcentaje de viejos supera el 15% del total de la población, hablamos de población envejecida. En este caso, el porcentaje de jóvenes está por debajo de 30%. Si la población joven supera el 50% hablamos de población joven. España, desde mediados de los años noventa, tiene una población envejecida: el 17% de la población tiene más de 65 años. Esto supone un escaso dinamismo demográfico: un reducido porcentaje de generaciones jóvenes, un menor porcentaje de población adulta, y, en consecuencia, una TBN baja. El resultado es un escaso crecimiento natural. Las causas de esta situación hay que buscarlas en una baja TBM (8,5 ‰), una larga esperanza de vida (en torno a los 80 años), una baja TBN (10,9 ‰) y un reducido número de hijos por mujer (1,33). A estos factores naturales hay que añadir las consecuencias de las salidas migratorias de españoles al extranjero hasta mediados de los años 70, que restaron generaciones jóvenes y, sobre todo, redujeron las posibilidades de aumentar el número de hijos de aquellas generaciones. El grado de envejecimiento no es igual en toda España: 1. Las provincias que sufrieron la sangría del éxodo rural, que luego han seguido teniendo saldos negativos en las migraciones interiores, y que, además, son escasamente atractivas para la inmigración exterior,
que son las que se encuentran en el oeste de la submeseta norte y las zonas montañosas, fundamentalmente de los Pirineos y el Sistema Ibérico, están más envejecidas. 2. Las provincias que recibieron población en el éxodo rural, perdieron poca en la emigración al exterior y hoy tienen un saldo migratorio positivo tienen una estructura menos envejecida. Estas provincias las localizamos en el litoral mediterráneo, Madrid y su zona próxima y en el bajo Guadalquivir y en Murcia y Almería, donde, además, tradicionalmente han tenido una TBN más alta que en el resto de la península. Las consecuencias económicas de una población envejecida son: 1. Un aumento considerable de los gastos sanitarios (los ancianos, como es lógico, necesitan más gasto que los jóvenes y adultos) 2. Un incremento de los gastos en servicios sociales (residencias, servicios para la tercera edad…) 3. La subida acelerada del coste del pago de las pensiones. Estos gastos son pagados por la población activa, que en las sociedades envejecidas tiende a aumentar su número, pero a reducir su porcentaje, ya que los mayores de 65 años cada vez más.

1.3. La pirámide de población

Es una forma de representar la estructura por sexo y edad de la población. Se realiza mediante un doble gráfico de barras. La pirámide española actual presenta una forma claramente regresiva, propia de una estructura demográfica envejecida, con una TBN y TBM bajas. Esta situación comenzó entre los años 60 y 80, cuando se dio la transición entre una estructura progresiva a una regresiva. No obstante, la llegada de un importante número de inmigrantes extranjeros, a partir de la segunda mitad de los años noventa y hasta finales del primer decenio del Siglo XXI (crisis económica y fuerte aumento del paro), ha hecho aumentar las franjas de población de la generación que tenía en esas fechas entre 20 y 40 años, y ha dado lugar a un ligero incremento de la TBN, que ha rejuvenecido tímidamente la estructura demográfica española.

2. Estructura por actividad->

Para analizar la composición de la población también se estudia su relación con las actividades productivas. Se trata de analizar: -La población ocupada (está trabajando). -La población en paro (pudiendo y queriendo trabajar, no lo hace).
-La intensidad del trabajo femenino. -La ocupación por ramas y sectores de la población.

2.1. La población potencialmente activa:

en edad de trabajar (16-65 años), que está netamente emparentada con la estructura por edades de la población y se puede analizar a través de una pirámide de población.

2.2. Para analizar la población realmente activa se utiliza la Tasa de Población Activa:

Población ocupada + población buscando empleo x 100 Población total La evolución de la población activa en España arroja cifras crecientes a lo largo del siglo, conforme las nuevas generaciones del crecimiento demográfico se fueron incorporando al mundo laboral. Solamente la Guerra Civil y las etapas de crisis de los años 70 y 80, y la actual, a partir de 2007, presentan ritmos menores en las cifras absolutas y fuertes descensos en las de la Tasa. La reducción de la edad de trabajar a los 16-65 también se acusa. Analizando la composición de la población activa, observamos: -El predominio masculino (un 69,1% frente al 48% de las mujeres), pero observamos que esa situación está cambiando: la mujer se está incorporando muy rápidamente, especialmente las mujeres jóvenes -La población más formada tiene mayores facilidades para encontrar empleo. -Los inmigrantes extranjeros presentan tasas de actividad superiores a las de los españoles, ya que llegan a España para trabajar y se muestran menos selectivos con los empleos. El reparto provincial de la población activa. Se observa un reparto desigual: – Madrid, el litoral mediterráneo, la zona baja del Guadalquivir, Vizcaya y A Coruña concentran la mayor parte de la PA española. – Las provincias del interior, excluyendo Madrid, suponen un 18,5%, a pesar de incluir las del valle del Ebro y las deslocalizaciones vasca y madrileña.

2.3. El paro

Por parado entendemos aquella persona que no puede trabajar, aunque desearía hacerlo (busca empleo y no lo encuentra). La tasa de paro es el porcentaje de personas que no encuentran empleo sobre el conjunto de la población activa. El paro es un problema social de primera índole en España. En 2009 era de cerca del 19%. España presentaba, hasta el impacto de la crisis de 2007, cifras de paro mucho más bajas (algo menos del 9%) que las actuales,
pero superiores a la media de la UE, aunque era superada por Alemania, Francia y Grecia, entre otros. En 2009, España es el país con las tasas de paro más altas de la UE, duplicando la tasa media de la UE 27. Las cifras así planteadas son un grave problema al que podemos encontrar varias causas: -España, como otros países, en épocas expansivas presenta tasas de crecimiento económico y de creación de empleo más altas que las de otros países más desarrollados, pero en épocas de crisis sufre recesiones más profundas y más largas, que suponen mayores tasas de paro. -Otra causa es que la incorporación de mujer al mundo laboral está siguiendo un ritmo mayor que el de creación de empleos para ella. -La persistencia de una cierta corrupción, que consiste en estar inscrito como parado, pero, a la vez, estar realizando pequeños trabajos que añaden rentas a las obtenidas de los subsidios. -La existencia de un paro estructural originado por un grupo de personas que está buscando empleo pero, hasta que no se le ofrezca el que él desea (tipo de trabajo, condiciones del mismo y salario), prefiere realizar alguna actividad improductiva, como estudiar, hacer labores del hogar, etc. O no hacer nada y vivir de los subsidios. La tasa de paro, en España, es mayor en los grupos de edad que corresponden a los jóvenes, especialmente a los más jóvenes. Las causas hay que buscarlas en: 1. Una parte importante de los trabajos exigen una constante renovación técnica, que ha conducido a jubilaciones y prejubilaciones de la población con más de 45 años. 2 .Los jóvenes que quieren acceder al mundo laboral por primera vez no pueden hacerlo en una coyuntura de reducción de la oferta de empleo. 3. Una parte del trabajo para jóvenes que se crea en España es temporal, lo que hace que en situaciones de crisis sean los primeros en ir al paro. 4. Los jóvenes pueden contar con la ayuda de sus familias para soportar situaciones de paro y resistirse a aceptar cierto tipo de trabajos que no consideran adecuados a sus expectativas.

2.4. La población también se puede analizar según los sectores en los que ejerza su actividad

La tendencia es a un crecimiento de los porcentajes de población que trabajan en el sector servicios y a una disminución en los otros dos sectores,
como corresponde a una sociedad que tiene una economía “terciarizada”. El reparto de la población activa en España en 2007 arroja estas cifras: Sector agrario 4,4% Sector industrial 16,0% Sector de la construcción 13,2% Sector servicios 66,4% Este modelo de reparto está en consonancia con el europeo. En cuanto al reparto por sectores y sexo, observamos como la mujer se dedica mayoritariamente al sector terciario y muy escasamente al sector de la construcción y las industrias extractivas. Por provincias: – Los porcentajes más altos de PA dedicada al sector agrario las tenemos en la España de interior; – La mayor dedicación al sector de la construcción se localiza en los focos turísticos, en los lugares de deslocalización desde las grandes ciudades (donde se están construyendo más viviendas), y donde se están llevando a cabo mayor número de infraestructuras (AVE, autovías y autopistas…). – El sector industrial ocupa a un mayor porcentaje de PA en los focos tradicionales de País Vasco y Barcelona, con la conexión del valle del Ebro, y en el eje mediterráneo. – El sector terciario presenta porcentajes altos en las zonas de especialización turística (Málaga, Baleares, Canarias), en las que hay una gran concentración de servicios de todo tipo orientados al mercado internacional, nacional o regional (Madrid, Barcelona, Vizcaya o Sevilla), en las que han sufrido un fuerte declive en otros sectores en los que estaban especializadas (Asturias, Cádiz), o en aquellas que ocupan una posición de enlace o encrucijada de flujos y caminos (Valladolid, Zaragoza).

3.- Perspectivas de futuro->

El futuro de la población en España estará acondicionado por los comportamientos demográficos y sociales del presente, y aunque no se pueden excluir cambios en las tendencias demográficas, las previsiones anticipan algunos rasgos de futuro. Estos son: – El proceso de envejecimiento va a continuar, ya que las generaciones que se aproximan a las edades más altas son más numerosas. – Las tasas de natalidad pueden experimentar un relativo aumento, apoyado en unas tasas de fecundidad más altas. En cualquier caso parece necesario que la sociedad tome conciencia de la necesidad de facilitar cada vez más la compatibilización de las labores profesionales con las de la paternidad
y maternidad. – El crecimiento demográfico será lento pero todavía positivo, aunque es probable que los crecimientos demográficos se vean reforzado por la llegada de inmigrantes. – Los contrastes demográficos entre el medio rural y el urbano se van a acentuar; las generaciones que han quedado en el medio rural están muy envejecidas, por lo que su sustitución es difícil. Las comunidades autónomas con comarcas rurales en esta situación pueden acusar este desequilibrio demográfico.

Tema 10–El saldo migratorio y la estructura demográfica

En la estructura demográfica influyen notablemente los movimientos migratorios tanto interiores como exteriores, dado que hacen aumentar o disminuir el número de adultos jóvenes, en edad de trabajar y de tener hijos y, en consecuencia, la natalidad.

1. Las migraciones interiores.->

Las migraciones interiores en España han sido y son muy importantes, porque también influyen en el reparto de la población, y en el del envejecimiento y la TBN. En los últimos cien años se han dado dos fases:
1.1. Desde comienzos del Siglo XX hasta 1975 se dio el llamado éxodo rural, que supuso el traslado de un importante porcentaje de población desde el mundo rural y las actividades agrarias a las grandes ciudades donde se localizaban las nuevas actividades industriales y de servicios, y a las zonas donde se desarrollaban las actividades turísticas. El éxodo rural tuvo dos etapas muy marcadas: – Desde principios del Siglo XX a 1960 fue lento y discontinuo. – De 1960 a 1975 fue acelerado: afectó a una tercera parte de la población española. Este traslado de población joven, en edad de trabajar ocasiónó la diferenciación de dos tipos de zonas: – Las que recibían población, se rejuvenecían y tenían un fuerte dinamismo económico: Madrid y su hinterland, el litoral mediterráneo, los archipiélagos balear y canario, el litoral cantábrico (especialmente el vasco), la Andalucía atlántica, el litoral gallego, y las conexiones del valle del Ebro (con su centro en Zaragoza) y de Valladolid. – Las que perdían población, se envejecían y tenían bajísimas TBN y de crecimiento: el interior español, muy especialmente el situado al noroeste y en las zonas de montaña pirenaica y del Sistema Ibérico.
1.2. A partir de 1975, los movimientos migratorios interiores cambiaron:
el éxodo rural comenzó a declinar y aparecieron novedades: – Los movimientos interiores de población, especialmente desde los noventa, se incrementaron, participando en ellos también los inmigrantes extranjeros. – Los movimientos desde el interior envejecido hacia las zonas de crecimiento económico han continuado, pero reduciendo drásticamente su importancia. – El litoral cantábrico ha perdido importancia como foco de atracción de población; por el contrario, ha deslocalizado actividades y población hacia las provincias limítrofes de Cantabria, Navarra, La Rioja, Burgos o Soria. – Han cobrado importancia los movimientos entre zonas desarrolladas. – Está teniendo gran importancia (casi el 60 % de las migraciones interiores) la salida de población y localizaciones productivas desde la ciudad (especialmente las grandes ciudades) hacia localidades próximas y bien comunicadas, dando lugar a la formación de densas áreas metropolitanas en las ciudades. – Algunas zonas del interior con atractivos turísticos (zonas de montaña o de belleza paisajística) han comenzado a ser focos de atracción para la población. Los resultados de estas corrientes migratorias interiores han sido: – Un incremento del desequilibrio en el reparto de la población española entre el interior y el litoral (y archipiélagos), especialmente el mediterráneo y atlántico andaluz. – Un reforzamiento de las diferencias en el grado de envejecimiento entre las provincias que reciben inmigración interior y exterior y las que emiten emigrantes. – Un aumento en las diferencias en el dinamismo demográfico y en las TBN y TBM entre las zonas emisoras y las receptoras.

2. Los movimientos migratorios exteriores->

La inmigración reciente. Hasta mediados de los años 70, España tenía un saldo migratorio negativo, ya que enviaba emigrantes al extranjero. Hasta los años sesenta predominaron los destinos en Latinoamérica, desde esos años en la Europa más desarrollada. A partir de esas fechas, nuestro país se volvíó un país netamente receptor; no obstante, la inmigración cobró cifras importantes a partir de mediados de los años noventa. Entre esas fechas y finales del primer decenio del Siglo XXI llegaron a España unos 400.000 inmigrantes al año de promedio,
habiendo años en los que la cifra superaba las 800.000 personas. En 2010, residían en España una cifra que rondaba los 5,5 millones de extranjeros, lo que supone aproximadamente un 12% del total de los habitantes de España, y unos 13,5 inmigrantes cada 100 españoles. Comparando nuestras cifras con las europeas, observamos que nuestro país se encuentra entre los que más inmigrantes han recibido y entre los que estos suponen un mayor porcentaje con respecto a su población autóctona.

-Las causas de esa situación son: 1

España ha presentado importantes cifras de aumento de la producción y de empleo.
2. La población española, muy envejecida, ha presentado problemas para hacer frente a semejante oferta de empleo
3. El aumento en las rentas de los españoles ha dado lugar a un retraso en la edad de incorporación al mundo laboral y a que se permitan rechazar ciertas ofertas de empleo.
4. La posición geográfica de España en una de las vías de contacto entre Europa y África, y entre aquella y Latinoamérica
5. La especialización económica española en sectores productivos que presentan una cierta intensidad en mano de obra y que tienen un nivel tecnológico bajo y medio (construcción, turismo y sectores industriales con demanda y contenido tecnológico medios y bajos, etc.) convierten a nuestro país en un lugar atractivo para la mano de obra sin cualificar proveniente de África, Europa y Latinoamérica.

-Respecto al origen de estos inmigrantes:

La inmigración procedente de Europa supone más de una tercera parte del total. Se pueden establecer dos orígenes: los inmigrantes de países desarrollados, bien técnicos enviados por sus empresas o jubilados que buscan los precios relativamente más bajos de España, y los inmigrantes de países menos desarrollados que vienen a España buscando empleo y un mayor nivel de rentas. En este grupo destacan los rumanos, que es el grupo europeo más numeroso (11,2% de los inmigrantes). La inmigración latinoamericana también es importante (casi un 37%) presenta una notable variedad. En este grupo destacan ecuatorianos (9,2% de los inmigrantes), colombianos, bolivianos y argentinos. África aporta un poco más del 16 % de las llegadas, destacando el peso de Marruecos (casi un 12%
de los inmigrantes). La inmigración asíática representó algo menos del 4% del total de las llegadas, destacando el peso de China, que aportó casi el 2 % del total. La mayor parte de los inmigrantes que llegan a España lo hacen en busca de trabajo. Sus ocupaciones son en puestos de trabajo de escasa cualificación, especialmente en el sector de la construcción y en el de los servicios. Algunos (menos de un 15%) trabajan en actividades agrarias (las muy intensivas orientadas a la exportación), y muy pocos en industria. En cuanto al destino de los inmigrantes: Las provincias que reciben más inmigrantes se corresponden con los grandes centros económicos: -Madrid y las provincias próximas donde se está produciendo deslocalización de actividades y residencias desde la ciudad central. -El eje mediterráneo, con un centro destacado en Barcelona y su hinterland (Girona y Tarragona), y las zonas Valencia-Alicante-Castellón y Murcia-Almería y Málaga. -Los archipiélagos presentan importantes cifras de llegadas y de residencia. El interior peninsular (las dos Castillas y Extremadura), el interior gallego y Asturias y Cantabria presentan las bastante menores cifras. –

La llegada de inmigrantes tiene repercusiones sobre la población española:

Las repercusiones demográficas: un aumento de la población de un 12 %, un cierto rejuvenecimiento (los inmigrantes son adultos-jóvenes en edad de trabajar y procrear, y un ligero incremento en la TBN. – La repercusiones económicas: la ocupación de puestos de trabajo en sectores intensivos en mano de obra de baja cualificación para los que la demanda de empelo española es escasa ha supuesto un aumento de la producción. Además la inmigración está aportando unos ingresos a la Seguridad Social que ayudan a mantener el gasto que origina el elevado porcentaje de población envejecida. – Las repercusiones sociales: la llegada de un número importante de población de otros lugares, con otras lenguas, otras costumbres, otras culturas, otras religiones, etc. Está favoreciendo fenómenos de aculturación o mestizaje cultural. Por otro lado, la concentración en barrios que ofrecen vivienda relativamente barata puede dar lugar a fenómenos de falta de integración con la población y las formas de vida españolas. De la misma forma, si no se consigue
una integración democrática, puede dar lugar a actitudes de rechazo por la población española.

3.- Perspectivas de futuro

El futuro de la población en España estará acondicionado por los comportamientos demográficos y sociales del presente, y aunque no se pueden excluir cambios en las tendencias demográficas, las previsiones anticipan algunos rasgos de futuro. Estos son: – El proceso de envejecimiento va a continuar, ya que las generaciones que se aproximan a las edades más altas son más numerosas. – Las tasas de natalidad pueden experimentar un relativo aumento, apoyado en unas tasas de fecundidad más altas. En cualquier caso parece necesario que la sociedad tome conciencia de la necesidad de facilitar cada vez más la compatibilización de las labores profesionales con las de la paternidad y maternidad. – El crecimiento demográfico será lento pero todavía positivo, aunque es probable que los crecimientos demográficos se vean reforzado por la llegada de inmigrantes. – Los contrastes demográficos entre el medio rural y el urbano se van a acentuar; las generaciones que han quedado en el medio rural están muy envejecidas, por lo que su sustitución es difícil. Las comunidades autónomas con comarcas rurales en esta situación pueden acusar este desequilibrio demográfico.

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