Evolución del turismo y de sus factores
1 El modelo turístico tradicional y sus factores
Entre la década de 1960 y la crisis de 1975, el turismo español experimentó un fuerte crecimiento. Los factores de este desarrollo fueron:
a) Factores externos
- El desarrollo económico de Europa occidental y septentrional tras la Segunda Guerra Mundial incrementó la clase media y permitió a los trabajadores disfrutar de tiempo libre y dinero para el ocio, así como la incorporación de la mujer al mercado laboral.
- El progreso del transporte facilitó el traslado: se abarató el avión, mejoró la red ferroviaria y de carreteras, y se generalizó el uso del automóvil.
b) Factores internos y condiciones favorables
- La proximidad geográfica de España a la clientela europea.
- Los excelentes recursos naturales, especialmente los relacionados con el turismo de sol y playa: veranos calurosos y secos, y playas de gran calidad.
- Los recursos culturales, que actuaron como complemento de los anteriores: sitios arqueológicos, ciudades históricas, monumentos, tradiciones, folclore, gastronomía, etc.
- El bajo coste de la oferta turística, favorecido por la devaluación de la peseta en 1959.
- La existencia de infraestructuras y servicios adecuados, como complejos hoteleros.
- La política estatal, que normalizó las relaciones internacionales y llevó a cabo una intensa propaganda de España como destino turístico.
El modelo turístico resultante fue el turismo de masas de sol y playa. Se caracterizaba por una oferta turística abundante y barata, dirigida a una demanda masiva y homogénea, concentrada temporalmente en verano y espacialmente en las zonas del Mediterráneo y de Canarias.
2 La crisis del modelo turístico tradicional
Entre 1973 y 1985, el turismo español atravesó una crisis. Aunque creció el número de turistas y los ingresos, el ritmo fue menor. Los factores de esta situación fueron:
- Factores coyunturales: la crisis económica mundial motivada por la subida del precio del petróleo.
- Factores de fondo:
- Los problemas de la oferta turística española por el encarecimiento de los precios debido a la inflación y la subida de los salarios.
- La demanda creciente de calidad medioambiental, ante el deterioro de algunos destinos.
- La aparición de destinos competidores en áreas próximas (norte de África, Canarias) y alejadas (Caribe, Sudeste Asiático y Oceanía).
3 La reconversión hacia un nuevo modelo turístico y sus factores
A partir de 1985, se recuperó el ritmo ascendente de turistas e ingresos turísticos, excepto en los primeros años de la década de 1990, la crisis financiera de 2008-2013 y la pandemia de la COVID-19 en 2020. Los factores de este nuevo auge han sido:
- El ingreso de España en la Comunidad Europea; la inestabilidad política en otras zonas competidoras (Balcanes y países musulmanes del norte de África); y el crecimiento de visitantes de mercados lejanos con mayor gasto turístico.
- Factores demográficos, como el incremento de la esperanza de vida, y factores fisiológicos y psicológicos, como la necesidad de la población urbana de realizar actividades nuevas.
- El inicio de la reconversión hacia un nuevo modelo turístico basado en la calidad y la sostenibilidad.
El nuevo modelo turístico apuesta por la calidad y sostenibilidad, con una mejora en servicios e infraestructuras. Se orienta a una demanda menos numerosa pero más diversa y con mayor poder adquisitivo, distribuida de forma más equilibrada en el tiempo y el espacio. Promueve modalidades alternativas al sol y playa, busca el equilibrio ambiental, reducir la dependencia de turoperadores mediante marcas propias, y mejorar la imagen de España como destino de calidad frente a la competencia internacional.
El concepto y la importancia de la ciudad
a) El concepto de ciudad
El concepto de ciudad es complejo y resulta de la combinación de varios criterios:
- Los criterios cuantitativos o estadísticos se basan en cifras. En España, el INE considera urbanos los municipios con más de 10 000 habitantes. De este modo, pueden considerarse rurales municipios de aspecto y funciones urbanas que no alcanzan esta cifra, y urbanos municipios que la superan, pero con población dispersa o concentrada en un gran núcleo de aspecto y funciones rurales.
- Los criterios cualitativos definen la ciudad basándose en sus características:
- El criterio morfológico considera el aspecto formal de la ciudad: poblamiento concentrado, alta densidad de edificación y de población, y predominio de la vivienda colectiva y en altura.
- El criterio funcional se basa en las actividades económicas urbanas, que son distintas de las agrarias: la industria y los servicios.
- El criterio sociológico define la ciudad por sus rasgos sociales: una mayor diversidad social y privacidad, frente a la mayor homogeneidad y control social existente en el ámbito rural.
- El criterio espacial se basa en la capacidad de la ciudad de organizar el espacio; es decir, de ejercer su influencia sobre otros núcleos de población y de organizar también otras ciudades.
b) La importancia de las ciudades
Las ciudades son fundamentales por ser centros de decisión política y por su alta densidad de población, lo que permite acometer grandes obras y servicios. Generan economías de escala, atraen actividades económicas dinámicas y ofrecen más empleo y servicios variados (comercio, transporte, salud, educación, ocio, etc.). Son focos de intercambio de información e innovación, fomentan una mentalidad abierta y ejercen una gran influencia territorial, siendo claves para la ordenación del espacio.
2 La diversidad de la herencia preindustrial
Estas características comunes de la ciudad preindustrial varían según las aportaciones realizadas por las diferentes sociedades a lo largo de la historia.
a) La ciudad romana
La ciudad romana suele presentar plano regular, derivado del campamento militar: calles en damero y dos vías principales (cardus, de norte a sur, y decumanus, de este a oeste). En el cruce de ambas se encontraba el foro, que albergaba los edificios principales. Algunos ejemplos son: Zaragoza, León, Mérida, Barcelona, Valencia y Tarragona.
b) La Edad Media
En la Edad Media se configuraron la mayoría de las ciudades españolas. En esta etapa, cada una de las dos culturas peninsulares, musulmana y cristiana, realizó sus aportaciones a la morfología urbana.
- La ciudad musulmana se organizaba en torno a la medina amurallada, que albergaba los edificios principales: mezquita, alcázar, mercado y barrios residenciales. Fuera de ella se encontraban los arrabales, que también acababan amurallados con el tiempo. Su plano era irregular, con calles estrechas y sin salida (adárves). Las casas eran cerradas al exterior, con pocos vanos. Ejemplos: Córdoba, Sevilla, Toledo, Almería y Murcia.
- La ciudad cristiana estaba amurallada y tenía como centro un castillo o una iglesia, con plazas para mercados. Presentaba planos variados: irregulares, radiocéntricos, lineales o en damero. Sus edificios destacados eran iglesias, catedrales, palacios y ayuntamientos. Las viviendas combinaban taller y residencia, con el comercio en la planta baja, la vivienda del maestro encima y la buhardilla para aprendices. Ejemplo destacado: Vitoria-Gasteiz.
c) La Edad Moderna
En la Edad Moderna se fundaron algunas ciudades de plano regular, como Santa Fe de Granada y las Nuevas Poblaciones del siglo XVIII. Fue más común la creación de barrios en cuadrícula y el diseño de plazas mayores como centros urbanos, con mercado, ayuntamiento y fachadas uniformes. Desde estas plazas se trazaban calles rectilíneas como ejes principales.
Durante el siglo XVIII, las ciudades se embellecieron con calles amplias y rectas, jardines, paseos arbolados y fuentes. Se mejoraron las infraestructuras de abastecimiento e higiene. Se construyeron importantes edificios religiosos (iglesias, conventos) y civiles (ayuntamientos, palacios, hospitales, hospicios, edificios administrativos y culturales), a menudo precedidos por espacios de respeto que requerían el derribo de casas viejas para permitir mejores vistas.
Problemas derivados de la aglomeración
a) La extensión de la urbanización
La extensión de la urbanización, particularmente en el caso de la urbanización difusa, ejerce presión sobre las áreas urbanas y su entorno. En respuesta, las nuevas políticas urbanísticas buscan preservar el espacio rural, promover la reutilización de la ciudad existente a través de la rehabilitación de zonas degradadas, y fomentar el regreso a una ciudad compacta, evitando la verticalización excesiva y sin afectar la calidad de vida.
b) La segregación espacial
La segregación espacial, originada por la zonificación de los usos del suelo, afecta tanto al centro como a la periferia urbana. Para mitigar este fenómeno, la política urbanística promueve la integración de los espacios residenciales con los de actividad económica. En el centro, se fomenta la construcción de edificios polivalentes, mientras que en la periferia se favorecen los espacios mixtos, con el fin de reducir los costes de transporte y servicios públicos, y promover una mayor integración social.
c) Inversiones y equipamientos por el crecimiento urbano
El crecimiento urbano implica grandes inversiones para garantizar el abastecimiento de recursos como agua y energía, así como para financiar infraestructuras y equipamientos en áreas clave como sanidad, educación, cultura, ocio y deporte. Algunos barrios experimentan deficiencias importantes en estos servicios, lo que requiere soluciones, mientras que otros han recibido un exceso de equipamientos, los cuales resultan infrautilizados y generan elevados costes de mantenimiento. La solución radica en aplicar políticas urbanísticas que evalúen adecuadamente las necesidades y promuevan un uso más eficiente de los equipamientos ya existentes.
d) Tráfico y movilidad urbana
Las grandes ciudades enfrentan serios problemas de tráfico debido a las necesidades de abastecimiento y a los desplazamientos diarios de los residentes hacia sus lugares de trabajo, mayormente realizados en vehículos privados. Esto genera atascos, dificultades para aparcar, contaminación, ruido, un elevado gasto energético y altos costes en la construcción de infraestructuras.
Ante este problema, muchas ciudades han implementado Planes de Movilidad Urbana Sostenible, que promueven el uso de la bicicleta (mediante carriles bici y servicios de alquiler), así como los desplazamientos a pie, favoreciendo aceras anchas que fomenten el paseo.
Problemas económicos
a) Excesiva terciarización económica
Las ciudades enfrentan una excesiva terciarización económica, donde los servicios tienden a desplazar otras actividades, especialmente en el centro urbano. Para contrarrestar esta tendencia, se fomenta la diversificación económica, evitando el abandono de las actividades agrarias en el entorno rural y promoviendo la industria en las áreas de vaciamiento industrial dentro de la ciudad y en la periferia.
b) Deterioro de actividades económicas barriales
Ciertos barrios urbanos padecen un deterioro de sus actividades económicas. Para afrontarlo, es necesario crear en ellos espacios atractivos para dinamizar la economía y el empleo.
Problemas demográficos y sociales
a) Problemas demográficos
El deterioro del casco antiguo provoca que sea ocupado por población envejecida o marginal, mientras que la terciarización vacía las zonas renovadas. La solución consiste en rehabilitar sin especulación, manteniendo a los residentes y atrayendo a jóvenes.
b) Problemas sociales
Estos problemas son de diferente tipo y repercuten en el bienestar y en la calidad de vida de la población urbana:
- Vivienda: Se debe eliminar la infravivienda, regenerar barrios y fomentar viviendas sociales.
- Servicios: Algunos barrios carecen de servicios adecuados.
- Exclusión social: Afecta a grupos vulnerables y se combate con programas de integración y apoyo social.
- Segregación: Se resuelve rehabilitando barrios y evitando la gentrificación.
Problemas medioambientales
a) Alto consumo de recursos naturales
El consumo de agua en hogares, riego y limpieza es elevado. Para reducirlo, se promueve el ahorro, la recogida de aguas pluviales y el uso de agua depurada para el riego.
b) Alteración atmosférica y microclima urbano
El tráfico, las calefacciones y el alto consumo energético emiten gases de efecto invernadero (GEI), creando un microclima urbano más cálido y afectando tanto a la salud como al medio ambiente. Para mitigar estos efectos, se fomenta la movilidad sostenible, la eficiencia energética en edificios, el uso de materiales constructivos que reduzcan el calor y la creación de infraestructuras verdes.
c) Contaminación acústica y lumínica
El ruido del tráfico y las actividades urbanas causa problemas de salud. Se busca solucionarlo con mapas de ruido, paneles fonoabsorbentes y una mejor ordenación del tráfico. La contaminación lumínica también afecta a los ecosistemas y al consumo energético, por lo que se promueve un uso racional del alumbrado con sensores y luz dirigida.