La Oferta Turística Española: Historia y Modalidades

Evolución y Tipos de Turismo en España

Hasta mediados del siglo XIX, el turismo en España era una actividad muy reducida, reservada a las clases altas como la aristocracia y la burguesía. Esta situación no mejoró durante la dictadura franquista, ya que la Guerra Civil y el aislamiento internacional obstaculizaron su desarrollo. Sin embargo, a partir de la década de 1960, el turismo experimentó un crecimiento extraordinario que transformó profundamente la economía y el paisaje del país.

Factores Clave en el Desarrollo Turístico

Este desarrollo del turismo se debió a una combinación de factores externos e internos.

Factores Externos

Entre los factores externos destaca el auge de la clase media en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, lo que permitió a millones de personas disfrutar de tiempo libre y recursos económicos para viajar. Además, los avances en los medios de transporte facilitaron los desplazamientos: el avión se abarató, las carreteras y los trenes mejoraron, y el uso del coche se generalizó. También surgieron los primeros turoperadores internacionales, que canalizaron grandes flujos de turistas.

Factores Internos

Por otro lado, los factores internos fueron igualmente determinantes. La proximidad geográfica de España a los principales países emisores de turistas europeos fue clave. A esto se sumaban los excelentes recursos naturales, especialmente el clima cálido y las playas, así como el atractivo del patrimonio cultural como complemento turístico. La devaluación de la peseta en 1959 abarató aún más los costes para los visitantes extranjeros, y el Estado impulsó activamente el turismo mediante campañas de promoción, viéndolo como una fuente de ingresos que podría financiar la industrialización del país.

El Modelo de Turismo de Masas y su Evolución

Este conjunto de condiciones dio lugar a un modelo turístico conocido como “turismo de masas de sol y playa”, basado en una oferta amplia y barata, dirigida sobre todo a turistas de clase media o media-baja. Se concentraba principalmente en los meses de verano y en las zonas costeras, con gran afluencia en el litoral mediterráneo, las islas Baleares y Canarias.

Crisis del Modelo (1973-1985)

No obstante, este modelo sufrió una importante crisis entre 1973 y 1985. La recesión económica global afectó seriamente al sector, pero también hubo factores estructurales que influyeron: los precios aumentaron debido a la inflación y los mayores costes laborales, mientras que muchos destinos comenzaron a mostrar signos de deterioro ambiental. Además, surgieron nuevos destinos turísticos, tanto en Europa como en otras regiones del mundo, que ofrecían una competencia creciente.

Proceso de Reconversión (Desde 1985)

A partir de 1985, se inició un proceso de reconversión del modelo turístico. Aunque este proceso no ha terminado y el turismo de masas sigue siendo predominante, se ha apostado progresivamente por un modelo de mayor calidad. Este nuevo modelo pretende mejorar los servicios e infraestructuras, atraer a turistas con mayor poder adquisitivo y diversificar la oferta para distribuir mejor el turismo tanto en el tiempo (evitando la estacionalidad) como en el espacio (fomentando otras zonas menos saturadas). También se busca lograr una mayor sostenibilidad ambiental, reducir la dependencia de los turoperadores extranjeros mediante agencias españolas y promover una imagen más atractiva y diferenciada de España como destino turístico.

La Oferta Turística Española Actual

La oferta turística española está compuesta por un amplio conjunto de servicios destinados a satisfacer las necesidades del turista. Las instituciones estatales y autonómicas desempeñan un papel importante en la promoción turística en ferias y oficinas en el extranjero. Las infraestructuras turísticas cubren las necesidades básicas del visitante: el alojamiento, la alimentación y el ocio.

Infraestructuras y Servicios Clave

En cuanto al alojamiento, es muy variado y sigue estando concentrado en las zonas de sol y playa, aunque se observa un crecimiento progresivo en el interior peninsular. La mitad de las plazas son hoteleras, en su mayoría de categoría media, mientras que el resto corresponde a campings, apartamentos, alojamientos rurales y albergues. Los servicios de manutención incluyen restaurantes, bares y cafeterías, siendo los de dos tenedores los más demandados por el perfil medio del turista. La oferta de recreo es muy amplia: desde parques temáticos y acuáticos hasta instalaciones deportivas y clubes de golf o hípica.

La Demanda Turística en España

La demanda turística también ha evolucionado y se divide principalmente en dos grandes grupos: la extranjera y la nacional.

Demanda Extranjera

La demanda extranjera sigue representando una parte esencial del sector, motivada sobre todo por el ocio y las vacaciones. Procede en su mayoría de Europa y se concentra en verano, especialmente en regiones como Cataluña, las Islas Baleares, Canarias, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Su alojamiento preferido es el hotel, aunque cada vez hay más interés por opciones extrahoteleras.

Demanda Nacional

La demanda nacional, por su parte, incluye tanto vacaciones como visitas a familiares o amigos. Los principales emisores son Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. A diferencia del turismo internacional, el turismo nacional se reparte mejor en el espacio y acude también a zonas del norte peninsular, al interior y a la montaña. Presenta menor estacionalidad gracias a la tendencia creciente a escalonar las vacaciones a lo largo del año. Además, suele reservar menos con antelación y prefiere el alojamiento extrahotelero.

Principales Tipos de Turismo en España

En cuanto a los tipos de turismo, el de sol y playa sigue siendo el más popular. Sin embargo, se han desarrollado muchas otras modalidades para diversificar la oferta y descongestionar los destinos más saturados, así como para impulsar el desarrollo en zonas rurales y de montaña.

Turismo de Borde de Agua

Una de estas modalidades es el turismo de borde de agua, cuyo principal exponente es el turismo costero. También se practica en ríos, lagos o embalses, donde se pueden realizar actividades como pesca, piragüismo o deportes náuticos. El turismo termal o de balneario también está en auge.

Turismo de Montaña

El turismo de montaña se basa sobre todo en los deportes de invierno, como el esquí, aunque también incluye actividades como el senderismo, el alpinismo o las rutas de naturaleza.

Ecoturismo o Turismo Ecológico

El ecoturismo o turismo ecológico se enfoca en la visita a espacios naturales protegidos y combina el respeto por el medioambiente con un uso turístico regulado y sostenible.

Turismo Rural

El turismo rural se desarrolla en zonas de interior o poco urbanizadas. Ofrece al visitante la posibilidad de relajarse en un entorno tranquilo y participar en actividades como la compra de productos artesanales, la visita a agro-museos o la observación del paisaje rural.

Turismo Urbano

El turismo urbano, por su parte, tiene un enfoque más cultural. Se centra en las ciudades con patrimonio histórico, artístico o declaradas Patrimonio de la Humanidad. También ha crecido el turismo de negocios, relacionado con congresos, ferias y exposiciones.

Otras Modalidades Emergentes

Por último, existen otras modalidades turísticas emergentes como:

  • Geoturismo (centrado en zonas de interés geológico o paleontológico)
  • Astroturismo (observación del cielo nocturno)
  • Turismo minero o industrial
  • Turismo de cruceros
  • Turismo de compras
  • Turismo idiomático
  • Turismo de salud
  • Propuestas adaptadas a distintos públicos (millennials o las personas mayores)

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