La Transformación de la Sociedad Española durante el Franquismo Tardío
Durante la segunda etapa del franquismo, la sociedad española experimentó una de las **transformaciones más profundas** de su historia, mientras que el régimen de Franco se mantuvo anclado en sus principios dictatoriales.
El Contexto Económico y la Necesidad de Reforma
La opción de vincularse a la **próspera economía occidental** abrió camino a un crecimiento económico sin precedentes.
En los años cincuenta, la situación creada por la **autarquía económica** era insostenible, caracterizada por:
- Bajos salarios
- Racionamiento
- Inflación
- Estraperlo
La agricultura era el sector más importante, pero su producción era insuficiente, y la industria estaba estancada. Se hacía necesaria una serie de **reformas** que combatieran el estancamiento económico.
El Plan de Estabilización de 1959
Hacia 1957, se hizo necesaria la ayuda de **organismos internacionales**, como la OCDE y el FMI, lo que supuso la aceptación de un conjunto de medidas correctoras que implicaban la liquidación de la política dirigista y autárquica, y la opción por una **economía libre de mercado**.
La nueva orientación económica quedó plasmada en el **Plan de Estabilización (1959)**, impulsado por los ministros tecnócratas del Opus Dei, que comprendía tres grandes ejes de actuación:
Ejes de Actuación
- **Estabilización de la economía**: Medidas de ajuste fiscal y monetario, incluyendo la congelación de salarios.
- **Liberalización interior de la economía**: Eliminación del intervencionismo y de la regulación de precios fijos.
- **Liberalización exterior de la economía**: Eliminación de obstáculos a la entrada de mercancías o inversiones externas y devaluación de la peseta.
Los Planes de Desarrollo y la Industrialización
Tras la implementación de estas medidas, se pusieron en marcha unos **Planes de Desarrollo Económico y Social** para impulsar la actividad del sector público y ofrecer previsiones y ayudas a los inversores privados.
Se promulgaron **tres planes cuatrienales** (1964-67, 1968-71 y 1972-75) con el objetivo de solucionar las deficiencias de la industria y reducir los desequilibrios regionales a través de la promoción de nuevas empresas en zonas de escasa industrialización.
La inversión, a menudo ineficaz, dio unos resultados muy limitados, asociados sobre todo a **infraestructuras** (electrificación, carreteras, refinerías de petróleo, etc.) y a la producción de **materias básicas** (acero, carbón, aluminio, etc.).
El principal motor de la expansión económica fue la **industria**. Durante la década de los 60, diversificó su producción: la metalurgia (automóvil o electrodomésticos), química y de la alimentación, y reestructuró las tradicionales (textil, siderurgia o naval).
Se desarrollaron nuevos núcleos industriales en Madrid y ciudades como Ferrol, Vigo, Sevilla, Cádiz, Huelva, Valladolid, Pamplona y Vitoria. Pero los núcleos tradicionales aún acumulaban más del 40% de la producción.
Cambios en la Agricultura y el Sector Servicios
La agricultura tradicional cerealística entró en crisis debido a la renovada dieta urbana. Aumentó la demanda de productos ganaderos y hortofrutícolas, lo que impulsó la creación de modernas explotaciones ganaderas.
El **sector servicios** aumentó notablemente debido al proceso de urbanización y transporte, el desarrollo de los servicios públicos y el auge del turismo. Lo mismo ocurrió con el **comercio internacional**, la **construcción** y el **sector bancario**.
Debilidades del Modelo Económico
Si bien el **PIB** y las **rentas por habitante** mejoraron hasta alcanzar niveles europeos, las transformaciones económicas no ocultaron la **debilidad del modelo económico**, caracterizado por una alta dependencia de factores externos: **importaciones imprescindibles en tecnología** e **inversiones extranjeras** a merced de los intereses de empresas foráneas.
Esta debilidad también fue patente en la **falta de recursos públicos**, ya que el régimen nunca quiso ahondar en **reformas fiscales** o en la **redistribución de rentas** que complementaran las diferencias regionales en el impulso privado.
Esto quedó en evidencia en la grave **crisis de 1973**.
El Boom Demográfico y los Movimientos Migratorios
Entre 1960 y 1975, España pasó de 30 millones de habitantes a casi 36 millones, experimentando un **boom demográfico**. Este fue el aumento más elevado de su historia, debido básicamente al descenso de la mortalidad, sobre todo infantil, y el mantenimiento de una alta tasa de natalidad. Pero el **fenómeno demográfico** más destacable fueron los **movimientos migratorios**.
Un millón y medio de españoles se desplazaron al extranjero y casi 5 millones cambiaron de provincia. Este **éxodo rural** fue intenso debido a la atracción de las grandes ciudades industriales españolas.
Este fenómeno se observó en el sur español latifundista tras su modernización y liberación de mano de obra, pero también en la población agraria de Galicia y Castilla y León. **Madrid, Cataluña, País Vasco y Valencia** fueron las grandes regiones receptoras.
La Evolución Social y la Sociedad de Consumo
Los cambios económicos dieron paso a una sociedad con un incremento en el número de **asalariados**, al tiempo que la nueva **clase media** aumentaba su peso social (burguesía urbana). Pero sobre todo, por primera vez en la historia, el número de **obreros industriales** fue superior al de campesinos.
Sin embargo, los **servicios públicos** (Educación, Sanidad, etc.) y la **vivienda** no crecieron al mismo ritmo que las necesidades sociales.
A pesar de todo, apareció en España la **sociedad de consumo**: casi todas las familias disponían de electrodomésticos, coche, televisor, etc. Esto propició un cambio en las costumbres y mentalidades: nuevas modas en la música y el vestir, un alejamiento social de la **Iglesia nacionalcatólica**, nuevas pautas de relaciones interpersonales, etc.
La sociedad cambiaba a marchas forzadas, pero el régimen se mantenía anclado en el pasado, esperando el fin natural del dictador.