Geografía del Relieve Ibérico: Meseta Central y sus Bordes Montañosos

La Meseta Central: Características y Formación Geológica

La Meseta ocupa el espacio central de la Península Ibérica y el 45% de su superficie. Debido a su evolución geológica, es una elevada llanura, resto del antiguo Macizo Hespérico surgido en la Orogénesis Herciniana de la Era Primaria, arrasado por la erosión y convertido en zócalo o meseta. En la Era Terciaria, la Meseta fue deformada y destruida en gran parte durante la Orogénesis Alpina, de modo que dentro de ella pueden diferenciarse el antiguo zócalo paleozoico, las sierras interiores y las cuencas sedimentarias interiores.

El Antiguo Zócalo Paleozoico de la Meseta

El antiguo zócalo paleozoico solo aflora al oeste peninsular (en las penillanuras zamorano-salmantina y extremeña), donde la erosión ha barrido la cobertera de materiales terciarios depositados sobre el zócalo y ha dejado al descubierto los materiales primarios: granito, pizarras y cuarcita. El relieve está constituido por penillanuras, superficies de erosión muy suavemente onduladas. A veces aparecen montes isla o relieves residuales, constituidos por rocas más resistentes. Los ríos que las atraviesan han creado gargantas profundas (como los arribes o tajos) en estas penillanuras al encajarse sobre materiales duros.

Sierras Interiores de la Meseta: Formación y Características

Las sierras interiores de la Meseta se formaron en la Era Terciaria como consecuencia de la Orogénesis Alpina. El zócalo presentó fracturas y fallas que elevaron algunos bloques. Ambas son de roquedo primario (granito, pizarra, gneis) y tienen cumbres suaves, ya que son superficies de erosión levantadas, orientadas de este a oeste. Son sierras de perfiles suaves y redondeados, solo destacan agujas y crestas de cuarcita más resistentes a la erosión.

  • El Sistema Central es una alineación montañosa que surca la Meseta de SO-NE, extendiéndose desde la Sierra de la Estrella (Portugal) hasta el Sistema Ibérico. Su pico más alto es el Almanzor en la Sierra de Gredos. Un puerto destacado es el de Somosierra, que comunica ambas submesetas. Sus cumbres suelen superar los 2000 metros, con materiales predominantemente graníticos, presentados en una sucesión de horst y graben, predominando el modelado granítico (berrocal). Ejemplos incluyen la Sierra de Guadarrama, Sierra de la Estrella, Sierra de Gata, Peña de Francia, Sierra de Gredos, Sierra de Somosierra y Sierra de Ayón.
  • Los Montes de Toledo dividen en dos la Submeseta Sur, separando la cuenca del Tajo de la del Guadiana. Forman una serie de sierras de altitudes modestas (unos 1400 metros). Destacan los Montes de Toledo y las sierras de Guadalupe, Montánchez y San Pedro. En esta zona aparecen relieves apalachienses y rañas.

Cuencas Sedimentarias Interiores de la Meseta: Páramos, Campiñas y Cuestas

Las cuencas sedimentarias interiores de la Meseta se formaron en la Era Terciaria cuando la Orogénesis Alpina provocó fallas y el hundimiento de algunos bloques de la Meseta, que después se rellenaron con sedimentos terciarios. Estos eran blandos en la parte inferior (arenas, arcillas) y duros en la parte superior (calizas), dando lugar a un relieve de páramos, campiñas y cuestas por erosión diferencial.

  • Los páramos son superficies planas y elevadas coronadas por un estrato calizo más resistente a la erosión. Se localizan en zonas norte y este de la cuenca de la Submeseta Norte. Los páramos calizos están al este de la Submeseta Sur, formados por los páramos alcarreños (La Alcarria) y, al sur, la Mesa de Ocaña y La Mancha, limitada por el Campo de Montiel y Calatrava (este último de origen volcánico).
  • Las campiñas son llanuras bajas suavemente onduladas, recorridas por ríos. Son frecuentes los cerros testigo u oteros, relieves residuales coronados por las calizas de los páramos. Las más destacadas son las del Duero, Tajo y Guadiana. En la Submeseta Norte destacan las de la comarca de Tierra de Campos (en Zamora, Valladolid, León y Palencia) y la Tierra de Pinares (en Segovia, Ávila y Valladolid). En la Submeseta Sur, las campiñas constituyen el conjunto de más extensión y menor altitud; se localizan al sur de Madrid y al norte de Toledo, en torno a la comarca de La Sagra, y se distinguen por el desarrollo de terrazas entre el río Henares y el Jarama.
  • Las cuestas son zonas inclinadas entre los páramos y las campiñas. La cuenca de la Submeseta Norte es más alta (800-850 metros) y pertenece a una sola cuenca hidrográfica (la del Duero). La cuenca de la Submeseta Sur es más baja, dividida por los Montes de Toledo y las cuencas del Tajo y Guadiana.

Rebordes Montañosos de la Meseta: Formación y Unidades

Los rebordes montañosos de la Meseta se formaron en la Era Terciaria por el rejuvenecimiento de bloques de la Meseta o por el plegamiento de los materiales depositados por el mar en la Era Secundaria en los bordes de la Meseta. Estos incluyen el Macizo Galaico-Leonés, parte de la Cordillera Cantábrica, gran parte de Sierra Morena y el Sistema Ibérico.

Borde Septentrional

Macizo Galaico-Leonés

El Macizo Galaico-Leonés, zócalo de la Meseta, durante la Orogénesis Alpina se fracturó y rejuveneció, formando las sierras del oeste de Asturias, los Montes de León y las sierras de Cabrera y Segundera. El conjunto de bloques fallados, elevados y hundidos, da lugar a un macizo en escalera. Se pueden establecer de oeste a este la siguiente división: la costa (recortada por amplias rías en las que desembocan ríos), las montañas y las cuencas medias (donde destaca Cabeza de Manzaneda), y los Montes de León (donde se encuentran las cumbres más elevadas, como la Sierra Segundera y el Teleno).

Desde el punto de vista geológico, surgió en la Era Primaria con el movimiento orogénico Herciniano. Del Carbonífero datan los recursos mineros de la región de El Bierzo (carbón, lignito, hulla). En el Cuaternario, el glaciarismo afectó al macizo de Segundera y configuró el Lago de Sanabria. El modelado actual, caracterizado por la suavidad y las formas viejas y redondeadas, se debe a la acción erosiva de las constantes y abundantes precipitaciones.

Cordillera Cantábrica

La Cordillera Cantábrica forma una cadena lineal entre el Mar Cantábrico y la Meseta, y desde el Macizo Galaico hasta el Pirineo. La constitución geológica y las formas del relieve permiten el establecimiento de tres sectores de oeste a este:

  • Sector oeste (Macizo Asturiano): Formado por materiales paleozoicos erosionados durante el Mesozoico. Aquí se encuentran los mayores yacimientos de carbón de España, formados en el Carbonífero. La fracturación de estos terrenos paleozoicos durante la Orogenia Alpina permitió su afloramiento. En su extremo occidental ha dado lugar a ejemplos de relieve apalachiense, que se extiende hasta los Picos de Europa, donde se encuentran las mayores alturas de la cordillera (como la Torre de Cerredo). Las calizas del Carbonífero en esta zona dan lugar a formaciones kársticas de tipo lapiaz, salpicadas de dolinas. Los ríos se encajan formando profundas gargantas, como la Hoz del Cares en Cantabria.
  • Sector este (Montaña Cantábrica): Compuesto por materiales secundarios calizos que fueron depositados por el mar en el borde de la Meseta durante la Era Secundaria y se plegaron en la Orogénesis Alpina. Dominan los relieves plegados, como el jurásico. Los Montes Vascos actúan como umbral de la Cornisa Cantábrica y los Pirineos, formados por rocas mesozoicas, han presentado escasa resistencia a la erosión, lo que ha dado lugar a un paisaje suave y ondulado. Destaca Aralar.

Borde Oriental

Sistema Ibérico

El Sistema Ibérico es una cordillera formada por materiales secundarios depositados por el mar en el borde oriental del zócalo de la Meseta, que se plegaron en la Orogénesis Alpina. Geomorfológicamente, en esta cordillera se distinguen dos sectores bien diferenciados:

  • Sector norte: Incluye las mayores alturas de la cordillera, como la Sierra de la Demanda (paleozoica), los Picos de Urbión, la Sierra Cebollera y la Sierra del Moncayo (con el pico más alto).
  • Desde el sureste de Soria, el Sistema Ibérico se bifurca en dos ramas separadas por una fosa tectónica (la Fosa de Calatayud) que se rellenó con materiales terciarios:
    • La rama interior o castellana (Sierra de Albarracín y Serranía de Cuenca).
    • La rama exterior o aragonesa (Sierra de Javalambre y Sierra de Gúdar).

Borde Meridional

Sierra Morena

Sierra Morena no es propiamente una cordillera, sino un brusco escalón que separa la Meseta del Valle del Guadalquivir. Se trata de una gran flexión fracturada en muchos puntos, producida por el empuje desde el sur al levantarse las Cordilleras Béticas. El roquedo es paleozoico de color oscuro, al igual que su vegetación (jara). Sierras destacadas son Madrona, Pedroches y Aracena. En algunos puntos aparecen relieves apalachienses.

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