La periferia es la franja externa de la ciudad correspondiente a la expansión urbana. Esta en la guerra civil y posguerra fue muy poco significativa por la depresión económica y escasez de materiales.
Pero a partir de la década de 1950, las ciudades españolas iniciaron un importante crecimiento en el edificado. Su constitución se diferencia en dos etapas, cada una con un crecimiento y problemas distintos.
Periodo 1950-1975: Asuburbana
Desde 1950, las ciudades experimentaron un alto crecimiento debido al crecimiento natural y la inmigración campesina atraída por la industria y los servicios.
La periferia se extendió a la ciudad existente y a lo largo de las vías de transporte, formando un asuburbana. Adoptó un modelo compacto caracterizado por:
- Alta densidad de la urbanización
- Verticalización de los edificios
- Creación de áreas con distintos usos del suelo, pero mal ubicadas entre sí y con el centro.
La residencialidad surgió en crear viviendas y se hicieron sin planificar; de ahí surgieron las chabolas. Luego, la protección oficial y polígonos de promoción privada caracterizados por la época del desarrollismo. Las industrias y equipamientos se instalaron junto a las vías de transporte más importantes. Las industrias incluían polígonos industriales bien planificados o áreas desorganizadas. Los equipamientos eran escasos y no deseados, lo que dejó una mala imagen y ahora la política de urbanización intenta rehabilitar edificios, erradicar las chabolas y mejorar las comunicaciones.
Periodo desde 1975: Apreurbana
Desde 1975-1980, las ciudades frenaron su ritmo de crecimiento; no obstante, la expansión periférica urbana continuó por la difusión de población y de actividades económicas desde el centro de la ciudad. En esta etapa, la periferia se extiende más allá del continuo edificado por las áreas prerurbanas y rururbanas, adoptando un modelo disperso caracterizado por:
- Baja densidad de la urbanización
- Diferentes usos del suelo
- Buena conexión entre sí y con el centro.
Las áreas residenciales de baja densidad responden a las clases medias con viviendas grandes y de bajo precio cerca de la naturaleza y con acceso a la propiedad privada. El modelo más favorecido son las viviendas unifamiliares aisladas o adosadas con un jardín o viviendas con pocos pisos, uso del suelo residencial.
El industrial y de equipamiento de la periferia perurbana son el resultado de las transformaciones económicas ocurridas desde 1975.
Las industrias y polígonos industriales trasladados…
Equipamientos y servicios que requieren suelo abundante y barato, quejas sobre la imagen positiva.
Soluciones respecto a esto
Vuelta a la ciudad compacta
Reciclaje urbano: recuperación de espacios deteriorados, mejorando viviendas, calles, plazas, etc.
Rehabilitación de la ciudad difusa: aumentando la densificación.
Integración en el sistema urbano europeo
La adhesión de España a la UE en 1986 supuso la integración de las ciudades españolas en la jerarquía y sistema urbano europeo.
La jerarquía urbana de la UE se basa en el tamaño demográfico, especialización en funciones avanzadas, accesibilidad y amplitud del área de influencia. De acuerdo con ello, se distinguen:
- Metrópolis globales con capacidad de interacción global
- Metros europeos con capacidad de interacción en la UE
- Metrópolis nacionales y ciudades con proyección regional o local.
El sistema urbano de la Unión Europea comprende un núcleo principal (París, Milán, Múnich, Hamburgo) y varios ejes urbanos.
Respecto al núcleo más dinámico, las ciudades españolas se encuentran en una posición periférica.
Las ciudades del eje mediterráneo se encuadran en el dinámico arco mediterráneo de la UE.
Las ciudades de los ejes cantábrico y gallego se localizan en el área estancada del arco atlántico.
Las ciudades del interior peninsular se sitúan en la desarticulada diagonal continental.
Y las ciudades del sur peninsular se ubican en los sures o periferia urbana de la UE.
Por tanto, las ciudades españolas ocupan una posición periférica en el territorio europeo. Para aminorar el problema, se potencian las infraestructuras de conexión a los ejes urbanos europeos y la cooperación entre ciudades comunitarias.
La integración en el sistema urbano mundial
La incorporación de España al proceso de globalización ha supuesto también la integración de sus ciudades en la jerarquía y sistema global.
La jerarquía urbana global se basa en la proyección exterior de las ciudades: política, económica, humana, en información y cultural. De acuerdo con ello, se distinguen:
- Metrópolis globales con proyección mundial
- Nacionales, que conectan los sistemas urbanos nacionales con el global
- Ciudades sin proyección internacional.
El sistema urbano mundial solo incluye a Madrid como modo de conexión con las grandes ciudades globales.
Para ganar proyección internacional, las ciudades deben ofrecer accesibilidad, equipamiento y servicios, un entorno empresarial y laboral favorable, relaciones institucionales y un medio ambiente de calidad.