Las Fuentes de Energía
Introducción
La energía es todo aquello capaz de producir un trabajo o de originar un movimiento. Las fuentes de energía se clasifican según su procedencia y su disponibilidad en el tiempo.
Clasificación de las Fuentes de Energía
Según su procedencia, las fuentes de energía se clasifican en primarias y secundarias.
- Energías Primarias: Son las que se obtienen directamente de la naturaleza, como el petróleo, el gas natural, el carbón, el sol, el agua, el calor interno de la Tierra o la obtenida de la materia orgánica.
- Energías Secundarias: Provienen de la transformación de las energías primarias, como la gasolina, el gasóleo o la electricidad.
Según su disponibilidad, se diferencian entre energías renovables y no renovables.
- Energías No Renovables: Son aquellas que se consumen a un ritmo más rápido que el tiempo que necesitan para regenerarse naturalmente (carbón, petróleo, gas natural, uranio). Se denominan también energías tradicionales y son altamente contaminantes.
- Energías Renovables: No se agotan y se encuentran entre ellas la energía hidráulica, solar, eólica, mareomotriz, geotérmica y la biomasa. Son conocidas como energías limpias o alternativas.
En España, la mayor parte de la energía que se consume procede del petróleo y sus derivados; sin embargo, su demanda ha disminuido a favor del gas natural.
El Modelo Energético Español
Primero fue la madera. Luego, con la Primera Revolución Industrial, se introdujo el carbón mineral hasta mediados del siglo pasado, cuando apareció la energía hidroeléctrica, aprovechando los cursos fluviales. De ella procedía el 18% de la energía consumida. En los años setenta, el consumo de energía hidroeléctrica aumentó al tiempo que disminuía el del carbón y empezaba a crecer otra fuente de energía: el petróleo.
La crisis del petróleo de 1973 evidenció el final de la época de la energía barata y abundante. El Primer Plan Energético Nacional (1975) y el segundo plan (1983) propusieron medidas para disminuir el consumo del petróleo. Como resultado, en los años ochenta, el consumo de petróleo se retrajo, al igual que el del carbón y el de la energía hidroeléctrica, mientras que el consumo de energía nuclear y gas natural creció. En 1986 también se puso en marcha el Plan de Energías Renovables, destinado a fomentar las energías alternativas. En los años noventa, tanto la producción como el consumo de energía nuclear se estabilizaron, y a finales de la década creció notablemente la demanda de gas natural y electricidad.
Estrategia Europa 2020: El Objetivo 20-20-20
Europa 2020 es la estrategia aprobada por la Unión Europea que fija objetivos en áreas clave como el empleo, la I+D+i, el cambio climático y la sostenibilidad energética, la educación y la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Respecto al cambio climático, se ha marcado el objetivo 20-20-20:
- Un 20% menos de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
- El 20% de la energía consumida debe provenir de fuentes renovables.
- Lograr un 20% de ahorro en el consumo energético.
Estos objetivos se reparten entre los Estados miembros teniendo en cuenta sus recursos renovables y su PIB per cápita. No obstante, el objetivo para España es que debe aportar el 20% del consumo final de energía en 2020 y al menos un 10% de la energía consumida por el transporte debe proceder de fuentes renovables.
Planificación Nacional y Objetivos 2030
Estos objetivos fijados están recogidos en el Plan de Energías Renovables 2011-2020. Por otro lado, el Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética 2011-2020 contempla una serie de actuaciones encaminadas a reducir los consumos y los costes energéticos. En 2014, los dirigentes europeos fijaron unos objetivos para 2030, con nuevas cuotas de reducción de emisiones de GEI, de representación de energías renovables y de eficiencia energética.
Principales Desafíos del Sector Energético
La producción es muy desigual y depende de factores geológicos y/o climatológicos. Respecto a la producción de electricidad, existen notables desequilibrios, especialmente en áreas del centro, el Levante y el sur peninsular, que presentan un notable dinamismo económico. Los principales problemas del sector energético son:
- La alta dependencia energética del exterior. La estructura del consumo español se caracteriza por el predominio de los productos petrolíferos. Esto se traduce en una altísima dependencia de las importaciones de combustibles fósiles.
- La competitividad de las energías autóctonas. España debe apostar por la explotación de energías rentables y sostenibles a largo plazo. En la actualidad, el bajo poder calorífico de la mayoría del carbón nacional, los costes de extracción y los problemas medioambientales hacen que resulte más rentable su importación. En cuanto a las renovables, sus costes de implantación y desarrollo suelen ser muy altos. Por el contrario, la eólica es altamente competitiva y España posee un gran potencial, sobre todo en Galicia, las dos Castillas y Andalucía. La energía procedente de la biomasa también presenta un notable potencial de crecimiento.
- El deterioro del medio ambiente. Las energías renovables no emiten Gases de Efecto Invernadero, pero sí alteran los paisajes y ecosistemas naturales, consumen mucho espacio y tienen un importante impacto visual.