Dinámica Demográfica de España: Evolución, Regímenes y Proyecciones Futuras

Evolución y Factores Explicativos de la Población Española

En la época preindustrial, hasta mediados del siglo XIX, la economía era básicamente agraria, por lo que los factores naturales tuvieron más peso en la distribución de la población. Así, las mayores densidades se situaban en las zonas con relieve llano y baja altitud; clima templado-cálido y proximidad al mar o a los ríos. En el siglo XVII, la crisis económica y demográfica originó migraciones hacia la periferia, donde se desarrollaba un floreciente comercio marítimo. En el siglo XVIII, la situación se había invertido.

En la época industrial, entre mediados del siglo XIX y la crisis de 1975, se consolidó una economía industrial y urbana. En esta época, se agudizaron los contrastes en la distribución de la población. Aumentaron su peso Madrid y las regiones periféricas, en parte por la instalación de actividades económicas que atrajeron población. Mientras, las regiones del interior mantuvieron sus bajas densidades a causa de la emigración hacia las áreas más dinámicas, tanto nacionales como extranjeras.

En la época postindustrial, la crisis industrial de 1975 frenó las migraciones interiores a las áreas industriales e incluso provocó retornos; y en la actualidad, la tendencia a la distribución espacial de la población y de algunas actividades económicas se ve influenciada por las políticas de desarrollo endógeno de las comunidades autónomas.

Los Regímenes Demográficos en España

La evolución del movimiento natural de la población española ha pasado por tres regímenes demográficos:

El Régimen Demográfico Antiguo (hasta principios del siglo XX)

  • La natalidad presentaba valores elevados debido a:
    • El predominio de una economía y sociedad agrarias, donde los hijos trabajaban pronto, eran baratos de mantener y aseguraban el porvenir de sus padres.
    • La inexistencia de sistemas eficaces para controlar los nacimientos, por lo que la única posibilidad era retrasar el matrimonio en coyunturas económicas de crisis (acortando así el periodo fértil).
  • La mortalidad era alta y oscilante debido a:
    • La dieta alimenticia escasa y desequilibrada (falta de proteínas) debido a la baja productividad agraria, lo que hacía que la población estuviese mal nutrida.
    • Las enfermedades infecciosas (tuberculosis, gripe) tenían alta incidencia, sumado al atraso de la medicina, la falta de higiene, el desconocimiento de las vías de transmisión, etc.
    • Mortalidad catastrófica causada por epidemias, guerras, malas cosechas…
    • Mortalidad infantil alta por problemas en el parto o desnutrición.
    • Esperanza de vida baja, debido a la elevada mortalidad infantil y materna.
  • El crecimiento natural era bajo debido a las altas tasas de natalidad y mortalidad, y presentaba oscilaciones por las crisis de sobremortalidad.

La Transición Demográfica (1900-1975)

Se inició más tarde, pero duró menos y fue más intensa.

  • La natalidad descendió de forma suave y discontinua:
    • Entre 1900 y 1920: descendió al iniciarse el control de los nacimientos. En ello influyó una mayor supervivencia de los hijos al reducirse la mortalidad infantil y la subida de precios para la mayoría de la población (como repercusión de la Primera Guerra Mundial).
    • En la década de 1920, la natalidad se recuperó por la prosperidad económica.
    • Entre 1930 y 1956 se reanudó el descenso debido a la crisis económica de 1929, la inestabilidad política de la Segunda República y la Guerra Civil, así como la posguerra, que impidió la recuperación de los nacimientos.
    • Entre 1956 y 1965 se produjo el «baby boom» posbélico, retrasado por el desarrollo económico.
    • Entre 1965 y 1975 disminuyó el tamaño familiar por la reducción del valor económico de los hijos al consolidarse un modo de vida industrial y urbano, lo que generó problemas de vivienda y la extensión de seguros laborales o de vejez.
  • La mortalidad descendió de forma acusada (excepto en la gripe de 1918 y la Guerra Civil) debido a:
    • El incremento del nivel de vida por la mejora de la dieta y el crecimiento del nivel educativo y cultural (lo que intensificó la prevención y el abandono de costumbres nocivas).
    • Los avances médicos, como las vacunas y la comercialización de los antibióticos; la extensión de la sanidad pública (seguridad social); y avances sanitarios (agua potable, alcantarillado, recogida de basura).
    • La mortalidad infantil disminuyó gracias a mejoras en pediatría, alimentación infantil, cuidado materno, etc.
    • La esperanza de vida se elevó por la reducción de la mortalidad infantil y materna, y por el descenso de la mortalidad en edad adulta.
  • El crecimiento natural fue alto cuando la mortalidad descendió fuertemente y la natalidad alcanzó dos máximos. Desde 1965, el crecimiento se recortó al estabilizarse la mortalidad en cifras bajas y restablecerse el descenso de la natalidad.

El Régimen Demográfico Actual (a partir de 1975)

La natalidad descendió, distinguiéndose dos movimientos:

  • Entre 1975 y 1998 tuvo lugar un brusco descenso de los nacimientos. El índice sintético de fecundidad bajó de 2,1 hijos por mujer a 1,15 debido a los cambios económicos y socioculturales.
    • La situación económica retrasó la edad de matrimonio, ya que dificultó la emancipación de los jóvenes (ej.: alto precio del alquiler de vivienda).
    • La sociedad ha experimentado cambios de mentalidad y de valores que han colaborado con el descenso de la natalidad: disminución de la influencia religiosa, legalización del divorcio, difusión de anticonceptivos, incorporación de la mujer al mundo laboral, madres solteras, mayores gastos para los hijos, etc.
  • Desde 1998:
    • Entre 1998 y 2008, la natalidad experimentó una ligera recuperación debido a la favorable coyuntura económica y la inmigración extranjera (mujeres con mayor fecundidad que las españolas).
    • Desde 2008, la natalidad descendió por la crisis (paro, reducción salarial), el descenso de la inmigración y el incremento de mujeres procedentes de Europa centro-oriental con tasas de natalidad muy bajas.

La mortalidad general se mantiene en cifras bajas, aunque ascendió levemente en 1982 por el envejecimiento de la población, ocasionado por el aumento de la esperanza de vida.

Las causas de la mortalidad han cambiado y son:

  • Predominio de las enfermedades llamadas las tres «C» (enfermedades cardiovasculares, cáncer y accidentes de carretera), las «enfermedades sociales» (alcoholismo, tabaquismo, drogadicción) y enfermedades ligadas a la vejez (Alzheimer, demencia senil).
  • La mortalidad infantil es muy baja actualmente.
  • La esperanza de vida ha aumentado gracias a los progresos médicos. No obstante, existen diferencias entre:
    • Por sexos: la esperanza de vida femenina es más alta por razones biológicas, mientras que los hombres suelen tener un estilo de vida con mayor riesgo.
    • Por grupos de edad: Las mayores ganancias de vida desde 1975 se registran en los ancianos (70-80 años) gracias a los avances médicos.
    • Por estatus social: la esperanza de vida es más alta para las profesiones más cualificadas, con menor mortalidad laboral, y para las clases sociales adineradas, con acceso a mejores servicios sanitarios.

El crecimiento natural en el régimen demográfico actual es reducido dadas las bajas tasas de natalidad y mortalidad.

La Inmigración Extranjera en España

La inmigración extranjera en España ha pasado por las siguientes etapas:

  • La etapa 1995-2007 fue de elevado crecimiento de la inmigración. Las causas fueron numerosas:
    • Por parte española, influyó la necesidad de mano de obra propiciada por la prosperidad económica, sobre todo en empleos de baja cualificación que no eran suficientemente cubiertos por la población española.
    • La adopción de ciertas medidas que atrajeron nuevos inmigrantes.
    • La proximidad de España a África la convierte en la puerta de entrada de inmigrantes africanos a Europa.
    • Por parte de los inmigrantes extranjeros, influyeron motivos económicos y políticos.
  • Desde 2008, la crisis económica ha provocado la disminución de la entrada de extranjeros y ha ocasionado retornos de inmigrantes a sus países de origen o emigración a otros destinos. La causa principal ha sido el desempleo, que ha afectado especialmente a los jóvenes, lo que ha provocado una disminución de la entrada de extranjeros y, en algunos casos, retornos o emigración a otros destinos. Esto ha llevado a un aumento de la edad media de la población inmigrante, con una mayor proporción de personas de más de 35 años.

El Crecimiento Real de la Población Española

El crecimiento real de la población resulta de sumar el crecimiento natural y el saldo migratorio:

CR = CN (nacimientos – defunciones) + SM (inmigrantes – emigrantes)

La evolución del crecimiento se ha desarrollado de la siguiente manera:

  • Entre mediados del siglo XIX y principios del XX, el crecimiento fue bajo, a causa de las bajas tasas de natalidad y mortalidad, y la emigración a ultramar.
  • En el periodo 1900-1980, el crecimiento fue elevado debido al alto crecimiento natural propio de la transición demográfica; hubiera sido mayor de no haberse producido guerras o epidemias.
  • Entre 1980 y 2000, el aumento de la población fue elevado, a pesar del escaso crecimiento natural (debido al hundimiento de la natalidad y la baja mortalidad con tendencia a elevarse por el envejecimiento), gracias al regreso de los emigrantes a causa de una crisis mundial y a la alta inmigración.
  • Desde 2000 hasta 2008, el crecimiento de la población se aceleró debido a la inmigración extranjera, que también elevó ligeramente la natalidad.
  • Desde 2008, la población detiene su crecimiento e incluso decrece a causa de los efectos de las crisis económicas sobre la natalidad y la inmigración.

El Futuro de la Población Española

España ha experimentado grandes transformaciones demográficas desde 1975, pasando de ser un país natalista, joven y migratorio, a un país con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, envejecido e inmigratorio.

Estos cambios conllevan también implicaciones económicas, sociales y culturales. Por ello, se realizan estudios de futuro para planificar aspectos como plazas escolares o de residencias, ayudas, pensiones, etc. Los resultados son los siguientes:

  • La tasa de natalidad, que comenzó a decrecer con la crisis, seguirá decreciendo hasta 2030, ya que es cuando llega la edad fértil de la generación de mujeres nacidas en la época de mayor descenso de natalidad, y el incremento de la edad media de maternidad. Entre 2030 y 2040 se producirá una ligera recuperación, pero desde entonces reanudará el descenso.
  • La fecundidad (media de hijos por mujer) dependerá de numerosas variables, como el acceso al mercado laboral, las facilidades para acceder a la vivienda, el empleo estable, guarderías a precios asequibles, y la existencia de una verdadera igualdad en el reparto de las tareas domésticas. Con estas bases, el INE prevé un descenso de la media.
  • La tasa de mortalidad, que actualmente es baja, crecerá debido al constante envejecimiento de la población. La esperanza de vida continuará aumentando, con 10 años más para los varones y 8 para las mujeres, y también aumentará para los mayores de 65 años en 7,8 y 7,2 años para hombres y mujeres, respectivamente. Por lo tanto, el crecimiento natural se mantendrá negativo.

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