Factores Geográficos del Clima en la Península Ibérica
El clima de la Península Ibérica está determinado por una serie de factores geográficos clave que interactúan para crear una diversidad de paisajes climáticos.
Localización en Latitudes Templadas
La península se localiza en la zona templada de las latitudes medias, más cerca del Trópico de Cáncer que del Círculo Polar Ártico. Dado que el ángulo de incidencia de los rayos solares es distinto según la latitud, existen diferencias en la insolación total diaria y en la media anual, lo cual produce variaciones significativas en las temperaturas. Su situación en la zona templada del Hemisferio Norte (H.N.) explica la existencia de dos estaciones bien definidas, verano e invierno, separadas por dos estaciones de transición: primavera y otoño.
Influencia de Masas Marinas y Continentales
La Península Ibérica se encuentra entre dos grandes masas marinas y dos continentes, cada uno con influencias climáticas distintas:
- El Océano Atlántico: Un mar abierto, extenso y frío que suaviza las temperaturas estivales del litoral occidental.
- El Mar Mediterráneo: Cerrado, más pequeño y cálido, que eleva las temperaturas veraniegas de la costa oriental.
La localización en el suroeste de Europa, abierta al Océano Atlántico, facilita la entrada de la circulación zonal del oeste, que trae las lluvias del frente polar al norte peninsular. También influye la corriente marina cálida del Golfo, que suaviza las temperaturas de las costas atlánticas, y el Anticiclón de las Azores, asociado a tiempos secos, soleados y cálidos.
La influencia marítima en el interior de la península es escasa debido a su anchura, a las costas poco recortadas y a los relieves montañosos paralelos a las costas. Esto establece claras diferencias entre una estrecha banda en la periferia abierta al mar y un ancho núcleo de tierras interiores con una clara tendencia climática continentalizada. En los dos archipiélagos (Baleares y Canarias), la influencia del mar es decisiva. De la deriva noratlántica se desgaja una ramificación hacia el sur que, en Canarias, alcanza temperaturas inferiores a las del resto de las masas marítimas de esas latitudes: la Corriente Fría de Canarias.
Impacto del Relieve en el Clima
La Península Ibérica tiene una forma maciza y compacta, una elevada altitud media y un litoral rectilíneo (excepto las Rías Gallegas) que dificulta la entrada de las influencias marítimas en el interior, lo que provoca caracteres de continentalidad muy marcados. Estas características y su carácter montañoso crean condiciones climáticas muy especiales. La tierra se enfría o se calienta tres veces más rápido que el agua del mar, lo que afecta a la amplitud térmica.
Las montañas forman una barrera natural paralela a las costas que impide la influencia del mar en el interior peninsular, de ahí que la Meseta, por su elevada altitud media, también se vea afectada por esta limitación. La posición oeste-este (O-E) de la mayoría de los relieves montañosos favorece la entrada de masas de aire marítimas del oeste. La circulación del oeste provoca lluvias en la Meseta; sin embargo, el sureste y la costa sevillana no presentan nubosidad ni precipitaciones, y el Valle del Ebro está cerrado a estas influencias.
Elementos Climáticos Clave en la Península Ibérica
Además de los factores geográficos, diversos elementos climáticos definen las particularidades del clima peninsular.
Insolación
Debido a su latitud, se superan las 2000 horas de sol al año. Sin embargo, hay fuertes diferencias entre la Región Cantábrica, con menos de 1700 horas, y las 3000 horas (o incluso más) en Extremadura, la Depresión del Guadalquivir, el sur y sureste de la península, y Canarias.
Nubosidad
Este fenómeno, ligado directamente con la insolación, aumenta de sur a norte (S a N) y de este a oeste (E a O); las cadenas montañosas favorecen su formación. El Norte es la zona de mayor nubosidad (40% de los días); las zonas con mayor número de días soleados son el Valle del Guadalquivir, la costa sur atlántica y algunas zonas de Canarias.
Temperatura
La temperatura es de enorme importancia e incidencia en el estado higrométrico de la atmósfera, la presión y los movimientos de aire. En los mapas se representa mediante isotermas. Los factores que delimitan la distribución de las temperaturas son: latitud, acción del mar, altitud, pendiente y orientación de los relieves, insolación, nubosidad y nieblas.
El mar es un factor atemperante. Influye también en la Meseta, aislada por los relieves, el Valle del Ebro, el Valle del Guadalquivir y la costa mediterránea. La altitud también influye, así como la latitud cercana a los trópicos. Los tres factores hacen que las isotermas dibujen con precisión la orografía peninsular. Entre la Costa Cantábrica y el sureste y el sur hay 4ºC de diferencia; la costa mediterránea es 2ºC más cálida, y la Submeseta Norte tiene temperaturas más frescas que la Submeseta Sur.
Humedad del Aire, Niebla y Calima
- Humedad del aire (humedad absoluta): Es la cantidad de vapor de agua por m³ que contiene el aire. Depende de la proximidad al mar y de la temperatura.
- Calima: Se forma en verano en la España seca en situación anticiclónica, cuando los suelos están resecos y las partículas que contienen pueden ser elevadas y mantenidas en suspensión por movimientos ascendentes del aire, ocasionados por el fuerte calentamiento del suelo.
Presión y Viento
Presión Atmosférica
El régimen anual de presiones es resultado de la Circulación General Atmosférica (C.G.A.) y de las masas de aire que afectan a la península, matizado por el relieve y la altitud. En invierno se producen altas presiones en el interior y bajas presiones en el litoral. En verano, se observan altas presiones en Baleares y en la mitad noroeste (NO) de la península, y bajas presiones en el interior.
Por su latitud, la península se encuentra en el área de influencia de los vientos del oeste, que predominan durante gran parte del año.
Precipitaciones
Las precipitaciones se caracterizan por su escasez, sequía estival y gran variabilidad interanual, estacional y espacial en función de los factores. Aumentan hacia el norte y el oeste.
Evaporación, Evapotranspiración y Aridez
La aridez mide la relación entre el calor y la humedad en un territorio, relacionando la evapotranspiración, las precipitaciones y la absorción de los suelos. Un territorio será árido o seco si las lluvias que recibe no compensan las pérdidas de agua por insolación, transpiración de plantas e infiltración en el suelo.