La Prehistoria: Evolución del Paleolítico al Neolítico y la Edad de los Metales
La Prehistoria es el periodo que abarca desde el origen del hombre hasta la aparición de la escritura.
El proceso de hominización
El proceso de hominización es la secuencia cronológica evolutiva o conjunto de cambios y transformaciones biológicas y culturales que ha experimentado el ser humano hasta llegar al hombre actual. Fue un proceso evolutivo lento y discontinuo que consistió en:
- La adquisición de una posición bípeda que le permitió liberar las manos para fabricar instrumentos.
- El desarrollo del pulgar oponible en las extremidades superiores.
- El aumento de la capacidad craneal.
- La adquisición del lenguaje articulado.
Su evolución desembocará en la aparición del grupo de especies del género Homo. Este proceso se inicia en África hace 5 millones de años. El primer homínido encontrado será el Homo habilis (2,5 millones de años), que fabricará sus útiles, al que sucederá en el tiempo el Homo ergaster, quien será el primero en abandonar el continente africano en dirección a Europa. Este evolucionará en dos líneas diferentes: una de ellas desembocará en la aparición del Homo erectus, que emigrará hacia Asia, y la otra en la especie del Homo antecessor.
El Paleolítico en la Península Ibérica
En la Península Ibérica, la Prehistoria se inicia en el Paleolítico Inferior (1.000.000 – 90.000 años a.C.).
Paleolítico Inferior
En 1994, en la Sima de la Gran Dolina, Sierra de Atapuerca (Burgos), se encontraron restos de 6 individuos de 800.000 años de antigüedad que pertenecen a la especie Homo antecessor («explorador»). Eran altos, fuertes y practicaban el canibalismo. En el año 2007 se encontraron restos más antiguos del Homo sp., sin especie reconocida (anterior a H. antecessor). En Atapuerca, en la Sima de los Huesos, se encontraron restos del Homo heidelbergensis con una antigüedad de unos 350.000 años. También se han encontrado restos de esta especie en las terrazas de los ríos Manzanares y Tajo, y en la costa atlántica (Cádiz, Pontevedra). Durante este periodo se produjo el dominio del fuego, la aparición del lenguaje articulado y la talla de hachas bifaces.
Paleolítico Medio
Durante el Paleolítico Medio (90.000-35.000 años a.C.) se registra la presencia del Homo neanderthalensis (en Bañolas – Cataluña, Cova Negra – Valencia, Cueva de Morín – Cantabria, y Gibraltar). Fue una especie perfectamente adaptada al frío extremo de la última glaciación. Fabricaban utensilios en piedra de mejor factura y de menor tamaño (Cultura Musteriense: raederas, puntas de flecha, etc.), extendiendo su técnica hacia otros materiales como el hueso. Además, realizaron rituales de enterramiento.
Paleolítico Superior
Finalmente, en el Paleolítico Superior (35.000-9.000 años a.C.) surgirá el Homo sapiens sapiens. Ya es un ser humano con rasgos físicos semejantes a los actuales. Era capaz de crear instrumentos de cierta complejidad y de expresar sus creencias mediante rituales funerarios y pinturas.
Arte Rupestre y Mobiliar
En los abrigos de piedra o en el interior de las cavernas realizaron pinturas rupestres en las paredes y techos, representando animales y escenas de caza de estilo naturalista y carácter mágico-religioso:
- Zona Cantábrica: Cuevas de Altamira, Tito Bustillo, Parpalló y El Castillo.
- Arte mobiliar: También realizaron tallas en piedra o hueso, estatuillas y Venus (figuras femeninas con los órganos sexuales muy desarrollados).
Los homínidos del Paleolítico eran depredadores y nómadas; vivían de la recolección de frutos silvestres, de la caza y de la pesca con útiles de piedra tallada, que irán perfeccionando según evolucionen los diferentes grupos.
El Mesolítico o Epipaleolítico
Durante el Mesolítico o Epipaleolítico (9.000 al 5.000 a.C.), al finalizar la última glaciación, el clima se suavizó y la caza disminuyó. Se empezaron a usar útiles de menor tamaño, denominados microlitos. Los grupos humanos se fueron haciendo sedentarios progresivamente, combinando la caza y la recolección con tareas productivas.
Encontramos pinturas rupestres en la zona levantina, que consisten en escenas narrativas (caza, guerra, danza), monocromas y estilizadas, como en las cuevas de La Valltorta (Castellón) y Cogull (Lérida).
La Revolución Neolítica
Hacia el 5.000 a.C. se inició la Revolución Neolítica en la Península Ibérica, proceso que ya había comenzado en Oriente en el 8.000 a.C. Es el periodo de la «piedra nueva» o pulimentada. A lo largo de esta etapa se pasa de una economía depredadora a otra productora con la aparición de la agricultura y de la ganadería.
Los hombres se hacen sedentarios, formando poblados. Existe una división del trabajo y una incipiente jerarquización social. Aparecerá la cerámica, la cestería y la elaboración de tejidos. Posteriormente surgirán la navegación y el comercio cuando se generen excedentes. Los asentamientos se suceden por la península:
- Neolítico inicial: Los restos se identifican por la presencia de la cerámica cardial (Cueva de l’Or, Alicante).
- Neolítico pleno: Los yacimientos se encuentran en zonas fértiles con poblados estables, destacando la Cultura de Almería (yacimiento de La Carihuela, Granada) y la Cultura de los sepulcros de fosa (en el noreste de la península).
El Megalitismo
Surge el megalitismo, caracterizado por enterramientos colectivos relacionados con el desarrollo de las creencias religiosas y construidos con enormes piedras. Se encuentran por todo el territorio peninsular y su utilización se prolongó hasta la Edad del Bronce, destacando la Cueva de la Menga (Antequera, Málaga).
La Edad de los Metales
Calcolítico (2.500-1.700 a.C.)
Es la Edad del Cobre, a la que se asocian dos culturas principales: Los Millares (Almería – Murcia), que formaban pequeñas poblaciones fortificadas que comerciaban con el Atlántico y África; y la Cultura del vaso campaniforme.
Edad del Bronce (1.700-800 a.C.)
En el sudeste peninsular se desarrolló la Cultura de El Argar (Almería), importante por la fabricación de armas y objetos suntuarios de cobre, plata, oro y bronce que otorgaban estatus social a sus poseedores. El control de las materias primas y de la metalurgia condujo a una clara estratificación social.
Durante el Bronce final se desarrolló en las Islas Baleares la cultura talayótica, que sería relevante durante la Edad del Hierro. También, hacia el final del periodo (1.200-1.000 a.C.), se extendieron por Cataluña y la Meseta los primeros asentamientos de la Cultura de los campos de urnas (pueblos de origen indoeuropeo).
Edad del Hierro
Transcurrió, aproximadamente, desde el 800 a.C. hasta la conquista romana de Hispania, que comenzó en el 218 a.C. El uso de este metal estaría asociado a la llegada de los pueblos colonizadores.
