La convergencia de España con la UE se aceleró entre 1995 y 2005 gracias al fuerte aumento de la tasa de empleo y de la población en edad de trabajar. Sin embargo, desde 2005, esta convergencia se ha debido sobre todo al ingreso en la UE de países con un nivel económico más bajo. Sin considerar este efecto, la convergencia tiende a estancarse o a reducirse debido al menor nivel de España en calidad educativa, inversión en I+D e innovación.
(Nota: El texto hace referencia a un gráfico sobre el nivel de renta por habitante en España en relación con la media de la Unión Europea).
Instrumentos de la Política Regional Europea (Fondos Comunitarios)
España se financia a través de los siguientes instrumentos de la política regional europea:
- FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional): Financia inversiones destinadas a reducir las desigualdades regionales.
- FSE (Fondo Social Europeo): Financia acciones destinadas a desarrollar los recursos humanos, así como a prevenir y luchar contra el desempleo.
- Fondo de Cohesión: Financia exclusivamente inversiones públicas en medio ambiente y en redes de transporte.
Repercusiones de la Integración Española en la Política Regional Comunitaria
La integración española ha tenido diferentes repercusiones:
- Ha supuesto una cierta cesión de la soberanía a la Unión Europea.
- Ha permitido recibir ayudas que han favorecido la convergencia española con Europa.
- Ha reducido los desequilibrios interterritoriales.
Política Regional del Estado (PRE) y Ordenación del Territorio
Objetivos de la Política Regional del Estado:
- Lograr un desarrollo regional equilibrado.
- Fomentar el potencial interno de las regiones.
Estrategias Regionales:
- Consolidar el crecimiento de las áreas más dinámicas.
- Detener el declive de la cornisa cantábrica.
- Impulsar el despegue del eje Mediterráneo Sur.
- Apoyar al resto de las regiones.
La Ordenación del Territorio
Sus objetivos: El desarrollo socioeconómico equilibrado de las regiones y la organización integral del espacio.
- El desarrollo socioeconómico equilibrado de las regiones supone una correcta distribución y acceso a las dotaciones y los equipamientos.
- La organización integral del espacio.
El Proceso de Integración de España en la CEE (1986)
España ingresó en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986. Las razones de este retraso fueron esencialmente políticas.
Factores de la Integración
- A) Políticamente
- La democratización iniciada tras la muerte de Franco (1975), con la celebración de elecciones libres (1977) y la promulgación de la Constitución (1978), permitió a España iniciar las conversaciones para ingresar en la CEE.
- B) Económicamente
- La crisis de 1973 puso de manifiesto las graves limitaciones de la economía española. La incorporación a la CEE ofrecía la posibilidad de paliar los efectos de la crisis y de acercarse al nivel económico europeo.
Consecuencias de la Adhesión
La entrada a la CEE tuvo repercusiones negativas y positivas para España. Puso fin a décadas de aislamiento y obligó a realizar reformas para adaptarse a la economía y a las políticas comunitarias. En este esfuerzo contó con importantes ayudas económicas. El resultado ha sido un importante proceso de crecimiento económico y de convergencia.
- A) En el terreno político
- Reforzó el reciente sistema democrático español y el Estado de derecho.
- B) En el terreno económico
- España mostraba un importante retraso respecto a la UE, pues su tasa de paro duplicaba a la europea; el PIB per cápita era muy inferior, y la actividad de las actividades económicas era baja.
- C) En el terreno social
- España carecía de un estado del bienestar homologable al de los otros miembros. Desde entonces, las administraciones públicas dedicaron un gasto creciente a su creación y consolidación, a pesar de la coyuntura económica adversa, marcada por dos profundas recesiones.
Situación Actual de España en la UE y Perspectivas
La localización geográfica de España, en el extremo suroeste del continente, es claramente periférica respecto al espacio central europeo, situación que se ha acentuado con el ingreso de nuevos países miembros. No obstante, su situación geoestratégica favorece su papel de mediación entre la UE y los ámbitos atlántico y mediterráneo.
Su superficie y su población sitúan a España como el segundo estado comunitario más extenso y el quinto más poblado (tras Alemania, Reino Unido, Francia e Italia).
Sus rasgos socioeconómicos colocan a España en una posición intermedia entre los países más avanzados y los estados que han ingresado en las últimas ampliaciones. Ha reducido los desequilibrios interterritoriales, al concentrar las ayudas en las regiones más desfavorecidas.
Por otra parte, una batería de 39 indicadores utilizados para medir los desequilibrios regionales muestra que las regiones españolas evolucionan más favorablemente que la media de la UE. Sin embargo, se sitúan por debajo de la media comunitaria en los indicadores económicos de productividad, mercado de trabajo, formación e I+D, lo que ha provocado una cierta desaceleración de la convergencia en los últimos años.
