Demografía Española: Evolución de Natalidad y Mortalidad (1940-2010)

Tipo de documento: Gráfica lineal doble (natalidad, mortalidad) y tabla numérica.

Título de la gráfica: Evolución del Índice de Natalidad y Mortalidad en España (1940-2010).

Fuente: INE (Instituto Nacional de Estadística)

Periodo: 1940-2010

Leyenda: La gráfica utiliza símbolos lineales para representar la natalidad y la mortalidad.

1. Descripción del Gráfico

Este documento presenta una doble gráfica lineal que ilustra la evolución de la natalidad y la mortalidad en España, complementada por una tabla numérica. La gráfica abarca el periodo desde el año 1940 hasta 2010, mostrando datos en intervalos quinquenales.

2. Causas y Consecuencias de la Natalidad

Durante el periodo de 1940-1945, la tasa de natalidad fue significativamente alta (24,3%). Sin embargo, en 1945, se observa un descenso al 22,8%, como consecuencia directa de la posguerra. En 1950, la natalidad continuó su descenso hasta el 20%. Cinco años después, en 1955, hubo un ligero repunte al 20,4%.

En 1960, la tasa de natalidad experimentó un nuevo crecimiento, alcanzando el 21,6%. Este aumento se atribuye a la política natalista franquista, un fenómeno conocido como el Baby Boom. No obstante, en 1965, la natalidad volvió a descender al 21,2%. La tendencia a la baja persistió en las décadas siguientes, registrando un 19,5% en 1970 y un 18,8% en 1975.

La disminución de la natalidad continuó de manera paulatina hasta 1995: en 1980 descendió al 15%, en 1985 al 11,9%, en 1990 al 10,3% y, finalmente, en 1995 al 9,3%.

A partir del año 2000, la tasa de natalidad comenzó un lento ascenso, situándose en el 9,9%. En 2005, subió al 10,7%, para descender ligeramente en 2010 al 10,5%.

3. Causas y Consecuencias de la Mortalidad

En 1940, la tasa de mortalidad se situaba en el 16,5%. A partir de 1945, esta tasa experimentó un descenso significativo al 12,1%, continuando su disminución de forma paulatina hasta 1970. Durante este periodo, los valores registrados fueron: 10,8% en 1950, 9,2% en 1955, 8,6% en 1960, 8,4% en 1965 y 8,3% en 1970.

En 1975, la tasa de mortalidad ascendió ligeramente al 8,4%. Sin embargo, en 1980, volvió a descender al 7,9%. A partir de 1985, se observó un nuevo ascenso gradual, alcanzando el 8,1% en 1985, el 8,6% en 1990, el 8,8% en 1995 y, finalmente, el 9% en el año 2000.

Después del año 2000, la tasa de mortalidad volvió a descender, registrando un 8,8% en 2005 y un 8,2% en 2010.

4. El Crecimiento Natural y el Envejecimiento Poblacional

El envejecimiento de la población es un fenómeno social característico de los países desarrollados, que suele indicar una alta calidad de vida y bienestar. No obstante, cuando este envejecimiento no va acompañado de una alta tasa de natalidad, se produce lo que se denomina involución demográfica. Este proceso implica una inversión en la estructura de edad de la población, donde la proporción de personas mayores supera a la de jóvenes.

Este hecho genera una gran preocupación social, ya que la futura población activa deberá sostener a un número creciente de jubilados.

En relación con la gráfica, durante los años 1995-2000, se observa un crecimiento vegetativo muy ajustado, con porcentajes de natalidad y mortalidad muy próximos. En 1995, la diferencia fue de solo 1,1 puntos porcentuales (9,3% de natalidad frente a 8,8% de mortalidad). En el año 2000, el margen se redujo aún más, a 0,9 puntos porcentuales (9,9% de natalidad frente a 9,0% de mortalidad).

5. Consecuencias de la Evolución de Natalidad y Mortalidad

El control de la fertilidad se acentúa cuando los hijos dejan de ser un apoyo económico para la familia y un seguro para la vejez de sus padres. Factores como la escolarización obligatoria, la abolición del trabajo infantil y el establecimiento de pensiones por jubilación han eliminado la necesidad de tener hijos como sustento en la vejez.

El gráfico muestra claramente cómo, a partir del año 1990, las tasas de mortalidad y natalidad se aproximan de manera preocupante, indicando un estancamiento o incluso un declive del crecimiento natural.

Uno de los cambios sociales más relevantes ha sido la incorporación de la mujer al mundo laboral. Este hecho ha modificado las prioridades reproductivas, haciendo que tener hijos ya no sea su única meta. Dicha incorporación suele ir acompañada de una mayor preparación académica, lo que retrasa la edad de concepción y, consecuentemente, contribuye a una baja tasa de fecundidad.

Otro factor crucial a considerar es el desarrollo y la difusión de métodos anticonceptivos a partir de los años 80. Esto ha otorgado a las mujeres un mayor nivel de decisión sobre el número y el momento de tener hijos. Paralelamente a la legalización de estos métodos, se han fomentado alternativas como la adopción o la inseminación, propiciando la creación de nuevos modelos de familia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *