Evolución Urbana de España: Proceso de Urbanización y Jerarquía de Ciudades

El Proceso de Urbanización y el Sistema de Ciudades en España

1. Principales etapas del proceso de urbanización en España

El proceso de urbanización se define como la progresiva concentración en la ciudad de la población, actividades económicas y las innovaciones más destacadas. Su historia permite diferenciar en él varias etapas: preindustrial, industrial y postindustrial.

Urbanización preindustrial

Desde el origen de las ciudades hasta el inicio de la industrialización en el siglo XIX. Durante esta etapa, la urbanización fue modesta. La tasa de urbanización no superaba el 10% de la población y se mantenía estable. Los factores que favorecían la urbanización eran estratégico-militares, políticos y administrativos, económicos y religiosos. Dentro del proceso de urbanización preindustrial pueden distinguirse a su vez tres etapas:

  • Desde los orígenes a la Edad Media.
  • La época medieval.
  • La urbanización en la Edad Moderna.

Urbanización industrial

Comprende desde el inicio de la industrialización en el siglo XIX hasta la crisis económica de 1975. La tasa de urbanización experimentó un gran crecimiento, ya que el incremento de la población urbana superó a la rural. Los factores que intervinieron en este crecimiento fueron administrativos y económico-sociales. En la urbanización industrial pueden distinguirse cuatro etapas:

  • Hasta mediados del siglo XIX.
  • Desde mediados del siglo XIX hasta la Guerra Civil.
  • La Guerra Civil y la posguerra.
  • La etapa del desarrollo.

Urbanización postindustrial

Desde 1975, la crisis económica e industrial produjo cambios que dieron lugar a un nuevo modelo económico y urbano, conocido como sociedad postindustrial. Los cambios a España llegan más tarde, no se completan en su totalidad y se localizan puntualmente, afectando solo a determinados espacios, lo que acentúa las desigualdades internas. Los cambios que caracterizan a la urbanización postindustrial son:

  1. El ritmo de crecimiento urbano desciende en dos etapas: de transición o estabilización y de desurbanización o decrecimiento urbano.
  2. La industria pierde protagonismo como factor de urbanización en favor de las actividades terciarias.
  3. Se frena el proceso de las mayores ciudades en favor de las medianas y pequeñas como resultado de la saturación de las grandes urbes y de la tendencia actual a la descentralización de las actividades económicas.

2. El sistema interurbano

Las ciudades constituyen una red urbana que cumple un destacado papel en la organización del espacio. Está formado por las ciudades y por las relaciones que se establecen entre ellas. Las ciudades tienen un tamaño y unas funciones a partir de los cuales ejercen su influencia sobre un área más o menos amplia y ocupan una posición jerárquica dentro del sistema urbano. El tamaño demográfico de las ciudades es una de las bases de la jerarquía urbana. Se establece de acuerdo con la regla rango-tamaño. En España, Madrid es la ciudad con mayor población y ocupa el rango n.º 1 en el sistema. Barcelona tiene un tamaño mucho mayor del que suele corresponder a la segunda ciudad de un sistema nacional, de modo que se produce un brusco salto entre ella y la tercera aglomeración del sistema, Valencia.

Las funciones que realizan las ciudades son otros de los factores que determinan su posición en el sistema urbano. De acuerdo con su función, las ciudades pueden clasificarse en diversos tipos:

  • Ciudades primarias: Tienen una especialización en actividades del sector primario. Destacan por su importancia las agrociudades andaluzas, manchegas, murcianas y levantinas, y las ciudades mineras, como muchas asturianas.
  • Ciudades secundarias: Están especializadas en la industria o en la construcción.
  • Ciudades terciarias: Están especializadas en servicios, que son actividades que mejor definen el rango de una ciudad y su papel organizador del espacio, como las grandes metrópolis nacionales. Estos servicios pueden ser comerciales, administrativos, culturales, sanitarios, religiosos…

Por las funciones que desempeñan hacia el exterior, las ciudades se consideran lugares centrales que abastecen de bienes y servicios a un área más o menos extensa, denominada área de influencia. Christaller clasifica los lugares centrales de acuerdo con la variedad y calidad de las funciones que desempeñan y les adjudica un área de influencia hexagonal. Es difícil que este modelo se dé en la realidad porque el área de influencia de las ciudades no es homogénea y está en constante cambio. Si se compara el caso español con este modelo, resulta una distribución relativamente aceptable.

El tamaño demográfico, las funciones y la extensión del área de influencia dan lugar a una organización jerárquica del sistema de ciudades. Las categorías son las siguientes:

  1. Metrópolis

    Ciudades que se encuentran en la cima de la jerarquía del sistema urbano. Desempeñan funciones más especializadas y diversificadas que las restantes ciudades, relacionadas con el sector terciario y con la industria. Su área de influencia es amplia. Dentro de las metrópolis existe una jerarquía en función de su tamaño, de sus funciones y de la extensión de su área de influencia:

    • Las metrópolis nacionales: Áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. Su población supera los 3 millones y cuentan con las funciones más diversificadas. Su área de influencia se extiende por todo el territorio nacional y se encuentran estrechamente relacionadas con otras metrópolis mundiales.
    • Las metrópolis regionales: Áreas metropolitanas de Valencia, Bilbao, Sevilla, Málaga y Zaragoza. Tienen una población entre 1,5 millones y 500.000 habitantes y cuentan con servicios de alto rango. Tienen un área de influencia regional y mantienen relaciones intensas con las metrópolis nacionales.
    • Las metrópolis subregionales o regionales de segundo orden: Ciudades como Oviedo, Murcia, Alicante o Valladolid. Tienen una población entre 500.000 y 250.000 habitantes y todavía cuentan con funciones y algunos servicios altamente especializados. Su área de influencia es subregional o regional en caso de las comunidades autónomas uniprovinciales. Mantienen relaciones intensas con las correspondientes capitales regionales o son capitales de espacios regionales poco extensos.
  2. Ciudades medias

    La mayoría son capitales de provincia. Sus funciones son principalmente terciarias, pero menos especializadas, como el comercio y servicios de ámbito provincial.

  3. Ciudades pequeñas o villas

    Tienen una población de menos de 50.000 habitantes. Sus funciones son mucho menos especializadas, aunque pueden contar con algunos equipamientos de cierta especialización. Son nudos de transporte para la comarca y su área de influencia es comarcal.

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