Los Regímenes Demográficos en España
La evolución del movimiento natural de la población española ha pasado por tres etapas: el régimen demográfico antiguo, la transición demográfica y el régimen demográfico moderno. El paso de unas etapas a otras ha sido más tardío que en otros países europeos.
El Régimen Demográfico Antiguo (Hasta Principios del Siglo XX)
Se caracterizó por altas tasas de natalidad y de mortalidad y por un crecimiento natural bajo.
La Natalidad
Presentaba valores elevados debido a dos causas principales:
- El predominio de una economía y una sociedad agrarias: los hijos ayudaban desde muy pronto en las labores del campo.
- La inexistencia de sistemas eficaces para controlar los nacimientos.
La Mortalidad
La mortalidad general era alta y oscilante. Sus causas eran el bajo nivel de vida y las precarias condiciones médicas y sanitarias:
- La dieta alimenticia era escasa y desequilibrada: la mayoría de la población estaba malnutrida y debilitada.
- Las enfermedades infecciosas tenían alta incidencia (gripe, tuberculosis, etc.). A ello colaboraban el atraso de la medicina, el desconocimiento de las vías de transmisión de las enfermedades y la falta de higiene privada y pública.
Había momentos de mortalidad catastrófica: epidemias, guerras y malas cosechas de cereales.
La mortalidad infantil también era alta, por defectos congénitos y problemas en el parto, así como por desnutrición e infecciones.
La esperanza de vida era baja, debido sobre todo a la elevada mortalidad infantil y materna.
El Crecimiento Natural
Como consecuencia de las altas tasas de natalidad y de mortalidad, el crecimiento natural era bajo y presentaba oscilaciones debidas a las crisis de sobremortalidad.
La Transición Demográfica (1900-1975)
Se caracterizó por una disminución suave de la natalidad, un brusco descenso de la mortalidad y, en consecuencia, un elevado crecimiento natural.
La Natalidad
Descendió de forma suave y discontinua, alternando periodos de mayor decrecimiento con otros de recuperación, en relación con los acontecimientos históricos:
- Entre 1900 y 1920, la natalidad descendió al reducirse la mortalidad infantil y por las consecuencias de la I Guerra Mundial.
- En la década de 1920, la natalidad se recuperó gracias a la prosperidad económica.
- Entre 1930 y 1956 se reanudó el descenso. Las causas fueron la crisis económica de 1929 y la inestabilidad política de la Segunda República; la Guerra Civil y la situación de la posguerra. La política pronatalista de Franco, que instituyó premios de natalidad y prohibió los anticonceptivos, no compensó esta tendencia.
- Entre 1956 y 1965 tuvo lugar una recuperación de la natalidad: el «baby boom» posbélico retrasado.
- Entre 1965 y 1975 disminuyó de nuevo. La causa fue la reducción del valor económico de los hijos al consolidarse un modo de vida industrial y urbano.
La Mortalidad
La mortalidad general descendió, excepto en dos momentos de mortalidad catastrófica: la gripe de 1918 y la Guerra Civil. Causas:
- El incremento del nivel de vida se manifestó en la mejora de la dieta y en el crecimiento del nivel educativo y cultural (eliminación de malas costumbres).
- Los avances médicos: las vacunas y la comercialización de los antibióticos.
También tuvieron efectos positivos la generalización de los nacimientos en clínicas y la extensión de la sanidad pública, junto a una mejora de la higiene.
La mortalidad infantil también decreció: mejoras de la pediatría, la alimentación infantil y el cuidado materno.
La esperanza de vida se elevó, debido al descenso de la mortalidad infantil y adulta.
El Crecimiento Natural
Como consecuencia, el crecimiento natural de la transición fue alto. Aunque desde 1965, el crecimiento se recortó, al estabilizarse la mortalidad en cifras bajas y restablecerse el descenso de la natalidad.
El Régimen Demográfico Actual (A Partir de 1975)
Se caracteriza por bajas tasas de natalidad y de mortalidad y por un escaso crecimiento natural.
La Natalidad
Descendió a partir de 1975 hasta situarse en cifras bajas:
- Entre 1975 y 1998 tuvo lugar un brusco descenso de los nacimientos. El índice sintético de fecundidad alcanzó la cifra de 2,1 hijos por mujer, el límite que permite reemplazar a la población, y continuó decreciendo hasta alcanzar su valor mínimo, 1,15 hijos por mujer. Las causas fueron los cambios económicos y socioculturales sucedidos en esos años:
- La situación económica retrasó la edad del matrimonio, con el consiguiente acortamiento del periodo fértil de la mujer.
- La sociedad española ha experimentado cambios de mentalidad y de valores. Ha disminuido la influencia religiosa; se han despenalizado y difundido los anticonceptivos; y se han legalizado el divorcio y el aborto en ciertos supuestos.
- Desde 1998, la natalidad muestra ligeras oscilaciones ligadas a la coyuntura económica y a la inmigración:
- Entre 1998 y 2008, la natalidad experimentó una ligera recuperación motivada por la coyuntura económica favorable; los nacimientos retrasados de las generaciones del “baby boom”; y la inmigración extranjera.
- Desde 2008, comenzó un nuevo descenso de la tasa de natalidad por la crisis económica iniciada en ese año, la disminución de la inmigración y la fecundidad de las mujeres extranjeras (adaptación al modelo español y mujeres no procedentes de África).
- Entre 1975 y 1998 tuvo lugar un brusco descenso de los nacimientos. El índice sintético de fecundidad alcanzó la cifra de 2,1 hijos por mujer, el límite que permite reemplazar a la población, y continuó decreciendo hasta alcanzar su valor mínimo, 1,15 hijos por mujer. Las causas fueron los cambios económicos y socioculturales sucedidos en esos años:
La Mortalidad
La mortalidad general se mantiene en cifras bajas. Aunque la tasa asciende levemente por el envejecimiento de la población ocasionado por el aumento de la esperanza de vida, que incrementa el número de ancianos.
Las causas de la mortalidad general han cambiado. Predominan las llamadas tres «C»: enfermedades cardiovasculares, cáncer y accidentes de carretera.
La mortalidad infantil es hoy muy baja y principalmente neonatal por complicaciones en el parto o malformaciones congénitas.
La esperanza de vida ha aumentado debido a los progresos médicos. Aunque presenta diferencias:
- Por sexos, la esperanza de vida femenina es más alta (mayor fortaleza biológica). En cambio, los hombres han tenido tradicionalmente un estilo de vida distinto, con mayor riesgo. En los últimos años, la aproximación del estilo de vida entre los dos sexos reduce la diferencia de esperanza de vida entre ambos.
- Por grupos de edad, las mayores ganancias en esperanza de vida desde 1975 se registran entre los más ancianos (70 y 80 años), gracias a los avances médicos.
- Por estatus social, la esperanza de vida es más alta para las profesiones más cualificadas, que tienen menor mortalidad laboral; y para las clases sociales más adineradas, que pueden acceder a más servicios sanitarios de mayor calidad.
El Crecimiento Natural
El crecimiento natural en el régimen demográfico actual es reducido dadas las bajas tasas de natalidad y de mortalidad, aunque con ciertas oscilaciones.
El Proceso de Urbanización en España
La Urbanización Preindustrial
- Tasa de urbanización baja (no más del 10%) con ciudades de tamaño modesto (alrededor de 5000-10000 habitantes).
- Los factores que favorecían la urbanización incluían lo estratégico-militar, político-administrativo, económico, religioso y cultural.
- El área urbanizada era limitada y se diferenciaba claramente del espacio rural circundante, a menudo mediante murallas.
- Se desarrolló en las Edades Antigua, Media y Moderna:
- Antigüedad: Aparecieron las primeras ciudades españolas ligadas a la colonización fenicia y griega en el siglo VIII a.C. Crearon factorías comerciales en la costa mediterránea y sur atlántica para extraer minerales y recursos agrarios. Ejemplos: Cádiz y Ampurias. Tartessos o Numancia todavía no eran considerados núcleos urbanos. La romanización en el siglo III a.C. supuso la fundación de numerosas ciudades (Barcelona, Tarragona, Sevilla, Valencia, Zaragoza). Las áreas más urbanizadas fueron la costa mediterránea y el valle del Ebro.
- Edad Media: En el espacio musulmán, los musulmanes fundaron algunas ciudades nuevas (Madrid, Alcorcón, Almería, Murcia) y revitalizaron asentamientos anteriores. En el espacio cristiano, la urbanización fue limitada inicialmente, pero se expandió con la Reconquista y la repoblación del territorio en el siglo X. En los siglos XII y XIII, la urbanización floreció gracias al comercio, a las rutas comerciales y al Camino de Santiago.
- Edad Moderna: La urbanización experimentó altibajos en función de la situación demográfica, económica y política. En el siglo XVI, hubo un crecimiento urbano continuado motivado por el aumento de la población y la expansión económica. Sin embargo, en los siglos XVII y XVIII, hubo estancamiento y declive urbano debido a diversas crisis y conflictos.
La Urbanización Industrial
Comprende desde el inicio de la industrialización en el siglo XIX hasta la crisis económica de 1975.
- La tasa de urbanización experimentó un gran crecimiento, con un aumento de la población urbana que superó a la población rural.
- Los factores que favorecieron este crecimiento fueron administrativos, como la nueva división provincial de 1833, que impulsó el crecimiento de las ciudades elegidas como capitales, y económico-sociales, como el nacimiento y desarrollo de la industria moderna en las ciudades, que atrajo a la población rural.
- Las grandes ciudades concentraron el crecimiento demográfico y se expandieron en el espacio, formando amplias periferias y áreas metropolitanas.
- Las etapas de la urbanización industrial fueron:
- Hasta mediados del siglo XIX, con concentración demográfica en las ciudades debido a la capitalidad provincial y el comercio marítimo.
- Desde mediados del siglo XIX hasta la Guerra Civil, con un crecimiento urbano impulsado principalmente por la industria, que atrajo a la población rural.
- La Guerra Civil y posguerra ralentizaron el crecimiento urbano, pero la política autárquica permitió el crecimiento de ciudades con industria básica.
- La etapa del desarrollismo entre 1960 y 1975, con un mayor crecimiento urbano debido al desarrollo de la industria, junto con el crecimiento natural (baby boom) y el desarrollo de actividades terciarias en algunas regiones, lo que propició un mayor urbanismo.
La Urbanización Postindustrial
La urbanización postindustrial es una nueva etapa que se inició en la década de 1980, después de la crisis de 1975.
- Aunque la tasa de urbanización ha desacelerado su crecimiento, sigue siendo alta (79,2% en 2015).
- Los factores de urbanización han cambiado, con la pérdida de peso de la industria y el aumento de las actividades terciarias en las grandes metrópolis, regiones turísticas y zonas menos dinámicas del interior.
- En términos espaciales, se ha observado una difusión de la población y actividades económicas hacia ciudades medias, pequeñas y núcleos rurales cercanos, conocida como «dispersión de la urbanización«. Sin embargo, las grandes ciudades mantienen su dominio y concentran las funciones principales en un área cada vez mayor.
- Las etapas de la urbanización postindustrial:
- 1980-2000: el crecimiento urbano se estanca (descenso de la natalidad y final del éxodo rural) y las grandes ciudades sufren procesos de deslocalización de la población (dispersión de la urbanización).
- 2000-2010: las ciudades medias y pequeñas (cercanas a grandes ciudades) crecen debido a la inmigración; también las capitales de provincias o las ciudades turísticas.
- Desde 2010, el crecimiento de las ciudades se ha estancado debido a la crisis económica y la disminución de la natalidad y la inmigración extranjera.
Los Ejes Urbanos en España
El Eje Central: Madrid
Madrid, en el centro de la Península, es el núcleo urbano principal de España.
- Concentra funciones terciarias avanzadas y mantiene relaciones con las ciudades de las provincias limítrofes y con las principales ciudades españolas.
Ejes Urbanos Periféricos
Los ejes urbanos periféricos se disponen de forma semianular en torno a la capital:
- El eje atlántico gallego se extiende entre Ferrol y Vigo.
- Está especializado en el comercio y el transporte.
- Se relaciona con ciudades del interior gallego.
- Trata de mejorar sus vinculaciones con Madrid y con el eje cantábrico.
- El eje cantábrico es un eje discontinuo.
- Incluye Asturias, Santander y País Vasco.
- Se encuentra en fase de ajuste:
- Con progresiva pérdida de la preeminencia de la industria madura e implantación de nuevas actividades.
- Se relaciona con ciudades próximas del interior (León, Burgos y Logroño) y trata de incrementar sus conexiones con otros ejes:
- Asturias con Andalucía y el País Vasco con el eje del Ebro.
- El eje mediterráneo comprende desde Girona a Cartagena.
- Es el eje más dinámico, con una industria muy diversificada y un fuerte peso de la construcción y del turismo.
- Conecta con los ejes del Ebro, con Madrid, con Andalucía y con Baleares.
- El eje del valle del Ebro, entre Vitoria-Gasteiz y Tarragona, tiene como ciudad principal a Zaragoza.
- Es un eje dinámico, con equilibrio entre la industria y los servicios, especialmente los relacionados con su posición de intermediación, dado que enlaza los ejes cantábrico y mediterráneo.
- Además, mantiene importantes relaciones con Madrid.
- El eje andaluz es doble.
- El eje litoral, entre Almería y Huelva:
- Es un eje dinámico especializado en el turismo, el comercio, la agricultura tecnificada y las industrias básicas.
- Se relaciona con el eje mediterráneo.
- El eje del valle del Guadalquivir, entre la costa atlántica y Jaén:
- Es un eje menos dinámico especializado en actividades agrarias, industrias locales y turismo.
- Se relaciona con Madrid y con el incipiente eje extremeño.
- El eje litoral, entre Almería y Huelva:
El Interior Peninsular
- Predominan las pequeñas ciudades especializadas en actividades tradicionales, siendo las más destacadas las capitales provinciales.
- No obstante, se están constituyendo ejes incipientes a lo largo de las nuevas infraestructuras.
La Inmigración Extranjera en España
Etapas de la Inmigración Extranjera
La población inmigrante hoy día supone un valor muy cercano a los 5 millones de habitantes. A lo largo de este periodo se distinguen dos etapas:
La Etapa de Elevado Crecimiento (1995-2007)
Las causas han sido:
- Por parte española se necesitaba mano de obra para empleos de baja cualificación. Además, la proximidad a África, los lazos histórico-culturales con América Latina y la bondad del clima mediterráneo fueron factores importantes.
- Por parte de los inmigrantes extranjeros influyeron motivos económicos (posibilidades de trabajo, de negocio o de ocio) y motivos políticos (persecuciones, falta de derechos).
Desde 2008: Descenso por la Crisis
Desde 2008, la crisis económica ha ocasionado retornos de inmigrantes a sus países de origen, ya que fueron los más perjudicados por el desempleo.
Características de la Población Inmigrante
Según su situación, hay diferentes tipos de inmigrantes:
- Según su situación legal:
- Los que no tienen permiso de residencia (difíciles de contabilizar, se cree que medio millón).
- Inmigrantes con permiso de residencia que mantienen su nacionalidad.
- Los nacionalizados (españoles de pleno derecho).
- El perfil de los inmigrantes varía según su procedencia:
- Los inmigrantes europeos proceden de la Unión Europea. Son jubilados con nivel de vida medio-alto, sobre todo británicos y alemanes, que aprecian el clima del litoral mediterráneo y de las islas Baleares y Canarias; o adultos atraídos por las posibilidades de mejores trabajos (rumanos, búlgaros, polacos y portugueses).
- Los inmigrantes extracomunitarios proceden de África, América Latina y Asia. Son jóvenes que acuden a España por motivos económicos o políticos. Realizan trabajos de baja cualificación.
- El destino de los inmigrantes son las comunidades con grandes centros urbanos y de servicios: Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía, Canarias y Baleares.
Consecuencias de la Inmigración
Consecuencias Demográficas
La inmigración ha influido en el crecimiento demográfico de España.
De 1995-2007, impulsó el crecimiento por el incremento de la natalidad. Desde 2008, la salida de inmigrantes ha reducido el volumen de la población española y la tasa de natalidad.
Consecuencias Económicas
La inmigración aporta población activa, contribuye al crecimiento del PIB, aporta más dinero a las arcas públicas del que consume en educación y sanidad, y alivia la carga del elevado gasto en pensiones.
La inmigración se relaciona con problemas, como la pérdida de competitividad, la presión a la baja sobre los salarios, la acentuación de la escasa movilidad geográfica de los trabajadores españoles y el aumento del déficit exterior.
Consecuencias Sociales
Han surgido actitudes xenófobas o racistas que consideran la inmigración como una «invasión» que compite por el empleo, consume recursos sociales y amenaza la identidad nacional.
Muchos inmigrantes sufren duras condiciones laborales (bajos salarios, largas jornadas, ausencia de seguros) y malas condiciones de vida en barrios marginales y viviendas de escasa calidad.
Las dificultades de integración, por diferentes culturas, lingüísticas y religiones, pueden suscitar tensiones con la población autóctona.